Es necesario revisar los marcos legales cooperativos en la región y gestionar los cambios necesarios para que se incluya la perspectiva de género.
El largo y difícil proceso por la igualdad de género en el cooperativismo regional se inició en 1985. Se tuvo que hacer prevalecer la diferencia cooperativa que entraña justicia y una conducta consecuente, incluyendo la promoción del liderato, incorporación efectiva y reconocimiento de derechos de las mujeres.
Pero desde su creación, la CCC-CA ha cumplido su responsabilidad histórica por un trato igualitario; y de ahí que la primera presidenta fuese una mujer. Antes de la acción de la CCC-CA era escasa la atención al tema de incorporación de la mujer al cooperativismo en el nivel regional y en los niveles nacionales.
La CCC-CA incluyó en su estrategia el apoyo a la incorporación de la mujer y orientó procesos con reuniones en Costa Rica (1986) y República Dominicana (1987), 2 Seminarios-Talleres sobre “La mujer y las cooperativas” (Nicaragua-1987 y Costa Rica-1988) y creándose el Consejo Regional de Mujeres Cooperativistas (CRMC). Desarrolló un programa regional, el I Seminario Internacional de la Mujer Cooperativista (Panamá-1989), 7 seminarios nacionales, una gira evaluativa y un documento para la Asamblea General de la CCC-CA en 1989.
El documento Nuestro proyecto común incluyó como objetivos: obtener un elevado nivel de participación de las mujeres, lograr la integración y colaboración de las mujeres en todos los niveles, brindar oportunidad a las mujeres de participar en proyectos productivos, y promover la concienciación de géneros en el cooperativismo.
En 1992 el I Congreso Cooperativo Regional adoptó la política de concienciación y concertación. Se celebraron seminarios, talleres y un Curso sobre Concertación de Géneros. El apoyo político se incrementó en 1994 y se incorporaron 2 representantes del CRMC al Consejo de Administración.
Bajo el lema “Organizando para la equidad” se creó un Fondo de Oportunidades de Capacitación para la Mujer Cooperativista (becas para eventos), se celebraron eventos de alta trascendencia, se emitió un cronograma de actividades para la igualdad real y se celebró la I Asamblea Regional de la Mujer Cooperativista en 1996.
Se brindó apoyo económico a través de un Fondo de Oportunidades Empresariales para la Mujer Cooperativista-FOEMC y un Proyecto de Turismo Social y Ambiente como alternativa para mujeres cooperativistas, con el convencimiento que no basta capacitación sino que hay que proveer herramientas económicas. También fue enmendado el Estatuto de la CCC-CA para que de 2 miembros del Consejo de elección por la Asamblea General, por lo menos una debe ser mujer.
Se trabajó por el desarrollo de habilidades, se fortaleció la capacidad empresarial a través de capacitación, asistencia técnica, créditos sin intereses y promoción, se celebraron Talleres nacionales de capacitación para uso de créditos del FOEMC, y un Taller Regional de Formulación y Administración de Proyectos Productivos. La
VI Asamblea General Extraordinaria amplió la autonomía con la tesis de que el empoderamiento de las mujeres será potenciado por el desarrollo empresarial que alcancen. Para 1998 se habían colocado más de 60 proyectos para más de 1000 beneficiarias.
Todo este desarrollo figura entre los hallazgos dados a conocer en el libro “Un largo camino con resultados favorables” como mirada retrospectiva institucional sobre el avance en igualdad de género en el cooperativismo, que demuestra que, a pesar que parezca fácil o algo por dado en nuestros días, el progreso ha sido resultado de esfuerzos de mujeres y hombres que han comprendido bien los principios y valores cooperativos.
El libro será presentado en Puerto Rico en el marco de la V Conferencia Latinoamericano de Igualdad de Género los día 17 y 18 de marzo, evento que será presidido por la dinámica cooperativista dominicana Eufracia N. Gómez Morillo, Presidenta del CRMC, cónclave en saludo y conmemoración del Día y Mes Internacional de la Mujer Trabajadora.
El CRMC de la CCC-CA es una organización de representación, integración y fortalecimiento de la participación de las mujeres con igualdad de oportunidades en el movimiento cooperativo regional, que incide y trata de garantizar el compromiso de las organizaciones cooperativas por la equidad de género. Como organización de las mujeres cooperativistas definió lineamientos estratégicos como son:
- Fortalecer las organizaciones de mujeres y por la equidad de género en la región de tal forma que puedan articular sus intereses, y lograr acciones de impacto en el movimiento cooperativo.
- Revisar los marcos legales cooperativos en la región y gestionar los cambios necesarios para que la ley tenga perspectiva de género.
- Lograr que los hombres cooperativistas y especialmente la dirigencia tengan conocimientos de género y trabajen sobre la identidad masculina para lograr un compromiso por la equidad de género.
- Lograr la incidencia de las mujeres en las organizaciones cooperativas para asegurarnos que la planificación, programación y el presupuesto anual tenga perspectiva de género.
- Crear condiciones que permitan el desarrollo del potencial y el fortalecimiento del liderazgo e incidencia de las mujeres mediante la capacitación permanente.
- Crear fondos para el financiamiento de la acción cooperativa y de proyectos productivos que apoyen el mejoramiento del nivel de vida de las mujeres y el alivio a la pobreza
Se han construido instrumentos metodológicos que han funcionado excelentemente como, por ejemplo, el impulso de una agenda unitaria de las mujeres cooperativistas y la certificación de la igualdad de género en las cooperativas.
Ciertamente ha sido un largo camino, pero con resultados favorables que ha permitido el reconocimiento los derechos humanos tanto de mujeres como de hombres.
Y para expresarlo en forma clara y contundente, hoy en 2016: ¡Lo logramos! Al concluir el año 2015 verificamos la igualdad real en acciones y eventos de la CCC-CA: 50,59% hombres y 49,41% mujeres.
Sin prisa pero sin pausa, seguimos adelante con el firme compromiso por la igualdad, la justicia y el buen vivir.