Diferentes sectores en Holanda dirigen esfuerzos en disminuir las diferencias entre hombres y mujeres, siendo el rectorado de la Universidad Técnica de Eindhoven, el que se comprometió durante año y medio solo a aceptar hombres en puestos de investigación científica, sino hay candidatas adecuadas.

Con esta medida el rectorado desea que un 25% de los puestos de profesor titular y un 35% de los asistentes estén cubiertos por mujeres, con el fin de buscar un mayor equilibrio de género entre sus científicos.

Ante esta medida, los que apoyan tal decisión, sostienen que la discriminación inversa busca el reconocimiento normativo de ciertas medidas correctivas que suponen brindar un trato desigual favorable para aquellas personas que sufren una situación de discriminación por razones económicas, de nacionalidad, raza, sexo, o de insuficiencia física.

Cabe mencionar que la discriminación positiva es legal en Holanda, siempre que haya grupos poco representado en algunos sectores.