El inicio de 2022, en Honduras, con un femicidio por día, en promedio, presenta un panorama sombrío, de acuerdo con lo señalado por la coordinadora nacional de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), la hondureña Margarita Bueso.
Esa variante de la violencia contra la población femenina en el país centroamericano -con cifras superiores a las bajas de naciones en guerra-, es de naturaleza estructural, como ocurre a nivel mundial, aseguró, además, la experta, en declaraciones reproducidas, el 16 de enero, por el medio de comunicación local Proceso Digital.
En el contexto crítico que enfrentan las mujeres, el plan de gobierno de la presidenta electa, la centroizquierdista Xiomara Castro -quien se apresta a convertirse, el 27 de este mes, en la primera hondureña en el ejercicio del cargo-, genera una esperanza, planteó Bueso.
“Con pesar he visto que en el inicio de este 2022 ya van más de 15 mujeres asesinadas, es decir que una mujer pierde la vida cada día por el solo hecho de ser mujer, generalmente por sus exparejas o por grupos del crimen organizado”, denunció.
La incidencia de los femicidios, en Honduras, “es lamentable, porque, en este país, están muriendo más mujeres que en las naciones que están en guerra, donde sabemos que las mujeres son violentadas de manera sistemática”, aseguró.
“Entonces, Honduras tiene ese grave problema que resolver”, indicó Bueso, una psicóloga quien con anterioridad se desempeñó, al frente de ONU Mujeres, sucesivamente, en Colombia y en Cuba.
“Pero el flagelo no solo atañe a una institucionalidad, o al Estado, sino a toda la sociedad”, puntualizó.
“Sobre esta materia es urgente tomar decisiones de política pública que apoye la prevención del femicidio”, recomendó.
“Es decir, trabajar, previamente, en los diferentes tipos de violencia que se manifiesta contra las mujeres, y evitar que no se llegue a quitarles la vida”, explicó, a continuación.
La experta subrayó que “la violencia contra las mujeres no es normal, y el combate a la violencia no solo es un tema de mujeres: es un tema de la sociedad en su conjunto, de los hombres, de la institucionalidad pública y la privada”.
“Cuando una mujer es asesinada le quitamos su aporte a la sociedad hondureña”, advirtió.
La más brutal expresión del machismo, “es estructural, en Honduras y en todo el mundo, por la división sexual que conocemos desde hace muchos siglos”, dijo.
“Evidentemente, la más grave manifestación de la violencia, es el femicidio, y, lamentablemente, Honduras es uno de los países con mayores tasas de femicidio, no sólo en la región (centroamericana) sino también en el mundo”, agregó.
Bueso hizo, así alusión al hecho de que Honduras, conjuntamente con el Salvador y Guatemala, integra el Triángulo Norte de Centroamérica, área considerada, en términos generales, como una de las violentas a nivel global.
No obstante ello, “paulatinamente, se han ido produciendo avances legislativos, políticos, y de política pública, que todavía hay que fortalecer sobre todo en su implementación”, señaló.
En los dos primeros rubros, la funcionaria internacional señaló el hecho sin precedente de que una hondureña está llegando a la presidencia de la República, y que, del cuatrienio legislativo pasado (2018-2022), al que está iniciándose (2022-2026), el número de diputadas en el unicameral Congreso Nacional -constituido por 128 integrantes- pasó de 28 a 34.
No obstante, “quedan muchísimos retos que abordar en el ámbito de la participación política de las mujeres”, aclaró.
“Hay una ley de paridad, en la normativa nacional, que indica que la participación política debería ser 50/50, y que es aplicable, a lo interior de los partidos políticos, y a los poderes del Estado”, puntualizó.
Al respecto, Bueso reflexionó en el sentido de que “lo importante es reconocer que las mujeres tienen las mismas capacidades de los hombres, para bregar en las aguas de la política”, además de que son “ciudadanas formadas, fortalecidas, y con posibilidad de aportar muchísimo”.
En cuanto al componente de género contenido en el programa de gobierno de la presidenta electa, dijo que la coalición de partidos que logró la victoria, “cuando estaba en campaña (electoral), fue la única instancia política que presentó un plan de género”.
“Vemos que hay una decisión de la presidente electa, Xiomara Castro, en trabajar en los temas de las mujeres”, indicó.
