Aunque en América Latina la mujer es líder en emprendimiento, la falta de educación en temas financieros y de negocios, políticas gubernamentales y trámites excesivos limita el crecimiento de sus iniciativas.
Oportunidad de crecimiento, flexibilización en los horarios para poder estar con los hijos y no encontrar un empleo propio son algunas de las razones por las cuales las mujeres latinoamericanas deciden emprender, aunque la principal es la necesidad, así se desprende de una exposición realizada por la doctora Camelia Ilie-Carzona, decana de Educación Ejecutiva y miembro del Centro de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer del INCAE.
Según Ilie-Carzona, los países con la mayor tasa de emprendimiento son aquellos que tienen un desarrollo social y económico elevados, generan empleo, competitividad y bienestar tanto para ellos como para sus comunidades, en especial aquellos que son emprendedores ya establecidos.
Chile y Colombia son las naciones latinas con los índices más altos de emprendedores, Costa Rica está ubicada en un lugar aceptable pero no cerca de los primeros lugares, de acuerdo con el estudio por cada 10 hombres emprendedores hay nueve féminas que montan su propia empresa.
“Las mujeres emprenden por necesidad, no porque nos despertamos y tenemos muchísimas ideas y opciones, sino porque no tengo otro camino que emprender en un pequeño negocio, aquí hay una diferencia importante con los caballeros”, expresó la Decana.
Otras características
De este estudio también se desprende que las que tuvieron mentoras y durante su proceso de formalización también se convirtieron en guías, otras le dieron empleo a mujeres, reinvirtieron el dinero en su familia y comunidad, es decir, generaron bienestar.
Las mujeres buscan proyectos en áreas como ventas, servicios, comercio, alimentación, turismo, comunicación, pocas lo hacen en campos como ciencias, finanzas o tecnología y es aquí donde las nuevas empresarias pueden encontrar mercados interesantes, ya que aquí los clientes sí están dispuestos a pagar más por un producto o servicio.
La experta agregó que las mujeres en Costa Rica emprenden mucho más que las de los otros países de la región pero se quedan ahí, por ello hay muchas micros y pequeñas empresas que fracasan en su primer año.
Mencionó que una investigación del Banco Mundial reveló cuáles son los principales factores que consideran las emprendedoras que están en su contra: falta de educación financiera y de negocios, son pocos los conocimientos que las personas tienen al respecto, políticas gubernamentales y trámites excesivos (queja frecuente de las ticas).
“Las mujeres en América Latina somos las primeras en el mundo en intención de emprender, pasamos al tercer lugar a la hora de emprender, hay un gap (hueco) entre la intención y la realidad, tenemos que mejorar en la ejecución, en especial a nivel de emprendedurismo”, comentó la Decana.
En cuanto al nivel educativo, las damas son personas con universidad, pero pocas con estudios en negocios; el estado civil también juega un papel interesante, un 23% de emprendedoras entrevistadas están casadas y la mayoría divorciadas, lo que a criterio de la profesora significa que ellas tienen la responsabilidad del hogar y necesitan ingresos.
Es importante señalar que pocas mujeres han sentido discriminación a la hora de comenzar sus proyectos, pero sí es necesario tener más apoyo del gobierno.
Ilie-Carzona fue enfática al decir que somos nosotras quienes tenemos que generar esas oportunidades, no podemos quedarnos sentadas esperando a que toquen a nuestra puerta, es necesario tener confianza en sí mismas, buscar aquellos sectores de innovación para crecer y formarse en materia de negocios.
Camelia Ilie-Carzona
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