El hecho de que una alta proporción de la población femenina mundial se ubique en contextos sociales machistas que no permiten la autonomía corporal de las mujeres, debe erradicarse, de acuerdo con lo planteado por la directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), la médica panameña Natalia Kanem.
El beneficio de que mujeres y niñas puedan decidir libremente respecto a sus propios cuerpos es universal, aseguró Kanem, quien también se desempeña como subsecretaria general de las Naciones Unidas, en el prólogo del más reciente informe anual del Unfpa, dado a conocer, mundialmente, el 14 de abril.
En lo que tiene que ver con América Latina y el Caribe, el documento -que la agencia, este año, tituló “Mi cuerpo me pertenece. Reclamar el derecho a la autonomía y la autodeterminación”-, reveló que 26 por ciento de la población femenina regional en el rango etario de 15 a 49 años, no ejerce tal derecho.
Ello incluye decisiones referidas a aspectos tan esenciales como acceso a sistemas de salud, uso de anticonceptivos, maternidad, matrimonio, relaciones sexuales, según lo señalado en el estudio de seis capítulos contenidos en 164 páginas.
El informe cubre temas tales como “Nuestra autonomía, nuestras vidas”, “Mi cuerpo, mis derechos”, “Cuando otros toman las decisiones”, “El poder decir ‘sí’ y el derecho a decir ‘no’”, entre otros puntos.
En cuanto al tema general, Kanem expresó, en la introducción al análisis: “Mi cuerpo me pertenece. ¿Cuántas mujeres y niñas pueden afirmarlo libremente?”.
“Todos tenemos derecho a la autonomía corporal; por tanto, deberíamos poder tomar decisiones autónomas sobre nuestro cuerpo”, señaló, para agregar que, “quienes nos rodean, y la sociedad en general, deberían respetar esas decisiones”.
“Sin embargo, a millones de personas se les niega su derecho a decir ‘no’ a las relaciones sexuales, a elegir con quién casarse, o a tener hijos en el momento que consideren adecuado”, indicó.
“A muchas se les niega este derecho debido a su raza, su sexo, su orientación sexual, su edad o su capacidad”, precisó, además reafirmar que, en tales contextos, “su cuerpo no les pertenece”.
Kanem advirtió, específicamente, que, “privar a las mujeres y las niñas de su autonomía corporal es inaceptable: alienta y refuerza las desigualdades y violencia generadas por la discriminación de género”.
La experta aseguró que, en condiciones opuestas a la actual realidad de agresiva desigualdad, el beneficio es disfrutado no solamente por ese sector de la población sino a nivel general.
En ese sentido, explicó que, “cuando las mujeres y las niñas pueden tomar las decisiones más fundamentales acerca de su cuerpo, no solo ganan en términos de autonomía, sino también de salud, educación, ingresos y seguridad”.
“Todo ello da lugar a un mundo más justo, favorece el bienestar humano y, por consiguiente, nos beneficia a todos”, planteó.
La jerarca de la entidad especializada de Naciones Unidas mencionó, asimismo, el apoyo del organismo -que se encarga de la salud sexual y reproductiva de la población mundial- “a las mujeres y las niñas en la reivindicación de sus derechos y decisiones a lo largo de toda su vida”.
Por su parte, en declaraciones a la agencia informativa española Efe, el director regional del Unfpa para América Latina y el Caribe, el costarricense Harold Robinson, se refirió a temas puntuales abordados en el informe.
En materia de embarazo adolescente en el área, Robinson dijo que “Latinoamérica aparece, en los datos que existen, con un rezago significativo”, e indicó que la tasa se ubica, para el grupo etario de 15 a 19 años, en 61 niñas por cada 1,000, lo que coloca, a esta región, en la tercera más crítica a nivel mundial, luego de África Occidental y Central (108) y África Oriental y Meridional (95).
El experto señaló, además, que los embarazos tempranos suelen resultar de relaciones sexuales entre niñas y hombres mayores, y advirtió que “Latinoamérica también es una de las regiones con los niveles más altos, del planeta, de uniones tempranas”.
Igualmente, puntualizó que los efectos socioeconómicos de la pandemia mundial del nuevo coronavirus han incidido, marcadamente, en la agudización del preocupante cuadro general de situación.
La emergencia sanitaria, “ha reducido, aún más, la autonomía, y ha creado nuevas barreras en el acceso a la salud, y en el aumento a embarazos no planeados, así como en la pérdida de empleo y educación”, dijo.
Respecto al tema central del informe, el director regional del Unfpa planteó, en el diálogo con Efe, la necesidad de ampliar, en el ámbito regional, el acceso, de la población femenina -adultas y menores-, a atención, información y educación sexual, actualmente ubicado en 66 por ciento de ese sector.
Por su parte, en la introducción al informe, Kanem señaló que el Unfpa enfoca, a la autonomía, como “un derecho universal que debe respetarse”.
La directora del organismo internacional señaló, asimismo, que, “para lograr resultados se requiere mucho más que una serie de proyectos o servicios desconectados, por muy importantes que sean”.
“La consecución de avances reales depende en gran medida de la eliminación de la desigualdad de género y todas las formas de discriminación, así como de la transformación de las estructuras económicas y sociales que las mantienen”, agregó.
Un componente clave en este sentido consiste en que la población masculina se constituya en contraparte estratégica con miras a lograr que el esfuerzo resulte exitoso, expresó.
“Los hombres deben actuar como aliados en esta misión”, aseguró Kanem.
“Deben ser muchos más los que se comprometan a apartarse de los patrones de privilegio y dominancia que socavan profundamente la autonomía corporal y adopten formas de vida más justas y armoniosas que nos beneficien a todos”, recomendó.
“Todos nosotros debemos pasar a la acción para luchar contra la discriminación siempre que nos topemos con ella”, expresó, a manera de exhortación.
“La complacencia equivale a la complicidad”, advirtió, a continuación.
Además, la autonomía corporal es un componente clave en la búsqueda de prosperidad, lo mismo comunitaria que de los países, reafirmó.
“Reclamemos, por tanto, el derecho de cada persona a tomar decisiones sobre su cuerpo y a disfrutar de la libertad de elegir con conocimiento de causa”, escribió.
Al señalar que esto “es lo que todos queremos”, Kanem declaró que “todos deberíamos tener este derecho”, porque “constituye el núcleo de nuestra humanidad, y jamás deberíamos perder de vista su importancia para todos”.