El establishment estadounidense nunca soñó con un presidente negro, y lo tuvo.

El establishment estadounidense no estuvo preparado para una mujer en la Oficina Oval de la Casa Blanca, y, gracias a un peculiar sistema electoral que permite, al perdedor de la votación, llegar a la presidencia, Hillary Clinton -que ganó con un margen de casi tres millones de sufragios físicos- perdió, en 2016, la votación frente a Donald Trump.

Ahora, la senadora demócrata Kamala Harris -de madre nacida en India y padre oriundo de Jamaica- completa la fórmula presidencial de Joe Biden -el vicepresidente de Barack Obama, el primer mandatario negro en la historia de Estados Unidos-.

Harris, una ex fiscala de distrito de la ciudad de Los Ángeles, en el occidental estado de California -donde nació-, y fiscala general californiana, está en la fórmula electoral de Biden, próximo a convertirse en el candidato presidencial del opositor Partido Demócrata, para oponerse -y, ojalá, vencer- a Trump, el aspirante a la reelección por el gobernante Partido Republicano, en la votación programada para el 3 de noviembre.

Cuando Biden y Harris sean confirmados -un hecho virtualmente seguro-, dentro de algunos días, por la Convención Nacional Demócrata -este año, virtual, a causa de la pandemia del nuevo coronavirus-, la senadora estará, oficialmente, iniciando lo que puede convertirse en su camino hacia la presidencia de Estados Unidos.

Al igual que vicemandatarios tales como Lyndon Johnson (1961-1963), Walter Mondale (1977-1981), George Bush -el padre- (1984-1985, 1985-1989), Al Gore (1993-1997, 1997-2001), y, ahora, Biden, sería factible que Harris se lanzara, si llegase a la vicepresidencia, luego del final de su mandato -dentro de cuatro u ocho años-, a procurar el principal empleo en Estados Unidos.

De lograrlo, Harris estaría posicionada para realizar una limpia, en el centro del poder político estadunidense-y uno de los centros de la política internacional-, tras el misógino, racista, autoritario paso de Trump por el lugar.

La virtual candidata vicepresidencial demócrata aportaría, entre los principales elementos para ello, el mestizaje afroasiático heredado de sus padres.

Nacida en la ciudad de Oakland, en el costero estado de California, Harris es la tercera mujer quien obtiene la candidatura vicepresidencial por alguno de los dos tradicionales partidos políticos estadounidenses, luego de la demócrata Geraldine Ferraro (1984) y la republicana Sarah Palin (2008), aunque numerosas otras mujeres han aspirado al cargo, postuladas por otros partidos, o individualmente, a lo largo de la historia de Estados Unidos.

Dos de los inicialmente veinte precandidatos presidenciales demócratas, Biden y Harris se enfrentaron en sucesivos debates, hasta que, por falta de financiamiento, la senadora por California debió abandonar la pelea, después de haber colocado a Biden, en algunos momentos, “contra las cuerdas”, de acuerdo con diferentes evaluaciones de esos diálogos caracterizados por fuertes intercambios entre contendientes.

Harris se mantuvo, en general, en los primeros lugares, tras las evaluaciones de cada debate.

En un breve mensaje en la red social Twitter, Biden escribió, el 11 de agosto: “tengo el gran honor de anunciar que he seleccionado a @KamalaHarris -una valiente luchadora por el más pequeño, y una de las mejores funcionarias públicas del país- como mi compañera de fórmula”.

Por su parte, Harris tuiteó, de inmediato, que “.@JoeBiden puede unir al pueblo estadounidense porque ha pasado su vida luchando por nosotros. Y como presidente, construirá un -Estados Unidos que esté a la altura de nuestro ideales. Me siento honrada por unirme a él como candidata de nuestro partido a la Vicepresidencia, y por hacer lo que sea necesario para convertirlo en nuestro Comandante en Jefe”.

La virtual candidata aludió así a la crisis social y sanitaria que Estados Unidos enfrenta, y que enmarca al masivo movimiento nacional Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), en firme oposición a la brutalidad policial racista, y, en términos específicos, a la violencia racista sistémica que se expande por el país -algunos de los temas manejados por la legisladora, durante los debates-.

También hizo referencia a las protestas contra el deficiente manejo gubernamental de la actual pandemia del nuevo coronavirus -causante de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19)-, que está golpeando con particular intensidad a Estados Unidos-.

Entre las reacciones iniciales al anuncio, el ex presidente (2009-2013, 2013-2017) Barack Obama -el primer afroestadounidense quien ha desempeñado el cargo y cuyo vicepresidente fue Biden- expresó plena confianza en el eventual desempeño de Harris en la vicepresidencia.

“He conocido a la Senadora @KamalaHarris por largo tiempo. Está más que preparada para el trabajo. Ha pasado su carrera defendiendo nuestra Constitución y luchando por la gente quien merece una oportunidad”, tuiteó el ex mandatario demócrata.

“Este es un buen día para nuestro país. Ahora, vayamos y ganemos esto”, agregó.

Por su parte, el también ex presidente (1993-1997, 1997-2001) Bill Clinton, tuiteó que “esta es una tremenda opción! @KamalaHarris será una gran compañera y ella y @JoeBiden son un equipo fuerte”.

Su esposa, en secretaria de Estado y ex candidata presidencial, Hillary Clinton, escribió, en la misma red social que “esto encantada de dar la bienvenida a @KamalaHarris a una histórica fórmula demócrata. Ella ya ha demostrado ser una increíble funcionaria pública y líder. Y sé que será una fuerte compañera para @JoeBiden”.

“Por favor únanse a mí para apoyarla y elegirla”, agregó.

Entretanto, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi -tenaz opositora a Trump-, tuiteó que, “al nombrar .@JoeBiden a la senadora @KamalaHarris como la candidata demócrata a vicepresidenta marca un hito histórico y de orgullo para nuestro país”.

“Como vicepresidenta, la senadora Harris continuará su legado de liderazgo pionero para mover a nuestra nación hacia adelante”.