Aparte del severo golpe que, en materia de salud, está asestando a Estados Unidos, la pandemia de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, COVID-19) está poniendo de manifiesto la marcada desigualdad de género existente en ese país, en una amplia gama de áreas que cubren desde las finanzas personales y los emprendimientos, hasta la salud.
Al denunciar la situación, Jennifer Siebel Newsom y Heather McCulloch, activistas estadounidenses de los derechos de las mujeres, denunciaron, además, que ese cuadro de situación es aún más agudo en la población femenina afrodescendiente.
Por ello, la búsqueda de solución a la economía de ese país, severamente dañada por la crisis sanitaria, debe ubicar, a las mujeres, en el centro de la toma de decisiones, y reconocer el papel clave que desempeñan en la seguridad financiera –desde la familiar hasta la nacional, pasando por la comunitaria-, plantearon, en un artículo de opinión difundido por la cadena estadounidense de televisión informativa Cable News Network (CNN).
“La pandemia de la Covid-19 ha revelado un problema en el corazón de nuestra economía, con una deslumbrante claridad: las Mujeres, especialmente las mujeres de color, son más propensas a ser, más que nunca antes, las proveedoras en sus hogares, al tiempo que la mayoría de las responsabilidades no remuneradas en el hogar sigue recayendo sobre ellas”, plantearon.
Si bien contribuyen miles de millones de dólares a la economía estadounidense, al iniciar alguna actividad económica, las mujeres deben pagar intereses más elevados que los hombres, aparte de que, frecuentemente, son el único proveedor del hogar –o el principal, o comparten esa responsabilidad-, precisaron.
Entretanto, “millones de Mujeres de color han sido, durante largo tiempo el eje de la seguridad financiera de sus familias y comunidades”, agregaron, en el artículo que titularon “Nuestra recuperación económica depende de políticas que beneficien a las mujeres” (“Our economic recovery depends on policies that benefit women”).
“Por ejemplo, 81% de las madres Negras son generadoras del ingreso principal, y el número de negocios propiedad de mujeres de color está creciendo a un ritmo más veloz que el de los negocios propiedad de hombres y mujeres blancos”, puntualizaron, en el texto difundido el 6 de mayo, por CNN.
Pero, “sin perjuicio del importante papel de las mujeres como eje de la seguridad económica de sus familias y motores clave de la prosperidad de nuestra nación, las políticas nacionales raramente se han diseñado pensando en ellas”, advirtieron.
“De hecho, al entrar en esta crisis, Estados Unidos fue el único país industrialmente avanzado sin políticas en materia de licencia por enfermedad ni por maternidad”, denunciaron, para señalar que, “al mismo tiempo, las trabajadoras estaban fuertemente concentradas en industrias de bajo nivel salarial y subvaluadas, como se evidencia en las impresionantes rechas de ingreso y de patrimonio que las mujeres, y especialmente las mujeres de color, enfrentan en Estados Unidos”.
De acuerdo con lo planteado por Newsom y McCulloch, la rápidamente propagada pandemia vino a poner al descubierto esa histórica situación de injusticia impuesta, a las mujeres, por esquemas sociales de naturaleza patriarcal.
“El peligro de esas brechas –la brecha entre una fuerza laboral sostenida por mujeres y una ausencia de políticas que las apoyen- se tornó especialmente evidente al inicio de la pandemia”, escribieron las activistas, quienes precisaron que esa situación discriminatoria por motivos de género –y raciales- también afectan a mujeres migrantes.
“Hasta la fecha, las trabajadoras –en particular mujeres de color y mujeres inmigrantes- han estado en la primera línea de esta pandemia y de las repercusiones económicas resultantes”, explicaron, para precisar que “no solamente son la mayoría de la Fuerza laboral en mayor riesgo por exposición al virus (…) sino que también están concentradas en sectores con los más altos números de despidos”.
En el primer caso –la exposición a la enfermedad-, indicaron –citando estudios del Centro Legal Nacional de Mujeres (National Women’s Law Center, NWLC)-, que se trata, por ejemplo, de 88 por ciento de las enfermeras registradas, y de 66 por ciento de las cajeras de ventas de comestibles, mientras que en el segundo –los sectores que presentan más casos de despidos-, las más afectadas son, entre otras trabajadoras, vendedoras y cajeras –en 77 por ciento-, y trabajadoras en restaurantes -70 por ciento-.
Y, sumado a ello, “para las mujeres en la primera línea, no hay ninguna opción de ‘trabajo desde la casa’; deben también elegir entre su salud y la seguridad económica”, indicaron, además de aclarar que, “para aquellas quienes han perdidos sus cheques salariales, significa que millones de familias estadounidenses ahora están en un limbo económico por el futuro inmediato”.
Y no obstante el hecho de que el Congreso de Estados Unidos ha legislado subsidio temporal y licencia por enfermedad y familiar, además de financiamiento para asistencia a niños y ampliación de seguro de paro, la brecha de género se mantiene ya que millones de trabajadoras quedaron excluidas, denunciaron, además.
Al respecto, señalaron el ejemplo del occidental y costero estado de California, que está implementando medidas como las señaladas, “para quienes las necesitan más”, e instaló, el mes pasado, lo que denominó como una fuerza de tarea para la recuperación de negocios y empleos.
La puesta en operación de ese equipo de trabajo significa que “la igualdad y la inclusión prometen que se ubicarán en el centro, a medida que planificamos la recuperación de nuestro estado”, indicaron.
Por lo tanto, en opinión de Newsom y McCulloch, “el resto del país debe seguir el liderazgo de California, ubicando a las mujeres en el centro de nuestras decisiones económicas”.
“Ahora es el momento de reconocer la importancia de las mujeres como copilotas de nuestra recuperación económica y de la seguridad financiera de nuestras familias”, expresaron.
“Y ahora es el momento de invertir en los papeles de las mujeres –como las empresarias e innovadoras, las ejecutivas y tomadoras de decisiones que son y que tienen el potencial de ser. Y cuando lo hagamos, todos nos beneficiaremos”, aseguraron.
Lo planteado por las autoras del artículo coincide conceptualmente con lo indicado al respecto, al inicio de abril, por el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, en el sentido de que las mujeres y las niñas deben ser prioridad de los gobiernos en la recuperación económica en el contexto de la pandemia.
La población femenina deben ser un sector prioritario en esos planes gubernamentales, lo que, de ocurrir, aportará a facilitar la recuperación de las economías nacionales, aseguró el funcionario, en un informe en el cual destacó el impacto de la presente crisis sanitaria mundial en el sector de mujeres y niñas.
También expresó preocupación por lo que definió, en el documento, como “la exacerbación de las inequidades sanitarias, económicas y de seguridad y protección social que de por sí sufren las mujeres y las niñas por el sólo hecho de pertenecer al género femenino”.