Un siglo después de aprobado, en 1920, el derecho al voto para las mujeres, mediante la 19 Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, la paridad política no es realidad en país norteamericano.

Sin embargo, la candidatura presidencial de Hillary Clinton, en 2016, y la actual postulación vicepresidencial de Kamala Harris, para los comicios de noviembre de este año en ambos casos, por el Partido Demócrata-, han marcado hitos políticos de género con proyección a los próximos cien años.

En esa línea de análisis, y participantes en un reciente diálogo promovido por la cadena de televisión informativa de Estados Unidos Cable News Network (CNN), las expertas norteamericanas Swanee Hunt y la afroestadounidense A’shanti Gholar, consideran que, en particular, la candidatura de Harris constituye un punto de inflexión en la política de Estados Unidos, ya que la actual senadora se posición, así, potencialmente, en camino a la presidencia del país.

“Bueno, aquí estamos, cien años después de la adopción de la 19 Enmienda, y, en los años transcurridos desde entonces, el progreso hacia la paridad política ha sido, diría yo, lento”, reflexionó Hunt, una ex embajadora de Estados Unidos en Austria (1993-1997), y fundadora del Public Policy Program (Programa de Política Pública) en la Escuela Kennedy de Gobierno en la Universidad de Harvard.

“Vemos el Congreso”, propuso Hunt, quien también es fundadora de Seismic Shift (Cambio Sísmico), una iniciativa dedicada a impulsar el aumento de la proporción femenina en altos cargos políticos.

“Creímos que fue la gran cosa, en 1992 -el Año de la Mujer-, cuando el número de mujeres en el Senado aumentó de dos a seis”, precisó.

“Por ese tiempo, un tipo -otro representante- le preguntó, a la congresista Pat Schroeder: ‘usted tiene hijos. Qué está haciendo aquí?’. ‘Tengo un cerebro además de un útero’, dijo ella, ‘y uso ambos’”, relató la ex embajadora.

“Hoy, el Congreso tiene aproximadamente un cuarto de mujeres -mayoritariamente Demócratas-“, siguió planteando, para expresar que “eso es solamente la mitad del camino hacia la paridad -y es solamente un indicador de cuán pequeños han sido nuestros números-“.

Hunt también ilustró su análisis, al informar que, desde la instalación del Congreso estadounidense, hace 231 años, alrededor de 350 mujeres han integrado el organismo legislativo, y que la mayoría es actualmente parte del parlamento.

“De los 12,348 individuos quienes han servido en el Congreso desde que se reunió en 1789, casi 12,000 han sido hombres, y la mayoría de las mujeres son miembros actualmente en el cargo”, precisó.

Un cambio radical llegó para la elección presidencial de 2016, con la postulación de Clinton -ex primera dama (1993-1997, 1997-2001),  ex senadora (2001-2005, 2005-2009), ex secretaria de Estado (2009-2013, 2013-2017)-.

Clinton fue la primera mujer quien representó al nororiental estado de Nueva York en el Senado estadounidense, y se desempeñó como secretaria de Estado durante la administración del demócrata Barack Obama, el primer afroestadounidense quien ha desempeñado la presidencia del país.

En virtud del peculiar sistema estadounidense, si bien ganó, la elección popular en 2016

-con 48.2 por ciento de los votos populares y margen de aproximadamente tres millones de sufragios efectivos-, Clinton fue derrotada (42.2 por ciento), en el (Electoral College) Colegio Electoral), el republicano Donald Trump -con 46.1 por ciento del voto popular, pero 56.5 por ciento de la votación en el colegio-.

Al referirse a esa elección presidencial, Hunt expresó: “y, entonces, con 29016, todo cambio”.

“Ya sea que amaran la visión, o la odiaran, los votantes en la pionera postulación de Hillary Rodham Clinton la imaginaron como comandante en jefe (sentada) a su escritorio en la Oficina Oval”, agregó.

“La imagen, en sí misma, agrietó el techo de vidrio, y, cuando jun flagrante misógino aterrizó, en cambio, en la Casa Blanca, en semanas, decenas de miles de mujeres se incorporaron a la política”, siguió planteando.

Hunt aludió, así, a las masivas manifestaciones, principalmente de mujeres, que tuvieron lugar, a nivel nacional en Estados Unidos, en protesta contra la llegada de Trump a la presidencia del país.

Los cuestionamientos a la gestión del mandatario -un empresario misógino, racista, xenofóbico, quien formula declaraciones antojadizas y frecuentemente contradictorias, y es severamente criticado por su deficiente manejo de la pandemia del nuevo coronavirus y de la brutalidad policial racista-, ha conducido a la promoción, por arte de diversos sectores de la sociedad lo mismo que de medios de comunicación estadounidenses, de una campaña que apunta a la eliminación del colegio electoral.

Respecto al cambio en el esquema electoral patriarcal de Estados Unidos, la afroestadounidense Gholar, una ex subdirectora nacional de Compromiso Comunitario y directora de Compromiso Afroestadounidense del Democratic National Committee (Comité Nacional Demócrata, DNC), dijo que “no es nada menos que revolucionario”.

“No fue sino hasta las postulación de Hillary, y la burla de Trump, que las mujeres se galvanizaron en masse (en masa)”, aseguró Gholar, quien preside Emerge (Emerger), una organización no gubernamental dedicada a reclutar y capacitar a mujeres demócratas para postularse a cargos de elección popular, a todo nivel.

Al referirse al trabajo de la organización que preside -creada hace 15 años-, y al creciente interés femenino en competir electoralmente, dijo que se trata de un fenómeno de crecimiento exponencial.

“Después de la elección de 2016, el número de mujeres quienes vienen a nosotros para capacitación, explotó. Ese impulso no se ha detenido”, subrayó.

Ello tuvo incidencia, en algunos estados, en los comicios legislativos de medio período llevados a cabo en 2018.

Ese año, “nuestras alumnas fueron clave en convertir, al Organismo Legislativo de Nevada y a la Cámara de Representantes de Colorado, en las primeras asambleas (parlamentarias), de estados, de mayoría femenina”, indicó, a manera de ejemplo.

“Los organismos legislativos de los estados (…) son el canal hacia cargos superiores”, explicó Gholar, para agregar que “el Congreso de Estados Unidos tiene, actualmente, cinco alumnas de Emerge”.

La experta aseguró que “la elección de 2018 fue un punto de inflexión para el poder político de las mujeres en este país”.

Lo mismo dijo respecto a las candidaturas femeninas para altos cargos de elección popular, y aseguró que “el hecho de que Kamala Harris pueda ser nuestra primera vicepresidenta, tiene profundo significado ara nosotros, en las comunidades de color”.

La Gholar aludió así al mestizaje de Harris, quien es hija de madre nacida en India y de padre oriundo de Jamaica.

La postulación de Harris “me llenó, lo mismo que a tantas mujeres y niñas a nivel nacional, de la esperanza de cómo puede verse, nuestra nación, en el futuro”, dijo.

Al respecto, Swanee dijo que “si ella (Harris) se convierte en nuestra presidenta, eso será, en muchos sentidos, un viraje justo”.

En ese sentido, Gholar expresó que “espero que esta ocasión sea un momento para ser enseñado, que obligue a un diálogo sobre ‘democracia inclusiva’”, y agregó que “estaremos mirando hacia atrás por los pasados 100 años, como debemos, pero hacia lo que realmente miro por delante es a los próximos 100”.