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La astronauta con récord femenino está de regreso

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La astronauta estadounidense Christina Koch, poseedora de dos récords espaciales femeninos, está de regreso, y pronta para readaptarse al ambiente terrenal.

En el marco de su participación en tres misiones consecutivas en la International Space Station (Estación Espacial Internacional, ISS), junto con colegas de Estados Unidos, Italia, y Rusia, Koch permaneció 328 días en el espacio, con lo que marcó un récord femenino, además de haberse convertido en una de las dos primeras mujeres caminantes espaciales.

Al informar sobre el exitoso aterrizaje de la norteaemricana y dos de sus compañeros de misión, el 6 de este mes, la estadounidense National Aeronautics and Space Administration (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio, NASA), destacó la marca establecida por la caminante especial.

“Después de haber establecido un récord por el vuelo espacial individual más largo en la historia, por una mujer, la astronauta de la NASA Christina Koch regresó el jueves a la Tierra, junto con el Comandante de Soyuz Alexander Skvortsov, de la agencia espacial rusa Roscosmos, y Luca Parmitano, de ESA -European Space Agency- (Agencia Espacial Europea)”, indicó la dependencia espacial estadounidense, en un comunicado.

La NASA precisó, en el texto de doce párrafos, que la nave, en la cual el trío abandonó la ISS, aterrizó al sureste de la localidad de Dzhezkazgan, en Kazajistán, la mayor part de cuyo territorio se ubica en Asia Central y el resto se localiza en Europa Oriental.

El aterrizaje, asistido por paracaídas, ocurrió a las 1512 hora local, agregó.

“La extensa misión de Koch proporcionará, a investigadores, la oportunidad de observar los efectos, de un vuelo espacial de larga duración, en una mujer, ya que la agencia proyecta regresar humanos a la luna, en el marco del programa Artemis (Artemisa, diosa griega del ambiente), y prepararse para la exploración humana de Marta”, informó.

Según los datos sobre el programa, difundidos por la Nasa mediante su sitio en Internet, la idea consiste en el envío de la primera mujer y un hombre, a la Luna.

“Con el programa Artemis, la NASA llevará a la primera mujer y al próximo hombre a la luna, para 2024, usando tecnologías innovadoras para explorar más que antes la superficie lunar”, de acuerdo con esa información oficial, la que, además, indica que “colaboraremos con nuestros socios comerciales e internacionales, y estableceremos exploración sostenible, para 2028”.

“Luego, usaremos lo que aprendamos, en y alrededor de la Luna, para dar el siguiente gigantesco salto: enviar astronautas, a Marte”, indica la misma fuente.

Al referirse, en el reciente comunicado, a la estadía de Koch en el espacio –y tras informar que la astronauta viajó el 14 de marzo de 2019, a la ISS, junto con su colega Nick Hague-, la agencia espacial indicó que, en esa instalación, la norteamericana “apoyó objetivos de la NASA para futuras llegadas humanas a la Luna”.

También precisó que el viaje de la astronauta cubrió, en alrededor de 11 meses, 139 millones de millas, completando 5,248 órbitas, lo que equivale a aproximadamente 291 viajes ida y vuelta a la Luna, además de que Koch cumplió seis caminatas espaciales –incluidas las primeras tres realizadas solamente por mujeres-, habiendo pasado 42 horas y 15 minutos fuera de la estación espacial.

En un mensaje en la red social Twitter, la NASA expresó, tras el regreso de Koch: “#CongratsChristina (FelicitacionesCristina) & bienvenida a casa”.

También tuiteó que “durante un día en la @Space_Station (Estación Espacial), el sol sale y se oculta 16 veces, a medida que la estación se desplaza alrededor de la Tierra cada 90 minutos a 17,500 millas por hora”.

Por su parte, 24 horas antes del exitoso aterrizaje, Koch tuiteó: “qué extrañaré? La exquisita belleza tanto del planeta Tierra como de esta maravilla que su asombrosa gente creó”.

La astronauta aludió así a la visión de la Tierra, desde de estación y a la estación misma, expresiones que acompañó con una fotografía de ambos elementos.

En cuanto a su readaptación a la vida en la Tierra, y citada por la cadena estadounidense de televisión Univisión, Koch mencionó aspectos tales como el peso de las cosas, el sueño, el tiempo, los alimentos.

“He olvidado cuánto pesan las cosas, cuánto esfuerzo se necesita para mover solo mis brazos y piernas en oposición a la gravedad”, señaló, para agregar que “anticipo que me sorprenderá lo pesadas que están las cosas en el suelo después de 328 días viviendo en microgravedad”.

En su opinión, “creo que el reajuste más impactante físicamente será el equilibrio. En la Tierra confiamos en nuestros ojos y oído interno para mantener la estabilidad. En órbita, sin gravedad, la mente deja de escuchar rápidamente al oído interno. Los ojos se hacen cargo”, de modo que “dependemos únicamente de las señales visuales”.

Respecto al sueño, expresó que “la mayoría de las personas experimentan sacudidas y giros, mientras duermen, incapaces de encontrar la posición perfecta para pasar la noche. Pues yo la encontré! Flotando en un saco de dormir!”.

“Dormir en el espacio ha sido uno de los más relajantes sueños que he tenido: sin puntos calientes, sin sacudidas, sin girar, nunca demasiado caliente ni demasiado frío. Simplemente floto en la posición natural de mi cuerpo”, relató, para preguntarse: “cómo dormiré cuando regrese a la Tierra? Dormiré sobre mi estómago, mi espalda, mi costado? Importará la firmeza del colchón más que nunca? Y qué hay de dormir al lado de alguien en una cama?”.

“He estado flotando en una bolsa sola por 327 noches”, reflexionó, y, en tono de broma, expresó: “ojalá mi esposo no me eche al sofá!”.

Koch también indicó que “el tiempo en la Tierra ha avanzado sin mí”, y que, “si bien he tratado de mantenerme en contacto con familiares y amigos, la estación espacial no solo está aislada físicamente, sino que vivir en este laboratorio en órbita también es una experiencia exclusiva que sé que pasaré toda la vida tratando de explicar”.

Al respecto, se preguntó: “qué ha cambiado con el paso del tiempo? Cuánto tiempo llevará reintegrarme a la vida cotidiana con mi familia y amigos, para ser una presencia real en sus vidas y no solo una voz desde el espacio? Qué sorpresas emocionantes esperan?

Y en cuanto a la alimentación, relató que “en órbita comemos con una cuchara, una cuchara. 328 días con la misma cuchara. Podría ser mi posesión más valiosa en órbita. Todo está en un paquete: bistec, pasta, café. O lo bebemos con una pajilla o lo abrimos y lo comemos con una cuchara. Rehidratamos la mayoría de los 200 elementos diferentes en el menú, y aunque eso parece una gran cantidad de opciones, esas mismas opciones se presentan cada semana. He estado en órbita durante 47 semanas”.

Además, dijo que “algunos de nosotros somos creativos e inventamos combinaciones extrañas de alimentos: una galleta con salsa y camarones de cóctel rehidratados. También desarrollamos técnicas para condimentar las cosas; utilizo una jeringa para inyectar aceite de coco en mi bolsa de café. En pocas palabras, ha pasado un buen tiempo desde que usé un cuchillo y un tenedor”.

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