La salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales. Se da en un proceso complejo, que cada persona experimenta de una manera diferente
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos.
La relación de pareja cursa por diversas etapas en las que la intimidad va siendo cada vez más intensa. Se pasa de una atracción inicial a un noviazgo informal, a una relación de novios propiamente dicha, en la que luego se comparte el mundo de cada uno, sea familiares, conocidos, allegados, o compañeros. Con el tiempo nace la necesidad de estar más tiempo juntos, y esas parejas se dan sus “escapadas” sea una tarde en el algún hotel o hasta un fin de semana en un hotel de playa, tiempo que sirve para compenetrar aún más el vínculo y reavivar sus emociones (buena salud mental).
Con forme pasa el tiempo, y se solidifica la relación, las parejas necesitan su propio espacio, su “nidito de amor”, y de ahí surge la iniciativa de vivir juntos.
Desde luego ese paso, no es solo un paso emocional, sino que en él influyen múltiples variables entre ellas, el aspecto económico. Contar con un apartamento o casa, aunque sea pequeño, requiere de recursos, y esa suele ser una traba para muchas parejas. Otras, por sus creencias y valores, desean dar ese paso luego de pasar por el altar y desde luego, están aquellos que les cuesta salir de la casa de los padres.
A veces uno de los dos, se siente cómodo con un noviazgo eterno y por ende no procura la vida en común. Sea la razón que sea, cuando esa salida no se concreta se corre el riesgo de que la relación se desvitalice, lo cual afecta tanto el área mental como el área sexual, y a veces hasta produce la disolución de la relación. Por eso, se debe procurar una conversación sincera sobre las expectativas que cada uno tiene sobre la relación para tomar decisiones en conjunto o bien consultar con un profesional o consejero de parejas.
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