Si todas las niñas concluyeran la educación secundaria, el matrimonio infantil se reduciría en un 66 por ciento

La finalización del ciclo de enseñanza básica -primaria y secundaria-, por parte de las niñas, a nivel mundial, reduciría el número de matrimonios infantiles en más de sesenta por ciento, de acuerdo con cálculos del Fondo de Población de las naciones Unidas (Unfpa). Asimismo, la universalización de educación de calidad, mejoraría, en el contexto global, las posibilidades laborales de las mujeres, según la misma fuente.

Al proporcionar cifras, en el marco del Día Internacional de la Niña -que se conmemora anualmente, hace una década, el 11 de octubre-, la directora ejecutiva del Unfpa, la médica panameña Natalia Kanem, aseguró que es necesario capacitar, a las niñas, para que construyan su futuro de modo que, como mujeres, se constituyan en un constructivo componente de cambio social.

La fecha apunta, según lo resuelto, a fomentar el reconocimiento de los derechos de las niñas, y a que se dé a conocer los problemas que enfrentan, a nivel mundial -principalmente en países en desarrollo.

“Si todas las niñas concluyeran la educación secundaria, el matrimonio infantil se reduciría en un 66 por ciento”, señaló Kanem, en la declaración que Unfpa difundió el 11 de octubre.

Además, “si invertimos en educación de calidad, garantizamos empleo digno para las mujeres, y desmantelamos los estereotipos y las normas de género perjudiciales”, así como “podemos darles a las niñas el futuro que merecen”, expresó.

La directora del Unfpa aseguró, a continuación, que, en esa agencia especializada de Naciones Unidas, “estamos logrando avances y existen algunas historias positivas que contar”.

En ese sentido, informó que el Programa Mundial para Poner Fin al Matrimonio Infantil, impulsado por el Unfpa y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en conjunto con los socios de la iniciativa, “ayudaron a casi 2.6 millones de niñas y adolescentes a desarrollar habilidades para la vida y recibir educación integral en sexualidad”.

Esto, “las empodera para tomar decisiones relacionadas con sus cuerpos y su futuro”, subrayó.

Por otra parte, “logramos que casi 16 millones de personas participaran en diálogos acerca del matrimonio infantil, los derechos de las adolescentes, y la importancia de la igualdad de género”, así como “trabajamos para mejorar el acceso a la educación y a servicios de salud amigables para los y las adolescentes”, continuó señalando.

“Existen más de 600 millones niñas y adolescentes en el mundo que tienen esperanzas de prosperar y sueños que quieren hacer realidad”, indicó, para agregar, a manera de exhortación, que “todos y cada uno de nosotros podemos comprometernos a ser sus aliados y defensores”.

“No obstante, estamos muy lejos de concluir nuestra tarea”, advirtió.

Por ello, “en vez de hacer a un lado a una niña, debemos dirigir los reflectores hacia ella, en vez de silenciarla, debemos darle un micrófono, escuchar lo que tiene que decir, darle la oportunidad de definir el curso de su destino y convertirse en una fuerza de cambio positivo”, propuso.

Respecto a la fecha, Kanem expresó: “el día de hoy, en el marco de la conmemoración del décimo aniversario del Día Internacional de la Niña, cuántas niñas de diez años de edad pueden aspirar a desarrollar su máximo potencial?”.

“La vida de una niña debería comenzar como debería comenzar cualquier otra vida: como un libro abierto en el que pueda escribir su propia historia”, reflexionó.

“Si a medida que va avanzando en su vida, capítulo por capítulo, se le cultiva, alienta y apoya, tendrá una mayor probabilidad de reconocer que merece oportunidades y opciones, de considerarse una persona valiosa y valorada, de participar en el mundo y aportar sus talentos al mismo”, aseguró.

“Porque son estas niñas las que, una vez que crezcan, promulgarán leyes y harán ruido, romperán récords y barreras, inspirarán movimientos e impulsarán el cambio”, explicó.

“Desde encabezar protestas a dirigir países, son ellas las que dirán a la siguiente generación de niñas: ‘Ocupen su espacio! Este mundo también es suyo!’”, escribió.

“No obstante, desde el momento en que una niña respira por primera vez, ya se encuentra en desventaja sencillamente porque nació niña”, denunció la jerarca de Unfpa.

“A escala mundial, la proporción de niñas entre 15 y 19 años que no están empleadas, van a la escuela o reciben capacitación es de casi el doble en comparación con los niños en el mismo grupo de edad”, reveló.

“Sabemos que la pandemia de COVID-19, una serie de conflictos y el cambio climático están aumentando las amenazas que las niñas deben enfrentar”, precisó.

A manera de ejemplo, informó que, “antes de la pandemia, se proyectaba que 100 millones de niñas estaban en riesgo de contraer matrimonio infantil en el curso de los siguientes 10 años”, pero “la pobreza derivada de la pandemia y las interrupciones en la educación añadieron 10 millones de niñas más a esa cifra”.

Y, “en el caso de las niñas en entornos humanitarios (críticos), estos riesgos son aún mayores”, puntualizó.

Kanem planteó que, en consecuencia, “debemos actuar con urgencia y compromiso para poner fin al matrimonio infantil, y debemos atacar su causa raíz: la desigualdad de género”.

Foto: Tuấn Kiệt Jr.