El ciclo menstrual depende de una sucesión de cambios hormonales muy precisos en lo que participan hormonas del ovario, así como del resto del organismo
El ciclo menstrual se define como el número de días que transcurren entre el primer día de sangrado con la última menstruación hasta el primer día de sangrado con la siguiente.
La variabilidad de la duración del ciclo de un mes a otro puede ser considerado normal, aunque la mayoría de las mujeres presenta sangrado durante 3 a 7 días, con una pérdida de sangre de 30 a 40 ml.
El ciclo menstrual normal es de 28 +/- 7 días, por lo tanto dura de 21 a 35 días; menos de 0,5% de las mujeres tienen ciclos de menos de 21 días, y menos de 1%, de más de 35 días.
Aunque sólo 15% de los ciclos en mujeres en edad reproductiva tiene el ciclo de duración de 28 días, es el que se utiliza para describir un patrón “normal”.
El ciclo menstrual depende de una sucesión de cambios hormonales muy precisos en lo que participan hormonas del ovario, así como del resto del organismo.
Por otra parte, debemos tener presente que la menstruación es una señal de que el organismo femenino está apto para la reproducción, es decir, está apto para un embarazo.
Cuando se está sujeto a mucha tensión, sea emocional o física, la naturaleza inhibe la salida del óvulo con el fin de evitar que un posible embarazo suceda en una situación apremiante, de tal forma que al no haber ovulación el ciclo menstrual se vuelve irregular y pueden pasar varios meses sin que la regla se presente.
Pasar por un momento de gran estrés, como por ejemplo, la muerte de un familiar cercano, representa una tensión desmedida que puede afectar el ciclo menstrual.
En la mayoría de los casos la regla vuelve a su patrón normal una vez que se supera la situación adversa y se recupera la tranquilidad, sin embargo, si pasan más de tres meses sin menstruar es recomendable una consulta ginecológica para valorar el uso de ciertos reguladores hormonales, con los cuales rápidamente el ciclo menstrual adquiere sus características normales.