En Costa Rica se diagnostican al año unos 2 mil casos de cáncer de mama, hay alrededor de 500 pacientes con cáncer de seno metastásico.
Si hay una persona a la que se le puede llamar valiente, esa es Katherine Murillo, esta mujer de 45 años en lugar de sentarse a llorar y lamentarse, le sonríe a la vida y busca ayudar a los demás.
Hace cinco años ella fue diagnosticada con cáncer de seno, le hicieron una mastectomía, el año pasado la enfermedad regresó por lo que le realizaron un segundo procedimiento y con el fin de ayudar a otras mujeres a superar esta fase es que nace Fundación Alma.
Ellos pretenden ser un modelo de empresa social que genere oportunidades para las pacientes y sobrevivientes de cáncer de mama de escasos recursos en Costa Rica. Trabajan tres áreas: apoyo emocional, nutrición y emprendedurismo.
“Si la persona ocupa tratamiento psicológico se lo damos, si parte de sus problemas son económicos, que la mayoría del tiempo va ligado, usted tendrá herramientas para ayudarse en la parte financiera ya sea durante el tratamiento o una vez que terminó”, expresó Murillo.
Poca ayuda
Durante su tratamiento, doña Katherine notó que el apoyo psicológico para pacientes con cáncer es casi nulo, para ella el oncólogo siempre se preocupa por la parte física: que los medicamentos funcionen, que no le duela la cabeza o los huesos, que no se presenten náuseas, etc, pero en su criterio nunca le preguntan cómo se sintió a ver la cicatriz de la operación, qué vio.
De acuerdo con su experiencia, ella nunca tuvo a la mano un panfleto o información que le indicara a qué oficina acudir y sacar una cita con una psicóloga- oncóloga para superar este proceso.
“Sé que en algunas fundaciones hay grupos que se reúnen, pero nosotros lo que estamos haciendo es un trabajo individualizado, que usted pueda tener seis u ocho sesiones que es lo establecido, que la paciente pueda tener su espacio en un consultorio con una psicóloga para contar su historia y que ella la retroalimente”, señaló.
Primeros pasos
Fundación Alma tiene unos ocho meses, actualmente tienen tres psicólogas, están en busca de voluntarias para impartir charlas en empresas, asimismo impartirán capacitaciones para las emprendedoras.
Uno de sus objetivos es desarrollar oportunidades de empleo, apoyar y empoderar a las pacientes y sobrevivientes de cáncer de mama y crear un modelo innovador de negocio que permita la sostenibilidad del proyecto.
Aunado a esta labor, doña Katherine confecciona diferentes prendas como gorritos especiales, fajas para colocar los drenos, batas y blusas para pacientes de cáncer de mama. La idea es que los fondos que se recauden con la venta de estos artículos sirvan para colaborarles a las mujeres que requieran la ayuda de la Fundación.
“Cuando el doctor me dice que mi cáncer regresó yo dije ‘algo no aprendí’ y ese algo es que hay que saber dar y ayudar un poco a la gente que le cuesta, hay personas que son muy fuertes, otras que somos un poco más débiles, es ahí donde se tiene que ver al espejo y decir ‘yo puedo’”, aseguró esta luchadora.
Si usted está interesado en ser voluntario, puede comunicarse al celular 8324-4232.
Katherine Murillo es madre de dos adolescentes, quienes son su motor, se encuentra a pocas semanas de terminar su tratamiento de quimioterapia.