Ilya Espino, una de las pocas mujeres con rango alto en la Autoridad del Canal, va al trabajo con un casco rosado, sin sentirse intimidada en un mundo predominantemente de hombres.
En su casa las tareas del hogar se hacían por igual, creció en un país bastante machista como Panamá y que justo vivía un momento histórico particular: una lucha de poderes con Estados Unidos por el control del Canal.
Ilya Espino de Marotta es una mujer de armas tomar que ama los retos, antes de graduarse del colegio quería estudiar Biología Marina, sin embargo junto a su papá se pusieron a pensar que casi no había mercado laboral, así que optó por Ingeniería Marina.
Estudió en la Universidad de Texas A&M, con su título bajo el brazo ingresó en 1985 como empleada temporal, en esa época el Canal era administrado por Estados Unidos y eran pocos los panameños que laboraran ahí, entró al taller de reparación del dique flotante del Canal en la zona de Colón.
Luego pasó al área de Ingeniería Mecánica en la división de dragado, después a Contabilidad como Ingeniera Evaluadora de Proyectos y en el Departamento de Operaciones Marítimas.
No dejó de lado su preparación académica, tiene una maestría en Ingeniería Económica de la Universidad Santa María la Antigua de Panamá y la certificación de Administrador de Proyectos del Project Manager Institute.
En mayo de 2002 comienza su ascenso a su actual puesto, ya se hablaba de la necesidad de ampliar la vía marítima, fue asignada al equipo de Coordinación del Plan Maestro de Ampliación en donde junto a sus compañeros desarrollaron la propuesta.
Cinco años después ocupa la Gerencia Ejecutiva de la División de Planificación de Recursos y Control de Proyectos y es en 2012 cuando llega su gran oportunidad.
Ese año Jorge Quijano fue electo como administrador y ella estaba entre los candidatos para ocupar el puesto de Vicepresidente Ejecutivo de la Autoridad del Canal de Panamá, incluso un colega belga cuestionó su interés en el cargo por tres simples razones: ser mujer, estar casada y tener hijos, sin embargo, era la más indicada para el puesto y la Junta Directiva la ratificó sin problemas.
Trabajando en un mundo de hombres
Para ella no es complicado laborar en la parte de ingeniería ya que eso fue lo que estudió: “lo más difícil era demostrarle a los contratistas que yo podía con el cargo, ellos no me conocía, pero mi trayectoria de 30 años como ingeniera en el Canal me respaldaba, tenía el apoyo de mis compañeros”, expresó la Ingeniera Marotta.
Como experta en planificación y números conocía muy bien lo que tenía que hacer, no competía con sus colegas hombres, sino que ponía de tú a tú, una vez a la semana todos en el área vestían corbata y traje y ella también, se compró varias, una tenía perlas, otra flores, iba bien arreglada, incluso encontró un casco rosado y comenzó a ser conocida como la “ingeniera del casco rosa”.
Uno de los momentos que la marcó y en los que tuvo que sacar fuerzas fue hace unos seis años cuando su hijo de 19 años y su esposo fueron diagnosticados con cáncer, una vez superada la crisis, Espino de Marotta fue ascendida de puesto.
Ella es de las pocas mujeres con un rango tan alto en la Autoridad del Canal, su función es preparar los diseños y especificaciones de todos los proyectos para ejecutar, licitar, supervisar y negociar los contratos de construcción que se necesiten en el Canal.
El Canal de Panamá cuenta con unos 10 mil colaboradores, solo el 10% del personal, desde el área administrativa hasta ingeniería, está compuesto por mujeres; pero hubo sello femenino, ya que en la obra del programa de ampliación, un proyecto aparte, las jefaturas de Diseño, Reclamos y controles, Ambiente, legales, seguridad y documentaciones fueron ocupadas por damas.
La Ingeniera Marotta comentó que cuando ella entró tanto a la carrera como al Canal no había mujeres en puestos de mando que sirvieran como guía: “en 1985 al Canal en la sección de Ingeniería éramos nada más dos mujeres, cuando fui a la División de Ingeniería Mecánica era la única, hoy casi el 60% de los ingenieros son mujeres, estamos progresando”.
Respecto a la ampliación, inaugurada el 26 de junio de este año, llevan más de 55 viajes realizados.
Ilya Espino de Marotta es casada, tiene tres hijos y para ella una mujer no tiene por qué sacrificar su vida laboral por la personal.