Voceros de empresas líderes en el mundo han afirmado que parte de su éxito se debe a la diversidad, por lo que han promovido el reclutamiento de personas de diferentes etnias, edades y sexo.
En momentos en que se incrementa el discrimen por etnia, nacionalidad, sexo y religión, las empresas comprometidas con la responsabilidad social deben evidenciar aún más su inmunidad a este tipo de violación de derechos humanos y continuar abriendo sus puertas a mujeres, indígenas, jóvenes y todo tipo de personas.
La inclusión en las empresas, especialmente de jóvenes, mujeres y personas de distintas formaciones, requiere reconocer los beneficios que puede traer en los resultados del negocio, aunque algunos teman a “romper la hegemonía” con puntos de vista y opiniones diferentes que sabemos trae consigo la diversidad en cualquier organización. Pero el riesgo de tener poca representación del género femenino, así como de personas entre los 18 a 35 años de edad, y formaciones no tradicionales en juntas directivas como arquitectos, músicos, químicos e informáticos, es más alto, pues ya existen estudios que comprueban que se puede perder ventaja competitiva, al no contar el grupo con visiones, perspectivas y experiencias desiguales, pero enriquecedoras.
Un estudio de The Center for Talent Innovation con 1800 profesionales de diferentes países, demostró que contar con inclusión, representatividad y diversidad genera en los ambientes un impacto directo en los resultados operativos especialmente en la innovación, promoviendo un pensamiento creativo necesario para enfrentar desafíos y soluciones a problemas. ¿Cómo puede lograrse? Muy sencilla la respuesta: el debate respetuoso entre diferentes puntos de vistas, generaciones, opiniones y creencias viabiliza nuevas ideas esenciales para el éxito. El estudio citado confirma que los equipos culturalmente diversos son 45% más propensos a reportar un crecimiento en la cuota de mercado de su empresa respecto al año anterior, y un 70% más propensos a reportar que la empresa capturó un nuevo mercado.
Hay otros estudios, como “Beneficios Macroeconómicos de la Equidad de Género”, del Fondo Monetario Internacional, que indican que la diversidad entre los grupos de trabajo permite generar un mejor ambiente laboral y aporta diferentes puntos de vista.
Las empresas deben practicar la gestión de diversidad con la genuina capacidad de conseguir que las diferentes personalidades, visiones, experiencias, formación y pensamientos de las personas ayuden a alcanzar ventajas competitivas que claramente apuntan no solo a la innovación y creatividad en los negocios, sino también a la eficiencia, motivación y mejora del ambiente de trabajo.
Voceros de empresas líderes en el mundo han afirmado que parte de su éxito se debe a la diversidad, por lo que han promovido formas de pensar provenientes de personas de diferentes etnias, edades y sexo. Estas empresas conforman equipos inclusivos de alto nivel, los oye y valora para desarrollar sus ideas como forma de aportar a la creación de nuevas soluciones, productos y servicios, dando como resultado, como por ejemplo, que un equipo con un miembro que comparte características étnicas de sus clientes, tenga 152% más de posibilidades de comprenderlos mejor.
Queda claro que no solo por razones humanitarias las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos rechazaron el decreto del presidente Donald Trump que prohíbe la entrada a ciudadanos extranjeros de siete países y ofrecieron su respaldo legal para evitar su deportación. Tan importante es la inclusión y la diversidad para líderes como Steve Wozniak, Ev Williams, Pierre Omidyar y Jimmy Wales, cofundadores de Apple, Twitter, eBay y Wikipedia, respectivamente, que firmaron una carta abierta en la que advierten que medidas como esta sería «un desastre para la innovación».
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