El derecho de mujeres y niñas a expresar libremente su opinión, sin temor a represalias, es preocupantemente vulnerado a nivel mundial, aseguró Reem Alsalem, experta internacional en violencia de género
La garantía fundamental de la población femenina a opinar, no debe ser objeto de irrespeto machista, aseguró Alsalem, citada en un artículo que Noticias ONU -la agencia informativa de Naciones Unidas-, difundió, el 22 de mayo, en su sitio en Internet.
“Las mujeres y las niñas tienen derecho a debatir sobre cualquier tema sin intimidaciones ni amenazas de violencia. (…) Sostener y expresar opiniones sobre el alcance de los derechos en la sociedad basados en el sexo y la identidad de género no debe ser deslegitimado, trivializado o desestimado”, destacó.
El Derecho Internacional Humanitario prohíbe tal discriminación, aseguró la especialista oriunda de Jordania, en las declaraciones que Noticias ONU incluyó en la nota informativa que tituló “Las mujeres han de poder hablar sobre sexo e identidad d e género sin intimidaciones ni miedo”.
En el contexto de agresión misógina, en sus diferentes variantes, una causa de particular preocupación radica en la creación de campañas difamatorias contra quienes promueven la no discriminación de género, señaló.
“Las amenazas e intimidaciones contra las mujeres que expresan sus opiniones sobre sexo y orientación sexual son profundamente preocupantes”, aseguró Alsalem, quien es relatora especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre Violencia contra Mujeres y Niñas, sus Causas y Consecuencias.
“Las mujeres y las niñas tienen derecho a debatir sobre cualquier tema sin intimidaciones ni amenazas de violencia”, subrayó la experta, quien desempeña, desde julio de 2021, el cargo, habiéndose, además, constituido en la primera mujer árabe -y, por lo tanto, en la primera jordana- quien desempeña la titularidad de ese cargo.
“Sostener y expresar opiniones sobre el alcance de los derechos en la sociedad basados en el sexo y la identidad de género, no debe ser deslegitimado, trivializado, ni desestimado”, advirtió.
Según el derecho internacional humanitario, cualquier limitación de la libertad de expresión debe aplicarse respetando estrictamente las normas de derechos humanos sobre legalidad, necesidad, proporcionalidad y finalidad justificada.
Alsalem aclaró, asimismo, que, “quienes no comparten las opiniones de las mujeres y niñas cuando expresan sus preocupaciones relativas a la identidad de género y al sexo, también tienen derecho a expresar su opinión”.
“Sin embargo, no deben amenazar la seguridad y la integridad de aquellos contra quienes protestan y con quienes están en desacuerdo”, subrayó, a continuación.
En ese sentido, hizo referencia a los recurrentes esfuerzos públicamente difamatorios que se enmarcan en los ataques de sectores misóginos.
Respecto a ello, expresó “inquietud ante la frecuente estrategia de crear campañas de desprestigio contra las mujeres, las niñas, y sus aliados, a causa de sus ideas sobre la no discriminación basada en el sexo, y las relaciones homosexuales”.
“Tacharlas de nazis, genocidas, o extremistas, es una forma de atacar e intimidar a las mujeres, con el fin de disuadirlas de hablar y expresar sus opiniones”, denunció, para, a continuación, precisar que “tales acciones son profundamente preocupantes, ya que pretenden inculcarles miedo, hacerlas callar, e incitar a la violencia y al odio, contra ellas”.
Las variantes de represalia contra la población femenina, en diversos campos, tales “como la censura, el acoso legal, la pérdida de empleo y de ingresos (…) los discursos, y la negativa a publicar conclusiones y artículos de investigación” son “especialmente preocupantes”, planteó, a manera de ejemplo.
“En algunos casos, los partidos políticos castigan a sus integrantes femeninas, amenazándolas con el despido, o destituyéndolas”, señaló, además.
Por otra parte, la experta dijo que la legislación de algunos países, notoriamente violadora de los derechos de la población femenina, es igualmente preocupante.
Se trata de leyes que facilitan “la incitación al odio por diversos motivos, entre ellos la expresión o la identidad de género”, indicó Alsalem, quien además de experta en temas de género, se especializa, con ese enfoque, en áreas humanitarias tales como las garantías fundamentales de los migrantes y de los refugiados.
Entre los casos más extremos de arbitrariedad gubernamental fomentada por la misoginia, se destaca la teocracia del fundamentalista movimiento islámico Talibán, que tomó, ilegalmente, el poder, el 15 de agosto de 2021, en Afganistán.
La política de masiva y brutal represión de género que esa dictadura mantiene contra mujeres y niñas fue recientemente calificada como incomparable, por dos expertos internacionales, y como crimen de lesa humanidad, por dos organizaciones defensoras de los derechos humanos a nivel mundial.
Foto: Anastasiya Gepp