De modo que “tenemos las esperanzas puestas (en) que ese plan (…) se implemente, y que se fortalezca la institucionalidad dedicada al trabajo con las mujeres, como lo es el Instituto Nacional de la Mujer, y otras instancias”, expresó.
Al recibir, el 31 de diciembre, la credencial que la confirmó como la próxima presidenta de la República, Castro aseguró que, como mujer, se plantea marcar la diferencia, en el contexto de crisis sociopolítica, económica, de seguridad, y sanitaria que golpea a la nación.
“Una nueva era comienza”, en el contexto de la historia nacional, etapa que “se escribirá a partir del 27 de enero de 2022”, aseguró la mandataria electa, quien fue postulada por la alianza política de los centroizquierdistas partidos Libertad y Refundación (Libre) y Salvador de Honduras (PSH).
La futura mandataria expresó, ese día, que, para cumplir la tarea, cuenta con el apoyo de “hombres y mujeres comprometidos con el pueblo hondureño”.
Castro, cuyo esposo, el ex presidente Manuel “Mel” Zelaya fue derrocado mediante el cruento golpe de Estado político-militar-institucional que se llevó a cabo el 28 de junio de 2009 -siete meses antes de finalizar su mandato constitucional (enero de 2006-enero de 2010)-, se apresta a asumir el cargo, en medio de una crisis política de consecuencias imprevisibles.
Ello a causa de que, por una escisión en la coalición -lo que generó violencia física entre diputados en el unicameral Congreso Nacional-, un sector de la bancada de Libre apoyó, para la presidencia del organismo legislativo, a Jorge Cálix -legislador por este partido-, mientras que otro grupo de esa agrupación apoyó a Luis Redondo -diputado por el PSH-, tal como se había acordado.
Esto determinó que, en las afueras de la sede parlamentaria, los partidarios de Redondo llevasen a cabo una sesión paralela, eligiendo a ese parlamentario como presidente del organismo legislativo.
La crisis parlamentaria estalló el 23 de enero, dos días antes del inicio de la legislatura 2022-2026.
El mismo día, en la red social Twitter, la presidenta electa anunció que reconoce a Redondo como presidente de la Junta Directiva parlamentaria.
En el contexto de crisis que enmarca a la asunción presidencial de Castro, las opciones constitucionales para su promesa (juramentación) son tres.
De acuerdo con el artículo 244 de la Constitución, “la promesa de Ley del Presidente y del Vicepresidente de la Republica será presentada ante el Presidente del Congreso Nacional, si este estuviere reunido, y, en su defecto, ante el Presidente de la Corte Suprema de Justicia”.
La disposición prevé, a continuación, que, “en caso de no poder presentarla ante los funcionarios antes mencionados podrá hacerlo ante cualquier Juez de Letras o de Paz de la Republica”.
Según versiones periodísticas locales, a causa de la caótica situación parlamentaria, Castro habría optado por la tercera de las tres alternativas constitucionales.
En materia de política de género, el programa de gobierno de la futura jefa de Estado incluye, puntualmente, nueve propuestas.
Se trata, en primer lugar, de “introducir la perspectiva de equidad de género mediante la participación de verdad paritaria en todo proceso político”, seguida de la intención de “aumentar el presupuesto para asegurar el abastecimiento de métodos de planificación familiar para las mujeres en los centros de salud y educativos”.
A continuación, aparece la iniciativa consistente en “facilitar la distribución, venta y uso de la PAE” -en alusión a la píldora anticonceptiva de emergencia-, medicamento “que permite interrumpir la fertilización en sus primeras horas”.
La propuesta de trabajo presidencial también prevé “despenalizar el aborto por 3 causales: 1. en caso de violación, 2. en caso de que la vida de la madre corra riesgo y de 3. malformaciones fetales que impidan una vida digna”.
Asimismo, “crear refugios de mujeres y niños víctimas/sobrevivientes de violencia”, además de “impulsar proyectos agroecológicos productivos en las comunidades, con miras a construir una alternativa de ingreso para las mujeres”.
Las proyectadas iniciativas están contenidas en el quinto de los 16 capítulos de que consta, en 68 páginas, el Plan de Gobierno para Refundar Honduras 2022-2026.
Castro se apresta a reemplazar, en la presidencia, al desprestigiado Juan Orlando Hernández (2014-2018, 2018-2022), señalado por autoritarismo, así como por hechos de corrupción -entre ellos, vínculo con el narcotráfico-.