La violencia criminal machista en Honduras se agudizó en 2023, con el registro de ochenta y nueve femicidios más que el año anterior, de acuerdo con los cálculos del no gubernamental Centro de Derechos de Mujeres (CDM)

El 2024 en Honduras, se presenta poco esperanzador, ya que los primeros días de enero fueron tiempo para el asesinato de quince mujeres, según los datos más nuevos que el CDM difundió en su sitio en Internet.

Uno de los hechos más recientes fue la matanza de tres mujeres jóvenes, ocurrida en algún momento en las 48 horas transcurridas desde la noche del 7 hasta la noche del 9 de enero, en el isleño departamento (provincia) caribeño de Islas de la Bahía, frente a la costa norte del país centroamericano, de acuerdo con versiones periodísticas local e internacionales.

El CDM registró, para 2023, a nivel nacional, 386 femicidios -en promedio, más de uno por día-, lo que significa 89 más que los 297 que la oenegé contabilizó para el año anterior.

Entre los datos correspondientes a 2023, en el desglose mensual de tales crímenes, se destaca el hecho de que junio presentó la mayor incidencia, con 92, seguido por enero (38), febrero (36), y julio (34), mientras el total más bajo correspondió a diciembre (17).

Por distribución geográfica, el departamento (provincia) más violento fue el central Francisco Morazán -donde se encuentra Tegucigalpa, la capital nacional-, con 108 víctimas fatales, seguido por el noroccidental y caribeño Cortés -limítrofe con Guatemala- (79), y el oriental Olancho -fronterizo con Nicaragua- (28).

En cuanto al instrumento usado por los agresores, se destaca las armas de fuego (en 220 casos) y las punzocortantes (en 48), y en menor medida las incendiarias o los explosivos (29), a lo que se suma la agresión por estrangulamiento o golpes (16).

En lo que tiene que ver con el inicio de 2024, el CDM informó que su monitoreo registró 16 femicidios, para los primeros quince días.

Entre esos asesinatos figura el femicidio múltiple de las tres jóvenes ocurrido en la localidad de Roatán, la capital departamental localizada en la isla de igual nombre.

Según las versiones periodísticas, las víctimas fueron identificadas como, María Antonia Cruz, Nikendra McCoy, y Dione Solórzano, quien desaparecieron la noche del 7 de enero, y fueron halladas, sin vida, la noche del 9, en el interior de un automóvil.

El principal sospechoso del triple asesinato es el ciudadano estadounidense Gilbert Santiago Reyes, ex pareja sentimental de Solórzano, y, al parecer, propietario del vehículo dentro del cual las autoridades encontraron, sin vida, a las jóvenes, de acuerdo con las mismas fuentes.

Al respecto, el diario hondureño El Heraldo indicó, el 10 de enero, que, “de acuerdo con la información que la familia de Dione ha dado a los medios, ella y el sospechoso tenían una relación de varios años, y un hijo en común”.

“Ellos habían terminado la relación desde hace algún tiempo ya, porque Gilbert era muy celoso y violento”, agregó el periódico cuya edición impresa matutina circula a nivel nacional.

“La pareja se conoció en Estados Unidos, de donde Gilbert es Originario, y donde Dione trabajaba hace algún tiempo”, precisó, a continuación.

El Heraldo también informó que, “tras la alerta de desaparición (de las jóvenes), las autoridades comenzaron con la investigación del caso”.

“Uno de los primeros sospechosos de lo que estaba pasando ere Gilbert”, agregó.

“El martes 9 de enero, tras varias horas de desaparición de las jóvenes, la Policía Nacional confirmó que el estadounidense salió del aeropuerto de Roatán, con destino a Estados Unidos, el lunes por la tarde”, según la misma versión periodística.

“Esta acción hizo que las autoridades lo pusieran como el primer sospechoso”, precisó el diario.

Respecto al triple femicidio, la embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu, expresó, en la red social X, en un mensaje redactado en español, que “Estados Unidos condena enérgicamente las horrendas muertes de Dione Solorzano, Nikendra McCoy y María Antonia Cruz”.

“Es imperativo poner fin a los femicidios”, planteó, para, a continuación, expresar la seguridad de que “Estados Unidos colaborará con el sistema de justicia hondureño para tomar todas las medidas legales y apropiadas con el fin de llevar ante la justicia al presunto autor de estos homicidios”.

