La forma de vestirse, peinarse y hasta maquillarse pueden influir en la proyección de una mujer como emprendedora, ya que el aspecto físico resulta fundamental a la hora de competir por una mejor posición en el trabajo.

Dicen que la primera impresión siempre es la que cuenta y con mucha más razón en los negocios, muchas mujeres han conseguido el éxito a través de sus conocimientos, pero también cantidad de veces gracias a su imagen.

La forma de vestirse, peinarse y hasta maquillarse pueden influir en la proyección de una mujer como emprendedora, para la Consultora en Imagen Pública, Irene Jara, el aspecto físico resulta fundamental a la hora de competir por una mejor posición en el trabajo.

“Una buena imagen siempre es asociada con calidad y profesionalismo, por lo tanto desarrollar una buena imagen es útil y otorga poder” aclaró la experta, sin embargo asegura que lamentablemente no todas las mujeres tienen interés por lucir mejor, pero  no se justifica que una ejecutiva que busque día a día su éxito, no cuide su Imagen personal.

Si bien cada mujer tiene su propia imagen y estilo, en ocasiones se cometen muchos errores que hacen que la imagen personal se vea opacada, por ejemplo: Usar ropa con talla más grande o más pequeña de lo que corresponde, no caminar con aplomo, mascar chicle o no conocer las habilidades sociales y normas de comportamiento para conducirse social y laboralmente de manera adecuada, entre otras.

¿Lucir bien cuesta mucho?

Tendemos a pensar que aquellas amigas o compañeras de trabajo que visten bien, gastan mucho dinero para verse bellas, pero como lo indica la especialista, el factor económico no es determinante para una buena imagen personal.

“El saber vestir permite poder hacer compras inteligentes que maximicen un guardarropa, el objetivo es saber comprar piezas clave y en colores básicos para lograr muchas combinaciones a partir de ellas”, comento Irene, pero eso sí dejó claro, que si bien los artículos de buena calidad son más caros, permiten que imagen se potencialice al máximo.

Es fundamental saber que no solo el buen vestir es la clave para la elegancia de una mujer, sino que como lo dijo la Consultora, la elegancia es “saber ser y saber estar”, es decir, comportarse con decoro y naturalidad en todo momento y lugar.

Como en todo debe haber un balance, además de una excelente imagen, también es indispensable una buena educación, Jara asegura que para lograr una buena imagen pública, hay que “ser y parecer”, esto quiere decir que no podemos estar únicamente interesados por la imagen física y el atuendo, sin ocuparnos también en mejorar nuestros conocimientos y capacidades para proyectarnos con profesionalismo y ofreciendo con ello, seguridad y confianza a todos nuestros públicos objetivo.

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