Un grupo multipartidista en el parlamento del Reino Unido, procura que los hombres quienes, desde vehículos, hostigan sexualmente a mujeres y a niñas, enfrenten cargos penales.
En ese sentido, está promoviendo reformas a leyes que tienen que ver con el tema, de acuerdo con lo informado por el periódico británico The Guardian.
Una integrante del grupo también plantea que, más eficazmente, esa conducta sea criminalizada, según la información que el medio de comunicación publicó el 10 de mayo.
En opinión de Harriet Harman, legisladora por el centroizquierdista Partido Laborista, resulta absurdo que procurar, desde vehículos, el servicio de trabajadoras sexuales, sea una infracción, pero no así el hostigamiento verbal contra niñas.
Según datos revelados el 10 de marzo por la representación, en el Reino Unidos, de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), la mayoría de la población femenina de esa nación europea -lo mismo adultas que menores-, es víctima de acoso, en espacio públicos.
Las cifras de la agencia especializada indican que “más de 70% de las mujeres en el Reino Unido dice que ha experimentado hostigamiento sexual en público”.
En ese sentido, el desglose de esta información revela que “entre las mujeres de 18-24 años, 86% dijo que ha sufrido hostigamiento en espacios públicos, mientras solamente 3% no recordó que haya experimentado conducta de hostigamiento sexual”, y “el restante 11% optó por no responder”.
Al dar proyección internacional al problema, ONU Mujeres advirtió que “este es un tema global”, para agregar, a continuación, que “cas 9 de cada 10 mujeres en algunas ciudades en el mundo se sienten inseguras en espacio públicos”, además de que “cada 10 minutos, en algún lugar del mundo, una niña adolescente muere como resultado de violencia”.
“Y los sistemas vigentes para reducir la violencia y el hostigamiento NO ESTÁN FUNCIONANDO”, ejemplo de lo cual es el hecho de que “solamente 4% de las mujeres nos dijo que denunció incidentes de hostigamiento, a una organización oficial, con 45% de las mujeres diciendo que no cree que la denuncia ayude a cambiar algo”.
En cuanto a la situación en el Reino Unido, la agencia especializada de Naciones Unidas aseguró que “no estamos dispuestos a seguir aceptando esta realidad”, lo que motivó al organismo a llevar a cabo, desde enero hasta marzo de este año, talleres, en línea, con 400 mujeres y niñas, y a encuestar a miles más.
También, en su sitio en Internet, ha puesto a la firma, una carta abierta, a las autoridades gubernamentales.
“Hacemos esto, porque queremos estar en condiciones de mostrar al gobierno, a los propietarios de espacios públicos, y a las organizaciones donantes, que un futuro diferente es posible”, explicó.
A nivel mundial, “bajo nuestro marco global de ONU Mujeres (denominado) ‘Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros’ (‘Safe Cities and Safe Public Spaces’), hemos capacitado a >2,500 conductores de autobús en Quito (la capital ecuatoriana), implementado una programa de cambio conductual para niños y niñas en escueles en El Cairo (la capital egipcia), y ayudado a cambiar la legislación en Guatemala, para hacer más segura la vida de las mujeres”, informó.
“Ahora, estamos haciendo que este cambio ocurra en el Reino Unido, con una campaña en tres pasos”, precisó.
El primero consiste en “identificar la fuente” de la situación, para lo cual se “construye un completo panorama de datos sobre la seguridad en la vida de las mujeres, para mostrar la realidad de dónde están los verdaderos problemas”, según la información oficial.
El siguiente, consiste en “resolver”, implica “trabajar con propietarios de espacios públicos, transeúntes, y activistas, para diseñar soluciones a la medida, que, efectivamente, funcionan”.
En cuanto al tercer paso, se trata de “ascender”, lo que significa “llevar nuestros hallazgos a los responsables de tomar decisiones, al más alto nivel, para hacer que el cambio dure”.
En cuanto a la necesidad que el hostigamiento sexual desde vehículos sea castigado, Harman y su colega Caroline Nokes -parlamentaria por el centroderechista Partido Conservador-, expusieron, a The Guardian sus coincidentes puntos de vista.
“No tiene absolutamente ningún sentido que el kerb crawling sea una ofensa si su objetivo es solicitar prostitución, pero cuando consiste en gritar abuso sexualizado a una escolar, no lo sea”, expresó Harman, en cuya opinión, “es necesario cambiar la ley”.
La legisladora utilizó la expresión británica kerb crawling que, traducida literalmente, significa “arrastrarse por el borde de la acera”, y que presenta la pronunciación y la grafía que se da, en el Reino Unido, a la palabra “curb” -que, en inglés estadounidense, significa “borde de la acera”-.
Por su parte, Nokes indicó, al periódico, que es partidaria de criminalizar el hostigamiento sexual, y relató que, cuando inicialmente manejó el concepto, durante un programa en una radioemisora nacional, recibió reacciones negativas.
“La gente, básicamente, me decía: ‘por favor, cariño, con calma’”, relató la parlamentaria.
“Sin embargo, cuando hablé con mujeres, ellas estaban viviendo con esto, cotidianamente”, dijo, a continuación.
“El hostigamiento sexual, el asedio con silbidos, está generalizado, no es deseado, y, en algunos casos, puede ser completamente intimidatorio y atemorizante”, explicó, a manera de reflexión.
“Y no es, en lo absoluto, un modo en que una sociedad civilizada debe conducirse”, subrayó.
En declaraciones reproducidas el 10 de marzo, también por The Guardian, a propósito de los datos revelados entones por ONU Mujeres, la directora ejecutiva de la representación de la agencia en el Reino Unido, Claire Barnett, advirtió que “esto es una crisis de derechos humanos”.
Por lo tanto, “no es suficiente que nosotros sigamos diciendo: ‘esto es un problema muy difícil de resolver’”, precisó.
“Necesita atención, ahora”, subrayó, a continuación.
“Estamos ante una situación en la cual las mujeres más jóvenes están, constantemente, modificando su conducta, en un intento por evitar que se las trate como objetos o ser atacadas”, denunció.
En ese contexto, “las mujeres de más edad están denunciado serias preocupaciones respecto a su seguridad personal y si salen de la casa cuando está oscuro, hasta durante el día en invierno”, continuó planteando.
Al referirse al trabajo de ONU Mujeres, en términos generales, indicó que “hemos visto resultados realmente fuertes, en otras parte del mundo”, para agregar que “nuestro problema, ahora, es que, algunas veces, en el Reino Unido, pensamos que somos una luz de guía, en términos de progreso, y olvidamos trabajar sobre la violencia de género que aún ocurre, diariamente, en casa”.
Esto ocurre, “especialmente, a mujeres y grupos marginados”, puntualizó.