Mujeres quienes, a nivel mundial, se desempeñan en círculos de poder, o se destacan por su trabajo contra la violencia de género, están en la mira de misóginas campañas, en línea, que apuntan a desprestigiarlas.

Se trata, principalmente, de la difusión de información falsa sobre la identidad sexual de las agredidas, precisó, al informar sobre el tema, la Agence France-Presse (AFP).

Entre las destinatarias más conocidas de esas iniciativas de odio figuran la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, así como la primera dama francesa, Brigitte Macron, y la ex primera dama estadounidense Michelle Obama, precisó la agencia informativa.

Tales acciones, que procuran silenciar a las seleccionadas, pueden tener impacto personal, ya que llegan a destruir carreras públicas, aseguraron algunas expertas citadas en la nota informativa que, difundida el 4 de enero, AFP tituló “Las fake news, una temible arma contra las mujeres poderosas”.

La tendencia difamatoria preocupa a Naciones Unidas, que denunció, el año pasado, la situación, además de que la Unión europea (UE), por intermedio de su parlamento, advirtió que esas campañas han incidido en el hecho de que los casos de crímenes de odio contra la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, intersexuales, y más (Lgbti+), presenten una tendencia alcista, señaló.

Ardern, Macron, y Obama, quienes son “mujeres poderosas, tienen en común haber sido víctimas de informaciones falsas sobre su identidad de género o sobre su sexualidad, con el objetivo de burlarse de ellas o humillarlas”, planteó el medio de comunicación francés.

Se trata de “actos malintencionados que preocupan a la ONU, que el pasado abril denunció en un informe un número creciente de ‘campañas de desinformación sexista en línea’, especialmente contra ‘mujeres periodistas, políticas y defensoras de la igualdad de sexos que suelen pronunciarse sobre asuntos feministas’”, agregó.

“En cualquier caso, más allá de cómo han podido afectar a personas influyentes, esas campañas de desinformación probablemente han contribuido al aumento registrado en los últimos años de los crímenes de odio denunciados contra personas LGTBI+ en Europa», alertó en julio el Parlamento Europeo.

“Desde hace meses, mensajes en las redes sociales sostienen que Brigitte Macron, esposa del presidente francés Emmanuel Macron, sería una mujer transgénero cuyo nombre de nacimiento era Jean-Michel”, precisó AFP.

“Una información falsa que ganó viralidad en diciembre, a unos meses de las elecciones presidenciales del próximo abril”, agregó.

La agencia informativa francesa aludió así a la votación a llevarse a cabo el 10 de abril, contienda para la cual Macron no ha lanzado, formalmente, su candidatura a la reelección, aunque sus actividades políticas parecen indicar que su intención es apuntar a un nuevo mandato quinquenal.

El medio de comunicación señaló, asimismo, que Ardern y Obama “también fueron objeto de rumores, en 2017 y 2018, que afirmaban que eran varones al nacer”.

Igualmente, mencionó que, “en 2013, un rumor que afirmaba que había bailado en ropa interior en televisión le costó a Laura Boldrini, expresidenta de la Cámara de Diputados italiana, miles de insultos sexistas, amenazas de violación y montajes pornográficos”.

Por otra parte, “Intidhar Ahmed Jassim, candidata a las elecciones parlamentarias de Irak a principios de 2018, tuvo que renunciar a presentarse tras ser acosada por unos internautas que afirmaban haberla reconocido en un video sexual”, indicó la agencia.

En opinión de Lucina Di Meco, feminista y cofundadora de #ShePersisted (EllaPersistió) -organización mundial que combate la desinformación-, las fake news difundidas contra mujeres de alto perfil, procuran “silenciarlas, y apartarlas de la esfera política”.

“Al impedir que (…) participen en la vida pública, o al presionarlas para que dejen de hacerlo, la desinformación con sesgo de género no hace más que favorecer la erosión de las instituciones democráticas”, precisó Di Meco, una de las expertas citadas por AFP, en la nota informativa.

Por su parte, Marylie Breuil, integrante del colectivo feminista francés Nous Toutes (Nosotras Todas) -que lucha contra la violencia sexista, sexual, o económica-, expresó que tales campañas, tienen “impacto en la vida real”.

Según esta activista, como consecuencia de rumores misóginos viralizados en redes sociales, “la carrera de cualquier persona que se exponga públicamente, puede quedar totalmente destruida”.

Se trata, además de “un fenómeno que suele estar acompañado de actos de acoso, tanto en internet como fuera de la red”, advirtió.

Al analizar el tema, Réjane Sénac, directora de Investigación del Institut d’Études Politiques de Paris (Instituto de Estudios Políticos de París) -también conocido como Sciences Po (Ciencias Po), fundado en 1872-, dijo que “este tipo de desinformación, con sesgo de género, suele vehiculizar estereotipos, atacando aquello que percibe como no conforme, respecto a un modelo heteronormativo clásico”.

Entretanto, al referirse al caso específico de Brigitte Macron, la antropóloga y cofundadora del Observatoire Des Transidentités (Observatorio de Transidentidades) Maud-Yeuse Thomas, aseguró que “la transidentidad se utiliza como un vehículo para quebrar la reputación de alguien con una posición de poder en la jerarquía social”.

Además, “difundir rumores sobre una supuesta transidentidad u homosexualidad, refuerza la estigmatización de las personas LGTBI+”, precisó.

Al respecto, Marie-Joseph Bertini, profesora de Ciencias de la Información y la Comunicación, de la Université Nice Sophia Antipolis (Universidad Nice Sophia Antipolis), en la costa sureste francesa, planteó que, “al afirmar que Brigitte Macron tiene una masculinidad escondida, los que propagan el rumor, utilizan la transidentidad, que ven como una humillación, como un arma arrojadiza”.