Casi ninguno de los acuerdos de paz logrados en el 2022 fue firmado por una mujer o una agrupación defensora de los derechos de ese sector poblacional, afirman en un debate del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
La participación femenina en las negociaciones para poner fin a los diferentes conflictos bélicos a nivel mundial debe ser mayor, además de que los acuerdos de paz logrados por la vía del diálogo deben incluir, entre sus aspectos fundamentales, la igualdad de género.
En ese sentido, los gobiernos tienen que apoyar esa participación, destinando, a ello, una porción de los fondos asignados a labores de mediación, así como aportar financiamiento a las organizaciones de mujeres que promueven la paz.
Al proponer esta línea de trabajo, el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, y la directora ejecutiva de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), la jordana Sima Bahous, señalaron que la participación negociadora femenina v a en descenso.
Casi ninguno de los acuerdos de paz logrados en 2022 fue firmado por una mujer o una agrupación defensora de los derechos de ese sector poblacional, denunciaron, al participar en el debate que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llevó a cabo, el 25 de octubre, sobre el tema “Las Mujeres, la Paz y la Seguridad”.
“Vivimos en un mundo dominado por los hombres, con una cultura dominada por los hombres”, expresó Guterres, un ex primer ministro (1995-2002) de Portugal, y un ex secretario general (1992-2002) del Partido Socialista (PS) del país europeo.
“Siglos de patriarcado son un enorme obstáculo para la igualdad de género, y, a su vez, para una cultura de paz”, agregó.
Al respecto, el secretario general aseguró que, para revertir esa injusta situación, es necesario, en materia de diálogos de paz, que los “gobiernos que apoyan la mediación de conflictos (…) fijen objetivos ambiciosos para las mujeres en los equipos de negociación”.
A manera de ejemplo, recomendó que “destinen un 15 por ciento de los fondos para labores de mediación, a apoyar la participación de las mujeres”, y “un uno por ciento, a apoyar las organizaciones de mujeres que se movilizan por la paz”.
Al respecto, el funcionario internacional reveló, a manera de condena, que “demasiadas organizaciones de mujeres luchan por financiar su labor esencial, mientras el gasto militar se dispara”.
Números desalentadores en representatividad de género
“Los conflictos arrecian, aumentan las tensiones, estallan golpes de Estado, el autoritarismo está en marcha, la amenaza nuclear se ha disparado, el caos climático agrava los problemas de seguridad”, contexto en el cual “un 50 por ciento más de mujeres y niñas viven en países amenazados por los combates, en comparación con 2017”, reveló.
En cuanto a la presencia femenina en los diálogos pacificadores, planteó que, “a pesar de nuestros mejores esfuerzos, las mujeres sólo representaron el 16 por ciento de los negociadores o delegados en los procesos de paz dirigidos, o codirigidos, por las Naciones Unidas”.
Sumado a ello, “al menos siete mujeres que informaron al Consejo (de Seguridad), el año pasado, denunciaron haber sufrido represalias por haberlo hecho”, subrayó.
En términos generales, el secretario general formuló, a los países, una exhortación a “tomar medidas concretas para garantizar la plena participación de las mujeres, en todos los niveles de decisión sobre paz y seguridad, y en todas las áreas de la vida pública y política”.
Ello “equivale a impulsar la representación en los gobiernos nacionales y locales”, explicó Guterres, además de señalar que “fui primer ministro -y líder de un partido político-, sé que las cuotas, los objetivos, y los incentivos funcionan”.
Al presentar, durante la reunión del Consejo de Seguridad, el Informe sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad, Bahous recomendó, en coincidencia con lo planteado por el secretario general, que los países involucrados en procesos de paz, implementen algunas medidas para enmendar la desigualdad de género en ese campo.
En sentido, la funcionaria llamó a “adoptar objetivos ambiciosos para la participación de las mujeres en los equipos de negociación, designar mujeres como mediadoras principales -haciendo que la paridad sea una norma en todos los equipos de mediación-, asignar el 15 por ciento de apoyo a la mediación para la participación de las mujeres”.
También señalo la necesidad de “garantizar que la igualdad de género y los derechos de las mujeres son pieza fundamental de los acuerdos de paz”, así como de “informar públicamente el número de mujeres que participan en los procesos de paz”.
Respecto al último punto, Bahous denunció que “en los procesos de paz dirigidos por Estados miembros u otras organizaciones, las mujeres estaban prácticamente ausentes”, y reveló que “solamente una tercera parte de los 18 acuerdos de paz que se negociaron en 2022, contenían disposiciones sobre mujeres e igualdad de género”.
También destacó aspectos “positivos sobre la participación de las mujeres en los procesos de negociación a nivel local”.
A manera de ejemplo, señaló “negociaciones, a través de líneas de combate, para garantizar acceso de agua y ayuda humanitaria”.
Asimismo, destacó que “las mujeres que participaron, también lograron la liberación de prisioneros políticos, resolvieron conflictos tribales, mediaron en altos al fuego, y detuvieron violaciones contra los civiles”.
No obstante los vitales aportes que concretan, “a medida que se retiran (de zonas de enfrentamiento armado) las operaciones de paz, la capacidad de Naciones Unidas de supervisar los derechos de las mujeres, se hace más limitado”, advirtió la jerarca de ONU Mujeres, una activista de derechos de las mujeres, y una ex embajadora (2016-2021) de Jordania en Naciones Unidas.
Igualmente, denunció que, “en los países afectados por conflictos (bélicos), únicamente el 23 por ciento de los parlamentarios, y el 20 por ciento de los ministros, son mujeres, lo que está por debajo de la media mundial”.
En la visión de Bahous, “esto no es una coincidencia”, ante lo cual, “podemos aumentar estas cifras, con cuotas, y abordando la violencia política contra las mujeres y el discurso de odio”.