Dieta y ejercicios es la mejor receta para prevenir este tipo de grasa, en donde se debe evitar el consumo de alimentos ricos en grasas, azúcares y conservantes

La grasa visceral es la que se acumula en el abdomen, en los espacios entre los órganos, la cual podría ser más dañina porque está más cerca de la vena porta del cuerpo, que drena la sangre del intestino, el estómago, el bazo, el páncreas y la vesícula biliar hacia el hígado. Por lo anterior, las sustancias químicas que la grasa visceral produce llegan al hígado, donde pueden afectar los niveles de colesterol y otros procesos de enfermedad.

En la grasa visceral se producen más de 20 hormonas y prohormonas que afectan los receptores de Insulina induciendo directamente al síndrome metabólico, a la Diabetes tipo ll, hipertensión arterial y más.

Esta grasa libera una enzima llamada Aromatasa que transforma las hormonas masculinas en femeninas y libera FNT y otras “sustancias” que inflaman y lesionan por dentro a tus arterias y a los órganos.

 Además, la grasa visceral:

  1. Se acumula en el hígado dando el famoso “hígado graso”, provocando a mediano o largo plazo cirrosis.
  2. Le “mete” a tu cuerpo en un estado inflamatorio que predispone a enfermedades crónicas y degenerativas.
  3. No hay “lipo” que saque esta grasa.
  4. De nada sirve tener un “peso normal” con exceso de grasa visceral, eso se llama “Obeso de peso normal”.
  5. Su efecto expansor presiona al diafragma permitiendo una mala mecánica ventilatoria o mala respiración y por ende un flujo incorrecto de oxígeno a los tejidos.
  6. En la menopausia es la principal fuente de Estrógenos lo que aumenta la predisposición al cáncer (y otros cáncer) de mama en caso de Obesidad.

Una buena dieta y ejercicios es la mejor receta para prevenir este tipo de grasa, en donde se debe evitar el consumo de alimentos ricos en grasas, azúcares y conservantes.

Foto: Laura Tancredi