Antes de la pandemia mundial del nuevo coronavirus, la visión tradicionalmente patriarcal de casi la mitad de la población global consistía en asignar superioridad al liderazgo masculino frente al femenino.
Pero la crisis sanitaria generada por el virus causante de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19) está demostrando lo contrario, en países gobernados por mujeres.
Al exponer esta línea de análisis, la experta internacional Laura Turquet, destacó, en un artículo de opinión, que el liderazgo y la participación femeninos tienen decisiva incidencia cuando logran abrirse espacio.
“Aunque las mujeres son jefas de Estado o de gobiernos en solamente 21 países (del total mundial de 195 países), lo que les falta en números lo compensan en gestión”, escribió Turquet en el artículo titulado “Visión de experta: Cuatro lecciones de Covid-19 que deben dar forma a decisiones sobre políticas en todo lugar” (“Expert’s take: Four lessons from COVID-19 that should shape policy decisions everywhere”).
“Las mujerers gobernantes de Dinamarca, Etiopía, Finlandia, Alemania, Islandia, Nueva Zelanda, y Eslovaquia son reconocidas por su temprana respuesta a la pandemia, éxito en ‘aplanar la curva’ (de número de casos), y por comunicar transparentemente, y con compasión, las medidas sanitarias”, escribió.
“Antes de la pandemia, casi la mitad de la población del mundo -47 por ciento- creía que los hombres eran mejores líderes que las mujeres”, agregó, en el texto difundido por la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).
“Posiblemente, estos éxitos visibles ayudarán a, gradualmente, debilitar las discriminatorias normas sociales que impulsan esas creencias”, reflexionó.
“Pero, sin perjuicio fe su éxito, las mujeres están subrepresentadas en todos los niveles de toma de decisión en materia política”, advirtió.
Y sonó una alarma al plantea que “sus necesidades específicas están en riesgo de ser ignoradas en el desarrollo, escrutinio y monitoreo de las políticas, los planes, y los presupuestos de la Covid-19”.
“Mientras se canaliza recursos a la respuesta sanitaria, hay suficientes líderes expresándose para asegurar que se atienda temas críticos, de género, tales como violencia y salud materna?”, preguntó, a continuación.
La autora, una asesora de ONU Mujeres en materia de políticas, señaló, además, el papel clave de las mujeres en otras áreas.
En ese sentido planteó que “la pregunta, para las feministas consiste en si esta crisis puede ser un punto de inflexión para la igualdad de género, y, según lo que proyectan los gobiernos, qué significaría ‘reconstruir mejor’”.
“El Liderazgo y la participación de las mujeres, marcan la diferencia”, aseguró, al enumerar las cuatro lecciones mencionadas en el título del artículo.
Las otras tres se refieren, respectivamente, a que “No es posible seguir excluyendo la economía de cuidados”, que “Las repercusiones económicas están golpeando más fuertemente a las mujeres”, y que “Los servicios de respuesta a la violencia contra las mujeres son servicios esenciales”.
En el primero de estos tres casos, señaló que “las economistas feministas lo han dicho por años: la economía de cuidados es la base de la economía global”.
“La vasta cantidad de trabajo de cuidados y doméstico -lo mismo no remunerado que poco remunerado-, que las mujeres siempre han hecho en hogares y comunidades, ha sido la columna vertebral de la respuesta a la Covid-19”, agregó Turquet, quien es cofundadora de la Red Feminista de Naciones Unidas, estructura que reúne a organizaciones de mujeres, a nivel mundial.
En el Segundo precisó que, “debido a su posición más débil en los mercados laborales, los impactos económicos de la pandemia del coronavirus son más fuertes en las mujeres que en los hombres”.
“En los países en desarrollo, por ejemplo, las mujeres están sobrerrepresentadas entre las personas informalmente empleadas, trabajos que frecuentemente carecen de protección social tal como licencia por enfermedad o seguro de salud”, puntualizó.
En materia de violencia de género, dijo que el fenómeno se agudiza en tiempos de crisis.
“Sabemos esto, por experiencia: cuando las crisis golpean, la violencia contra mujeres y niñas empeora”, señaló, en términos generales, para precisar que, “en este caso, la combinación de devastación económica y cuarentenas, que, literalmente, han atrapado a mujeres, en casa, con sus abusadores, ha creado un tormenta perfecta”.