El secreto del cómo emplear la ética en la actualidad es ser leal a uno mismo, al conocimiento de nuestra consciencia profesional y comprender y respetar la importancia que tiene la integridad en nuestro ejercicio profesional o en los negocios.

Si usted es una persona de negocios o trabaja para una institución, quizá esté acostumbrado a seguir ciertas normas empresariales, que aunque muchas veces le parezcan o no, es su deber cumplirlas, podemos decir que es aquí donde conocemos el significado de ética empresarial.

Para la Abogada y especialista en Derecho y Ética María José Yglesias, la ética personal se diferencia claramente de la ética empresarial, esto porque la personal se basa en nuestros propios valores, mientras que en la empresarial se deben respetar las normativas que tenga la institución para la que laboramos.

Se ha dado mucho y más en los últimos tiempos, que existan casos de corrupción en los negocios, lo que hace que el aspecto ético se vea opacado y quede cada vez más en el olvido, pero ¿Quiénes suelen ser más éticos en los negocios, las mujeres o los hombres?

Como afirma la experta, este no es un asunto de género ya que aunque se escucha decir que es más común que los hombres cometan este tipo de transgresiones, no considera que se deba a que “por naturaleza” sean más proclives, sino más bien a que producto de la sociedad patriarcal en que vivimos, por cuestión numérica aún hay más hombres que mujeres ocupando puestos de toma de decisiones y están más implicados.

El secreto del cómo emplear la ética en la actualidad es ser leal a uno mismo, al conocimiento de nuestra consciencia profesional y comprender y respetar la importancia que tiene la integridad en nuestro ejercicio profesional o en los negocios, puntualizó Yglesias.

Fallos a la ética

Al consultarle a la Abogada acerca de los errores que se cometen donde se falta a la ética, asegura que existe una larga lista, pero entre los más comunes se encuentran:

  • La falta de transparencia u honestidad con nuestros socios o clientes.
  • Darle preeminencia a nuestro beneficio económico personal por encima de las buenas prácticas de los negocios y la administración.
  • Incumplir con ciertas obligaciones porque creo que no afectará a nadie o nadie se dará cuenta de ello.
  • Dejar de lado la buena fe negocial para obtener un resultado.

Como bien sabemos la ética debe aplicarse en los negocios primero para conservar nuestros valores y principios, pero desde luego como lo sugiere María José, ante todo para ser leal a uno mismo, conocer bien los lineamientos deontológicos del sector en que se ejerce y principalmente, encontrar las motivaciones personales que nos realizan como seres humanos para hacer lo que hacemos como profesionales o empresarios.

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