La vicepresidenta electa de Estados Unidos, la demócrata Kamala Harris, tiene la fe -tan fuerte como su carácter- de que no será la última mujer quien desempeñe ese cargo.
En su habitual estilo -al mismo tiempo sonriente y enérgico-, la actual senadora piensa en su madre -una joven científica nacida en India, quien emigró a Estados Unidos-, y en las generaciones de tenaces luchadoras locales por los derechos de las mujeres, a quienes considera responsables del momento histórico que está protagonizando.
Al homenajearlas, la dirigente empezó por referirse a “la mujer principalmente responsable de mi presencia aquí hoy, mi madre Shyamala Gopalan Harris, quien siempre estará en nuestros corazones”.
“Cuando ella vino aquí, desde India, a la edad de 19, posiblemente no imaginó, del todo, este momento, pero ella creía, tan profundamente, en un Estados Unidos donde un momento como éste es posible”, expresó.
“De modo que estoy pensando en ella, y en las generaciones de mujeres -mujeres negras, asiáticas, blancas, latinas, nativas estadounidenses quienes, a lo largo de la historia de nuestra nación, han abierto el camino para este momento, esta noche”, dijo, emotivamente.
“Mujeres quienes lucharon y sacrificaron tanto por la igualdad, la libertad, y la justicia para todos, incluidas las mujeres negras quienes con frecuencia -demasiada frecuencia- son ignoradas, pero quienes tan frecuentemente demuestran ser la columna vertebral de nuestra democracia”, continuó reflexionando.
“Todas las mujeres quienes han trabajado para asegurar y proteger el derecho al voto hace más de un siglo, hace 100 años, con la 19 Enmienda, hace 55 años con la Ley de Derecho al Voto, y ahora, en 2020, con una nueva generación de mujeres, en nuestro país, quienes votaron y continúan la lucha por su derecho fundamental al voto y a ser escuchadas”, agregó, en alusión a instrumentos de la legislación nacional que garantizan el sufragio femenino.
“Esta noche, reflexiono sobre su lucha, su determinación (…) me paro sobre sus hombros”, subrayó.
Respecto a su candidatura, formuló un breve aunque intensamente elogioso reconocimiento a Biden.
“Qué testamento es, del carácter de Joe, el hecho de que haya tenido la audacia que romper una de las más sustanciales barreras que existen en nuestro país, y haya elegido a una mujer como su vicepresidente”, expresó.
También reconoció lo que describió como la tenacidad de quienes, en el reciente proceso electoral apoyaron la fórmula presidencial demócrata, no obstante el riesgoso contexto de las múltiples crisis que afectan a Estados Unidos -la emergencia sanitaria causada por el nuevo coronavirus, la dramática situación socioeconómica y laboral derivada de esa pandemia, la violencia racista, la brutalidad policial de orientación étnica, entre otras-.
Al dirigirse a sus compatriotas, expresó que “sé que los tiempos han sido retadores, especialmente en los meses más recientes -el dolor, la aflicción, las preocupaciones, las luchas-, pero también hemos sido testigos de su valentía, su resiliencia, y la generosidad de su espíritu”.
“Durante cuatro años, ustedes han marchado y se han organizado por igualdad y justicia para nuestras vidas y nuestro plantea”, agregó, en alusión al tóxico gobierno del saliente gobernante de Estados Unidos, el empresario Donald Trump, a quien se abstuvo de nombrar.
“Y entonces, ustedes votaron, y transmitieron un mensaje claro”, señaló.
“Ustedes eligieron la esperanza y la unidad, la decencia, la ciencia, y, sí, la verdad”, agregó, para expresar con precisión: “ustedes eligieron a Joe Biden como el próximo presidente de los Estados Unidos de América”.
Harris describió a Biden -quien fue senador durante algo más de cuatro décadas, y dos veces vicepresidente (2009-2013, 2013-2019)- como “un sanador, un unificador, experimentado y seguro”.
En cuanto a su desempeño en el próximo gobierno, Harris aseguró, a sus compatriotas, que, “sin importar por quién hayan votado, me esforzaré por ser una vicepresidenta (…) leal, honesta, y preparada, despertando, cada mañana, pensando en ustedes y en su familia, porque ahora es cuando el verdadero trabajo empieza, el trabajo duro, el trabajo necesario, el trabajo bueno, el trabajo esencial, para salvar vidas y derrotar a esta pandemia, para reconstruir nuestra economía de modo que funcione para la gente trabajadora”.
También, “para erradicar el racismo sistémico en nuestro sistema judicial y nuestra economía, para combatir la crisis climática, para unir a nuestro país, y sanar el alma de nuestra nación”, agregó.
Al respecto, reflexionó que, “aunque to pueda ser la primera mujer en este cargo, no seré la última, porque cada niña pequeña observando, esta noche, ve que éste es un país de posibilidades”.
En ese sentido, dirigió un intenso mensaje a la población infantil, en general.
Hablando “a los niños de nuestro país, sin perjuicio de su género”, les dijo que “nuestro país les ha enviado un claro mensaje: sueñen con ambición, lideren con convicción, y véanse a sí mismo como otros no pueden, sencillamente porque nunca lo han visto”.
Y les aseguró: “pero sepan que los aplaudiremos a cada paso en el camino”.