Conocer y aceptar su cuerpo, atreverse a romper mitos, no temer a nuevas experiencias y buscar información del tema, son parte de los consejos de expertos.
En materia de relaciones sexuales no hay nada escrito, siempre hay información nueva, siempre hay cosas que aprender, pero hay un aspecto que es vital para disfrutar este momento y es la autoestima.
Una pobre imagen de sí misma y poco amor propio inciden en la vida sexual, de acuerdo con la psicóloga Jennifer Valverde existen diversas razones por las que las féminas pueden tener un pobre desempeño sexual y entre ellas está la baja autoestima, vida social muy activa o cansancio, las cuales pueden disminuir su libido.
“Aunado a esto hay muchas variables asociadas como lo son temores, inseguridades, desinformación, estereotipos de género e incluso relaciones tóxicas insertas en un ciclo de violencia que no le permite a la mujer tener un adecuado desempeño sexual”, expresó.
Para la sexóloga Marianela Arias también hay un tema de falta de autoconocimiento, manejo de prejuicios, ideas erróneas, pensamientos que pueden estar bloqueando el «dejarse ir», experiencias desagradables, baja educación sexual, entre otros.
Según Arias, estos son aspectos que pueden influir en que no se dé un disfrute en plenitud de la relación sexual y por tanto se da un bloqueo frente a la posibilidad de entrega y a la percepción de estímulos.
Surge la pregunta si las damas desconocemos nuestro cuerpo, no sabemos nuestros puntos débiles, aquellos que nos encienden, Arias comentó: “no se puede hablar de manera general en esta cuestión, pero claramente hay algunas mujeres que dada una educación sexual restrictiva y una nula conexión con su propio placer pueden no haberse dado el tiempo ni el espacio para conocer su cuerpo, verlo, admirarlo, aceptarlo, sentirlo, explorarlo y/o conectarse con el mismo”.
Mala educación e información
Vivimos en una sociedad machista y con pésima educación sexual, a los hombres se les dice que es asunto de ellos, mientras que a las mujeres que de eso no se habla, Arias manifestó que existen ideas que definen el auto erotismo como algo aburrido, un pecado, algo asqueroso, incomodo, malo, o que merma la capacidad para conocerlo y sentirlo a conciencia.
Valverde añadió que la información que se tenga se ve influida por la historia de vida pues si se ha tenido una educación a nivel sexual rígida y prohibitiva se va a tender a vivir la sexualidad como una prohibición, un tabú y algo vergonzoso y por lo tanto la fémina no va a sentirse motivada a informarse al respecto.
“Parte de ser una mujer plena e integrar es lograr incorporar y abrazar en libertad su propio cuerpo y su placer. De la misma manera, en ocasiones, es la falta de información lo que merma que las mujeres se informen, especialmente en edades más tempranas, donde la educación sexual sigue siendo restrictiva o manejada desde el prejuicio; así que no se trata de que no lo hagan por sí mismas, pero en muchos casos, es que, quizás, tienen menos acceso.
Mejorando la imagen
El autoestima es primordial para tener éxito y disfrutar lo que se hace y el área sexual no está exenta de esto, si se tiene una baja autoestima será difícil aceptar el propio cuerpo.
Es por ello que el empoderamiento es fundamental, Valverde explicó que esto se logra conociendo y explorando su propio cuerpo, esto ayuda a saber qué cosas le gustan y que cosas no.
“Las mujeres también se pueden hacer cargo del acto sexual, ser guía, saber que le gusta a la pareja para disfrutar ambos de la sexualidad. Las féminas deben utilizar la información sobre temas de sexualidad, riesgos, factores, beneficios. Vivimos en una época en que la información se encuentra a disposición con la facilidad del internet y redes sociales, lo importante es saber muy bien de dónde viene dicha información, que sea de una fuente confiable y segura”, declaró Valverde.
Arias añadió que es difícil el proceso de empoderamiento cuando hay tantos condicionantes sociales acerca de lo que se espera de una «mujer buena», o de una «mujer sexy», ambas concepciones están llenas de prejuicios que hablan de damas reprimidas o al contrario hipersexualizadas.
“Por todo esto es que es relevante el compromiso de cada una de nosotras por abrazar nuestra propia sexualidad, aceptar nuestro cuerpo e ignorar preceptos sociales absurdos, el empoderamiento es un trabajo personal e interno, en el cual por supuesto como parte de una sociedad y desde nuestro campo profesional podemos contribuir a romper tabúes y falsos juicios”, concluyó Arias.
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