
Trabajo en equipo, organización, solidaridad, comunicación efectiva y liderazgo son las enseñanzas que nos dan estas hermosas aves.
Los gansos son aves acuáticas que viven principalmente en montes bajos, ciénagas, estuarios, bosques abiertos, tierras de cultivo y en la tundra ártica. A diferencia de los patos y los cines (sus parientes más cercanos), los gansos pasan más tiempo en la tierra, comiendo pastos, y cuando vuelan, lo hacen en forma magistralmente ordenada.
Pero no vamos a hablar más de estos hermosos animales, sino de sus características cuando vuelan en grupo, y son capaces de enseñarnos cómo debemos actuar en la vida y en el trabajo, con solidaridad, orden, liderazgo compartido y unión.
Ellos, cuando vuelan en bandadas son capaces de desplazarse hasta un 78% más de distancia que cuando lo hacen en solitario. Esta es la primera enseñanza, organización y trabajo en equipo para alcanzar una meta, una forma de recordar el proverbio africano “Si quieres llegar rápido, viaja sólo. Si quieres llegar lejos, viaja en grupo”.
La formación en “V” les permiten optimizar el consumo de energía de los que componen la bandada y al batir sus alas hacia arriba, empujan hacia adelante a los que les preceden. La moraleja de este comportamiento es que si adoptamos una organización colaborativa, entre todos distribuiremos el peso, la carga será más liviana y fácil de llevar, además de crear un mayor cohesión entre los miembros del grupo.
Su forma de comunicarse en la que no dejan de graznar, para indicar su posición dentro del grupo e incentivar la continuidad del aleteo a los que le preceden, es sumamente efectiva. Su graznido es cacofónico, o sea, una reproducción de sonidos en forma armoniosa que también les sirve para animarse, como las canciones en grupo que suelen interpretar los miembros de las fuerzas armadas cuando marchan o realizan algún entrenamiento.
Cuando están en la tierra, se mantienen alerta en todo momento por si hay algún peligro, y si sospechan que lo hay, realizarán fuertes chillidos para dar la alarma y protegerse. Es por ello que algunos gansos domésticos son utilizados para cuidar propiedades.
Ejemplar es la forma en que estas aves demuestran su solidaridad, pues si uno, por enfermedad o heridas, comienza a caer y alejarse de la bandada y no puede seguir el ritmo de los demás, inmediatamente se les acerca dos gansos -que se apartan del grupo principal-, para acompañarlo y protegerlo, hasta que éste pueda de nuevo unirse a la bandada.
Por último, y no menos importante, en la conducta de los gansos se destaca el liderazgo compartido, debido a que el puesto de líder de la bandada es rotativo, permitiendo que éste pase a un puesto posterior para recuperar energía, y un nuevo ganso ocupa la posición de cabeza. Esto nos enseña a dotar de capacidades y estimular el liderazgo entre todos los miembros de una organización para que no se dependa solo de una persona, y en el caso de su ausencia, otros puedan continuar haciendo la labor sin mayores dificultades.
Trabajo en equipo, organización, solidaridad, comunicación efectiva y liderazgo son las enseñanzas que nos dan estos hermosos animales. Saberlas aplicar en el hogar y en el trabajo no es una ciencia, solo requiere el compromiso y la unión armoniosa de las personas.
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