En ese sentido, al mencionar la existencia de un convenio binacional de extradición, Dogu explicó que “este tratado permite la extradición de sospechosos de asesinato desde Estados Unidos hacia Honduras”.

“Sin embargo, hasta ahora no hemos podido extraditar a hondureños que cometieron homicidio en Estados Unidos”, aclaró, además de señalar que “esperaos trabajar con el gobierno de Honduras para que esto suceda”.

Oacnudh externó desasosiego ante los niveles de extrema violencia de género

Por su parte, la representación local de la Oficina del alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), externó desasosiego ante los niveles de extrema violencia de género que presenta Honduras, país que, junto con El Salvador y Guatemala, integra el Triángulo Norte de Centroamérica -una de las regiones más violentas a nivel mundial-.

En cuanto al triple femicidio, la agencia especializada planteó que pone de manifiesto la necesidad de contar, lo más rápidamente posible, con una política que haga frete a los hechos de agresión machista.

La dependencia de Naciones Unidas expresó, en el comunicado que difundió, el 11 de enero, en su sitio en Internet, “preocupación por la grave situación de violencia que enfrentan las mujeres en Honduras”.

“Según cifras publicadas por la Secretaría de Seguridad, en el 2023, se han registrado 380 muertes violentas de mujeres, representando un incremento de 24.2% comparado con el 2022”, agregó, al mencionar cifras oficiales que, esencialmente, coinciden con los datos difundidos por el CDM.

En este sentido, precisó que “otros observatorios de la violencia contra las mujeres confirman la misma tendencia”, a lo que se suma el hecho de que “el sistema (telefónico) 911 ha registrado 78,214 denuncias de violencia contra las mujeres entre enero y noviembre 2023”.

“Las cifras en el caso de la violencia contra las mujeres demuestran una tendencia contraria a la reducción de más del 17% de la tasa general de homicidios anunciada por la Secretaría de Seguridad con respecto al 2022”, aclaró.

“De especial preocupación resulta la información según la cual al menos once mujeres habrían sido asesinadas en los primeros diez días del 2024”, planteó.

Al respecto, la Oacnudh señaló que “el reciente caso de las muertes violentas de tres mujeres jóvenes en Roatán (…) evidencia la urgencia de desarrollar e implementar, de manera urgente, una estrategia integral del Estado para el abordaje de la violencia por razón de género”.

“En particular, es necesario acelerar la aprobación de marcos legales adecuados, el fortalecimiento de medidas de protección de las mujeres -como las casas refugio, así como avanzar en los procesos de investigación, persecución, y sanción”, planteó, en calidad de recomendación.

Lo anterior, “incluyendo casos emblemáticos como el de Keyla Martínez, entre otros, para asegurar la no repetición de los hechos y revertir las altas tasas de impunidad”.

La Oacnudh hizo, así, alusión al asesinato de Martínez, ocurrido el 7 de febrero de 2020, poco antes de la medianoche.

En tiempo de estrictas restricciones por la pandemia, Martínez, de 26 años -estudiante de enfermería en la pública Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah)-, se reunió, esa noche, con amigas, para cenar.

La joven fue detenida aproximadamente a las 2345, y acusada de haber violado el toque de queda impuesto, como medida declaradamente sanitaria, por el gobierno del narcopresidente (2014-2018, 2018-2022) Juan Orlando “JOH” Hernández -actualmente detenido y a la espera de juicio, bajo cargos de narcotráfico, en Estados Unidos-.

Martínez fue hallada, la mañana siguiente, sin vida, en la celda en la que fue recluida, en la Unidad Departamental de Policía Número 10, en la ciudad de La Esperanza, la capital del occidental departamento de Intibucá -fronterizo con El Salvador-.

Según la versión, la joven se suicidó, usando, para ello, un suéter, aunque el Ministerio Público (MP) llegó a determinar que se trató de un asesinato mediante asfixia.

Respecto a la crisis que, en materia de violencia de género, Honduras presenta, la Oacnudh planteó, en el comunicado, que, “en materia de prevención, es necesario aplicar políticas de seguridad diferenciadas y especializadas en la violencia por razón de género”.

Ello, “incluyendo la coordinación con instituciones del Estado competentes,

como educación, salud, desarrollo social, entre otras”, puntualizó.

También recomendó, en calidad de exhortación, al Estado hondureño, “a colocar, a la erradicación de la violencia contra las mujeres, como prioridad y como un elemento central de las políticas de derechos humanos, justicia y seguridad”.

Foto: Cottonbro Studio