La Directora Ejecutiva del Banco de Alimentos de Costa Rica desarrolla un esquema de trabajo de alto impacto en la mejora de la calidad de vida de miles de personas.

Hace casi dos años, la ingeniera industrial, con maestría en Administración de Empresas, Francia Linares Orozco, asumió la Dirección Ejecutiva del Banco de Alimentos de Costa Rica.

Con amplia experiencia en el sector de alimentos, Linares Orozco, tiene como labor principal  coordinar el equipo de trabajo las labores y acciones que logren cumplir día a día con la misión y visión de esta organización, en la forma más efectiva posible.

“El Banco de Alimentos es una organización sin fines de lucro, cuyo objetivo principal es obtener donaciones de alimentos y productos de primera necesidad para luego distribuirlos en poblaciones vulnerables a través de organizaciones sociales y comunitarias en todo el país”, afirma la Directora Ejecutiva.

La principal meta a alcanzar, según lo describe Linares Orozco, es desarrollar un esquema de trabajo robusto y transparente, ejecutado por un equipo de trabajo empoderado y consciente del impacto de la labor diaria en la calidad de vida de miles de personas.

El Banco de Alimentos de Costa Rica mantiene su compromiso de lucha contra el hambre en el país al llegar a 7 años de operación, contando con unas 247 organizaciones sociales que reciben alimentos y productos de primera necesidad y que benefician a más de 40 mil personas en todo el país.

Las diferentes organizaciones beneficiarias atienden poblaciones vulnerables como adultos mayores, niños en condiciones de pobreza, así como personas que viven en la calle, entre otros, convirtiéndose esta organización en uno de los mejores ejemplos de solidaridad en Costa Rica.

“El principal reto a superar en el Banco, es lograr una estabilidad financiera sustentable que nos permita alcanzar los objetivos propuestos”, sostiene la Directora Ejecutiva.

Con el objetivo de brindar una mejor cobertura de servicios en todo el territorio nacional, el Banco ha instalado 3 sedes, en San José, Guanacaste, Limón y una ruta semanal hacia la zona de San Carlos, logrando así distribuir los alimentos a organizaciones en las zonas con mayor pobreza.