La ingeniera española Esther Rituerto considera que la AI puede resultar de alta utilidad para detectar contextos, lo mismo de inminente violencia que de agresión en desarrollo, a través del análisis del sonido

El análisis del sonido es una de las áreas en la cuales la investigación científica y tecnológica está presentado avances que generan la esperanza de una relativamente pronta transición, de la presente etapa de prueba, a la de implementación en la vida real, ámbito cargado de riesgos de agresión que, para mujeres y niñas, a nivel mundial, se materializan cotidianamente.

Impulsora de una exitosa iniciativa en ese sentido, la ingeniera española Esther Rituerto considera que la AI puede resultar de alta utilidad para detectar contextos lo mismo de inminente violencia que de agresión en desarrollo.

El trabajo dirigido por Rituerto fue recientemente distinguido por la Delegación del Gobierno contra Violencia de Género -entidad dependiente del Ministerio de Igualdad-, durante la premiación de tesis doctorales sobre agresión contra las mujeres.

De acuerdo con lo señalado por esa dependencia gubernamental, la investigación llevada a cabo por la ingeniera incursiona, a profundidad, en “el uso de la tecnología de audio, y la inteligencia artificial, para prevenir y combatir (esa violencia)”.

“El impacto de esta investigación, a medio plazo, en los sistemas de protección a víctimas de violencia de género, puede ser muy relevante”, aseguró la delegación, que, según la definición oficial, “es el órgano encargado de proponer la política del Gobierno contra las distintas formas de violencia contra las mujeres”.

También tiene la responsabilidad de ¡impulsar, coordinar y asesorar en todas las medidas que se lleven a cabo en esta materia”, de acuerdo con la misma fuente.

La delegación también precisó que “todo el proceso metodológico empleado es sumamente interesante y riguroso, además de respetuoso con las víctimas”.

Al informar sobre el trabajo de la investigadora, la agencia informativa española Efe indicó, el 1 de abril, que “la tesis de Rituerto nació en el seno de UC3M4Safety, un proyecto de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) que persigue emplear la tecnología en la prevención, la detección, la protección y la lucha contra la violencia de género”.

UC3M4Safety (UC3M4Seguridad) es un equipo multidisciplinario académico de investigación que desarrolló, en 2019, una iniciativa tecnológica -denominada Bindi- para la protección de la población femenina.

Bindi consiste en un collar -con micrófono, para captar audio- y una pulsera -para identificar signos biológicos- que, conectados a un teléfono inteligente, en el caso de una situación de riesgo, emiten -sin que el agresor lo perciba- una señal electrónica en frecuencia policial, que permite la rápida intervención de efectivos de la fuerza de seguridad.

Citada, el 1 de abril, por la agencia informativa española Efe, Rituerto describió el objetivo de su investigación -que ha generado la iniciativa Bindi-, como el de “utilizar el habla, y las señales acústicas que rodean a una mujer, para detectar cuándo una situación puede ser peligrosa para ella”.

La detención del miedo en la voz

El propósito consiste en “detectar el miedo, en su voz, para determinar si está en riesgo de ser atacada por su agresor”, señaló la ingeniera, quien se desempeña en el Hospital LMU (LMU Klinikum) de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich (Ludwig-Maximilians-Universität München, LMU), y en el Instituto Max Plank de Psiquiatría (Max-Plank-Institut für Psychiatrie), ambos en Alemania.

Lo mismo, en cuanto a “sonidos circundantes que alerten del peligro: de pasos acelerados de madrugada, golpes, objetos que se rompen”, precisó.

Efe indicó que, en el hospital y en el instituto, Rituerto investiga la detección de dolencias mentales mediante la aplicación de IA para la creación de imágenes de resonancia magnética cerebral.

La investigadora -especializada en sistemas audiovisuales- planteó que “la inteligencia artificial contribuye a determinar cuándo una situación es de riesgo y hay que enviar una respuesta automática para socorrer a la víctima”.

La agencia informativa indicó, además, que “la ingeniera también estuvo implicada en otra investigación, sobre la utilización de la inteligencia artificial para detectar la condición de víctima de violencia de género a través de la voz”.

Ello significa “que esta tecnología sea capaz de determinar si una mujer ha sufrido maltrato, analizando su voz”, agregó Efe, para informar que “el sistema desarrollado consiguió una precisión del 73 %”.

Rituerto precisó que “el algoritmo, entrenado a partir de datos de víctimas, fue capaz de discernir diferencias palpables entre las mujeres que eran víctimas y las que no, que tenían que ver con el ritmo de la voz, la intensidad, el número de palabras empleadas, la velocidad de la locución”.

“Vimos que era capaz de separar entre víctimas y no víctimas, porque hay algo, en su voz, que las diferencia”, agregó, a continuación.

De acuerdo con lo planteado por la ingeniera, “estos dispositivos podrán estar en funcionamiento en pocos años”.

La investigadora explicó que, “por el momento, las pruebas se han limitado al laboratorio”, y expresó que, “en un futuro cercano, se empezarán a testar (poner a prueba) en la calle”.

El trabajo liderado por Rituerto, además de marcar un decisivo aporte a los esfuerzos por erradicar la violencia machista, plantea un avance en cuanto a reducir la brecha de género que caracteriza, entre otras actividades, al área tecnológica.

Respecto a esa desigualdad, durante el diálogo que llevó a cabo, en marzo de 2023, con mujeres dirigente de sociedad civil a nivel mundial, el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, planteó, entre otros temas, la necesidad de lograr igualdad de género en el acceso a tecnología.

“La tecnología digital -producto de una industria predominantemente masculina-, representa una nueva fuente de discriminación y prejuicios”, advirtió, en calidad de denuncia, durante el encuentro enmarcado en la 67 sesión ordinaria de la Comisión de la Condición Jurídica de la Mujer (Commission on the Status of Women, CSW).

“En lugar de presentar hechos y hacer frente a los prejuicios, la tecnología basada en datos incompletos y algoritmos mal diseñados está digitalizando y amplificando el sexismo, con consecuencias mortales”, aseguró, en la conversación llevada a cabo en la sede de Naciones Unidas, en la nororiental ciudad estadounidense de Nueva York.

Al respecto, Guterres dijo, además, que “la brecha digital de género se está convirtiendo, rápidamente, en la nueva cara de la desigualdad de género”.