“Costa Rica enfrenta un grave problema, ya que dentro del marco legal lo que se dice no es lo que se hace” Maureen Clarke Clarke.

A pesar de los avances que ha vivido el país en materia de derechos humanos, la igualdad y el racismo son los derechos que menos se respetan a cabalidad.

Así lo determinó un informe en el 2016 presentado ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, en el que se destacó la falta de compromiso en cuanto al cumplimiento de estos derechos.

Para Maureen Clarke Clarke, abogada, ex diputada, ex Ministra del Instituto Nacional de la Mujer, INAMU: “Como dice la Constitución Política, todos somos iguales ante la ley, pero creo que ese es el derecho más violentado en el país”, enfatizó Clarke.

Hay diversos factores que inciden que Costa Rica esté entre los países más desiguales, ya que recordemos que para el año 2018 estábamos en el ranking de los diez más desiguales. Entre esas naciones estaban: Sudáfrica, Haití, Honduras, Colombia, Brasil, Panamá, Chile, Ruanda, Costa Rica y México.

Entre esos factores está la pobreza, no obstante, Clarke Clarke responsabiliza ante esta situación de desigualdad a los tres poderes.

“Desde el ejecutivo en la aplicación de las políticas se aplican de manera ciega, como que no hay rostro humano salvo de que se hable de políticas sociales donde se van a los extremos, es decir, la pobreza, pero se olvidan del resto de la población”, expresó la abogada.

En cuanto al racismo, podríamos decir que en el país se vive de manera solapada, y así lo hizo ver el primer escritor afrocaribeño, Quince Duncan para una entrevista al Mundo CR.

“Muchas veces se aplican criterios y conductas racistas, y ni siquiera se dan cuenta de ello. La gente es racista sin saberlo”, expresó Duncan para dicho medio de comunicación.

A pesar de que hubo una modicación en el artículo 1 de la Constitución Política, donde se dice que Costa Rica es una República democrática, libre e independiente, multiétnica y pluricultural, Clarke mencionó que seguimos siendo un país racista.

“Lo podemos ver con la Sala Constitucional. Cómo es posible que en pleno siglo XXI solo exista un fallo por discriminación racial”, enfatizó la abogada y defensora por los derechos de las mujeres.

Como solución,  Clarke Clarke  piensa que lo que el país necesita es re educarse, revisar los modelos de enseñanza  y ser más inclusivos.

“Hay que educar a los niños, adolescentes y adultos. Se necesitan más campañas de inclusión y visibilizar más la realidad, porque lo que no se visibiliza no existe”, finalizó la defensora de derechos humanos.