El Ministerio de Asuntos de la Mujer ha sido sustituido por el de Prevención del Vicio y la Promoción de la Virtud, un medio adicional para controlar a las mujeres
En el contexto de anulación de sus derechos, bajo el dictatorial régimen talibán, las afganas -lo mismo las exiliadas que quienes permanecen en Afganistán- están organizándose en resistencia, aseguró la activista local de derechos humanos Shaharzad Akbar.
Lo hacen, entre otras acciones, mediante campañas de información, y manteniendo comunicación con Naciones Unidas, explicó, en declaraciones reproducidas, el 13 de abril, por el diario español El País.
Desde la toma del poder, el 15 de agosto de 2021, por parte del terrorista movimiento islámico Talibán, la situación de la población femenina -lo mismo adultas que menores- se ha deteriorado, en términos generales, ya que el régimen de facto la discrimina, violando sus derechos, de acuerdo con lo señalado por Akbar, exiliada hace ocho meses en Italia.
La presidenta -desde 2019- de la también exiliada Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, la activista -actualmente, en el sétimo mes de su segundo embarazo-, denunció que, bajo la dictadura de la agrupación fundamentalista, el país asiático es la única nación, a escala mundial, donde la enseñanza a nivel secundario es prohibida para las niñas.
La norma es, actualmente, la arbitrariedad del régimen, dijo, para agregar, a manera de ejemplo, que “es ilegal que las mujeres estudien, trabajen, o viajen solas”.
“Antes (de establecerse la tiranía), gracias a las leyes, habíamos vislumbrado un camino hacia un futuro mejor, por muy complicado que fuera”, indicó, en el diálogo que, con El País, desarrolló en la ciudad de Milán, la capital de la norteña región (provincia) italiana de Lombardía, limítrofe con Suiza. “Cuál es, ahora, nuestro camino?”, preguntó.
“En teoría, la Constitución todavía existe, porque no se ha promulgado una nueva, pero de hecho, estamos en un limbo legal”, planteó.
“Cuando tengo ganas de broma, digo que me alegro de no ser un juez talibán, porque: qué leyes podría aplicar?”, expresó Akbar, la primera afgana quien estudió en la británica Universidad de Oxford.
Para las mujeres y las niñas, la situación “ha empeorado”, subrayó.
“La única buena noticia es que, gracias a la presión internacional, las universidades se han abierto a las mujeres en muchas provincias”, no obstante lo cual, “de momento, Afganistán es el único país del mundo donde rige la prohibición de educación secundaria para las niñas”, planteó.
“Las universidades están abiertas a las mujeres, pero en las clases se segrega: sólo las mujeres enseñan a las mujeres, y los hombres enseñan a los hombres…hoy, las mujeres solo pueden trabajar en educación y sanidad, nada más”, precisó.
“Si protestan, son detenidas, por no hablar de las más frágiles, como las víctimas de violencia doméstica”, quienes, antes de la instalación del régimen de facto, “podían denunciarla ante nuestra Comisión, o ante el Ministerio de la Mujer, y, a lo mejor, conseguían que el marido abusador acabara entre rejas, o al menos refugiarse en casas de acogida (refugios)”, comenzó a relatar.
“Hoy, la única opción es vivir con su maltratador”, agregó.
“El Ministerio de Asuntos de la Mujer ha sido sustituido por el de Prevención del Vicio y la Promoción de la Virtud, un medio adicional para controlar a las mujeres”, siguió narrando.
“Y si tu marido te pega, alégrate de que no te mate. Las casas protegidas ya no existen, mi Comisión, tampoco”, planteó.
“‘Si fueras una buena esposa, tu esposo no te pegaría’, dicen los jueces a las mujeres que denuncian”, porque “ya se sabe: para los talibanes, una mujer solo está bien en su casa o en la tumba”, aseguró.
“También en el pasado (antes de la dictadura talibana) teníamos mucho por lo que sentirnos frustradas”, reflexionó.
“Todos los días había episodios de sexismo en las instituciones gubernamentales, las leyes eran defectuosas, las mujeres se enfrentaban a demasiadas barreras sociales y tradicionales”, además de que, “las que formaban parte de la policía y del ejército, sufrían acoso sexual”, planteó
“La realidad femenina nunca ha sido de color de rosa, pero la diferencia era que teníamos una Constitución que consagraba nuestros derechos y leyes que protegían a las mujeres”, aclaró.
Akbar aseguró que, “ahora, la ley son los talibanes”.
Foto: Navid Sohrabi