La igualdad de género es uno de los componentes que la construcción de la nueva normalidad, a partir de la crisis sanitaria generada por la pandemia mundial del nuevo coronavirus, requiere urgentemente.
Asimismo, se necesita que los movimientos feministas sean apoyados, así como que las mujeres en posiciones de toma de decisiones, a nivel mundial y en los ámbitos nacionales, promuevan el liderazgo femenino, aseguró la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), la chilena Michelle Bachelet.
Las actuales líderes, en sus respectivos campos de acción, deben aportar a consolidar el respeto a los derechos de las mujeres y las niñas, planteó, además, al participar, mediante un mensaje grabado, en la Cumbre de Mujeres Líderes Políticas 2012 (Women Political Leaders Summit 2021), llevada a cabo el 21 de junio, en modalidad virtual.
En ese sentido, las dirigentes tienen que lograr que se conozca las historias individuales de las mujeres quienes, a nivel global, son víctimas de las diferentes formas de desigualdad por motivo de género, y que se actúe al respecto, señaló Bachelet, en su intervención en la reunión cuyo tema central fue “Construyendo hacia adelante: Mujeres Líderes Políticas determinando la nueva normalidad” (“Building forward: Women Political leaders determining the new normal”).
“Entonces, cómo podemos hacer, del liderazgo de las mujeres, ‘la nueva normalidad’?”, preguntó la comisionada, una ex presidenta (2006-2010, 2014-2018) de Chile, quien fue presa política de la dictadura militar que gobernó, durante el período 1973-1990, al andino país sudamericano.
Se trata de cumplir tres aspectos básicos, respondió.
“Primero, la igualdad de género, es un imperativo urgente”, comenzó a explicar.
“Está en el corazón de la recuperación, para mejor, de la pandemia, y como medio para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, agregó, a continuación.
Bachelet hizo referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, contenidos en la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 -aprobada en 2015, por la Asamblea General de las Naciones Unidas-, consisten en 17 metas cuyo cumplimiento se prevé, a más tardar, para dentro de nueve años.
El quinto objetivo, se refiere al componente de “Igualdad de Género”, con miras a “poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas”, lo que, simultáneamente, es un derecho humano básico, además de constituir un aspecto clave en materia de desarrollo sostenible.
“Se ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial”, según lo indicado en ese punto.
La alta comisionada agregó, al dirigirse a la conferencia, que “el derecho, de todas las mujeres y las niñas, a una participación significativa, es clave”.
“No es posible seguir tratando el fin de la discriminación de género, y múltiple, como una idea tardía”, porque “no es una medida opcional”, advirtió.
“Segundo, necesitamos apoyar políticamente, públicamente, y financieramente, al liderazgo y los movimientos feministas, particularmente, de cara a los impactos” de la pandemia, que constituye “un revés contra los derechos de las mujeres y una reducción del espacio cívico”, expresó, a continuación.
“Tercero, todas nosotras, en nuestras respectivas esferas de influencia, podemos hace mucho para promover la igualdad de género y el liderazgo de las mujeres”, aseguró.
“Lo hacemos, denunciando actitudes sexistas, y atesorando la sororidad y la solidaridad, celebrando los éxitos de las mujeres en el poder, y constantemente alentando, a las niñas, a expresarse, y también exigiendo acción de los estados -y actuando, nosotras mismas-“, dijo.
En ese sentido, reflexionó que, “como Toni Morrison dijo: ‘si alguien tiene algo de poder, tiene la obligación de empoderar a alguien más’”.
Bachelet citó a la escritora y docente afroestadounidense (1931-2019) quien, en 1993, fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura.
La ex presidenta aseguró que, “con nuestro poder, nuestras voces, y nuestra energía, contribuyamos a un ambiente en el cual las mujeres y las niñas, en toda su diversidad, vean respetados sus derechos, y sean empoderadas para buscar sus sueños, y lograr su pleno potencial”.
También hizo referencia a las mujeres quienes, a nivel mundial, sufren el irrespeto a sus derechos, pero carecen del poder político o económico para hacerse escuchar.
“Tenemos que asegurarnos de que sus historias también sean relatadas, y que se actúe al respecto”, subrayó.
“Esta es la misión que veo para nosotras, en este muy particular momento: fomentar una sociedad más igual, a medidas que salimos de esta pandemia”, además de “continuar nuestra lucha por quienes no pueden hacerse escuchar”, propuso.
En una Nota Conceptual sobre la cumbre, Mujeres Líderes Políticas (Women Political Leaders, WPL), entidad organizadora de la reunión, explicó los parámetros de la reconstrucción social pospandemia.
Se trata de construir hacia adelante, objetivo hacia el cual se está dando los primeros pasos, aseguró WPL, en el texto difundido en su sitio en Internet.
“A medida que empezamos a visualizar y echar los cimientos para nuestro mundo pospandemia, vemos una sociedad revitalizada donde las mujeres están incorporadas a cada aspecto de la toma de decisiones, desde lo político hasta lo económico, y donde las mujeres en posiciones de liderazgo se han convertido en uh hecho cotidiano”, aseguró.
También explicó que el objetivo de la cumbre fue el de reunir a líderes mundiales para trabajar, en conjunto, “viendo, más allá de la pandemia, hacia una década sin precedente en materia de acción sostenida en la cual se logre avances fuertes, duraderos, sostenibles en el liderazgo de las mujeres”.