El Régimen de Excepción vigente en El Salvador, para combatir la delincuencia pandillera, no ataca los casos de femicidio, y las autoridades ignoran ese crimen cuando dan a conocer cifras sobre homicidios

Si bien presentan una reducción numérica, los asesinatos de género persisten como la más brutal manifestación del machismo agresor en un contexto social de fuerte componente patriarcal, plantearon las activistas, citadas en la nota informativa que, sobre el tema, el medio de comunicación elsalvador.com difundió el 11 de febrero.

De acuerdo con los datos más recientes revelados por la no gubernamental Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), mientras el total anual de femicidios bajó de los 82 que la oenegé registró para 2021, a los 68 identificados para 2022, el número de asesinatos se ubicó en siete para las semanas de 2023 transcurridas del 1 de enero al 9 de febrero.

Según el monitoreo que Ormusa lleva permanentemente a cabo, tres de los femicidios perpetrados en el inicio de 2023 ocurrieron en el transcurso de apenas 48 horas.

Al respecto, Silvia Juárez, Coordinadora del Programa de Derecho a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, implementado por Ormusa, “es grave la situación”.

“Lo que pone de manifiesto (la comisión de) al menos siete feminicidios en un mes y ocho días (de 2023) es que ni siquiera el régimen de excepción, ni la suspensión de garantías individuales, ha logrado contener los feminicidios en El Salvador”.

Juárez hizo, así, referencia a la medida puesta en vigencia, el 27 de marzo de 2022, para combatir el pandillerismo -que el régimen del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, define como terrorismo-.

Cumplida por períodos mensuales la fuerte acción represiva antipandillera ha resultado, hasta el 6 de febrero, en la detención, según datos oficiales al 6 de febrero, de 63,512 sospechosos de ser mareros (pandilleros).

El Régimen de Excepción ha recibido, hasta ahora, 10 prórrogas mensuales, aprobadas por la Asamblea Legislativa -parlamento unicameral-, dominada por el oficialismo -el gobernante y derechista partido Nuevas Ideas y tres aliados, que reúnen a 64 de los 84 diputados-.

De acuerdo con reiteradas declaraciones de altos funcionarios gubernamentales, las operaciones militares-policiales, que tienen constantemente lugar a nivel nacional, han generado días durante los cuales no se ha registrado ningún homicidio, dato que es destacado por medios de comunicación progubernamentales.

Por ejemplo, el Diario La Huella -cuyo lema es “Marcando la Verdad”, aseguró, el 7 de enero, citando al ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, y al director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Arriaza, que “enero 2023 suma seis días consecutivos sin asesinatos en el país”.

“Con las acciones ejecutadas en la Guerra Contra Pandillas, El Salvador vive una verdadera paz y libertad, sumando días con cero asesinatos”, señaló el periódico, para precisar, a continuación, que “este 06 de enero finalizó sin muertes violentas”.

El dato contradice el monitoreo de Ormusa –siete femicidios para el período del 1 de enero al 9 de febrero-, y fortalece el planteamiento de organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres en el sentido de que el régimen de Bukele, misóginamente, ignora los asesinatos de género.

Juárez explicó que los femicidios constituyen el punto brutalmente culminante de una serie de manifestaciones de agresión machista.

“Todos estos episodios de violencia, de maltrato, de expresiones verbales, son antesala del feminicidio”, precisó.

“Es lo que el Estado debería de atender, de manera urgente, como una emergencia nacional a todos los niveles”, planteó, para denunciar, a continuación, que “lo que vemos es, justamente, lo contrario”.

Ello resulta en impunidad, disfrazada de arrepentimiento por parte de los agresores, lo que facilita la reiteración de los ataques que, una proporción considerables, culminan en femicidio -cometido, la mayor parte de las veces, por la pareja o una ex pareja de la víctima, destacó la experta.

“Por eso, el ‘voy a cambiar’, de los hombres violentos, en realidad, es una falacia en un país que tolera la violencia machista”, reflexionó, como advertencia, además de indicar que “la inseguridad, para las mujeres, sigue siendo latente”, lo que muestra que el aspecto, desde el punto de vista “de seguridad, está siendo abordado desde una perspectiva incompleta”.

“Más allá de la perspectiva de violencia social, hay que entender otros factores”, recomendó.

Entre ellos, el que tiene que ver con el “favorecimiento a la impunidad y la desidia con las que son tratados los hechos predelictivos del feminicidio”, señaló, para puntualizar, en calidad de denuncia, que “hay alertas tempranas, y que podemos advertir, pero que en El Salvador diversas autoridades no están considerando”.

Foto: Arina Krasnikova