
El otrora poderoso productor cinematográfico estadounidense Harvey Weinstein, desprestigiado a causa de numerosas denuncias de abuso sexual, fue condenado, por un juez en la nororiental ciudad estadounidense de Nueva York, a veintitrés años de prisión, por esos delitos.
La condena contra Weinstein, de 67 años, acusado formalmente por ocho de sus numerosas víctimas, se divide en 20 años por un cargo de agresión sexual –acto criminal sexual en primer grado-, y tres años por un cargo de violación –en tercer grado-.
La medida, impartida por el juez James Burke, fue elogiada, en una declaración emitida el 11 de marzo –inmediatamente después de conocida la sentencia-, por el fiscal de Distrito del Condado de Nueva York, Cyrus Vance Jr.
“Agradecemos a la corte por haber impuesto una condena que notifica a los depredadores sexuales y a las parejas abusivas”, expresó Vance, como advertencia.
“Agradecemos a las sobrevivientes por sus extraordinarias declaraciones (…) y su indescriptible valentía durante los pasados dos años”, dijo el fiscal, en referencia a los testimonios aportados por las denunciantes y al proceso legal en el que participaron.
“Harvey Weinstein desplego nada menos que un ejército de espías para mantenerlas en silencio, pero ellas se negaron a quedarse en silencio, y fueron escuchadas”, aseguró, respecto al testimonio que seis de ellas formularon durante el juicio.
“Sus palabras derribaron a un depredador, y lo pusieron detrás de las rejas, y dieron esperanza a sobrevivientes de violencia sexual en todo el mundo”, reflexionó.
Sin embargo, la abogada Donna Rotunno, junto a los demás integrantes del equipo legal de Weinstein, calificó de “obscena” la sentencia de 23 años de prisión, y planteó, en declaraciones a periodistas, inmediatamente después de conocida la condena, que obedeció a presión de movimientos feministas, y de la opinión pública.
“Ese número (de años) le habló a la presión de los movimientos y del público”, afirmó, para agregar que “ese número no le habló a la prueba que salió del juicio”, y que “ese número no le habló al testimonio que escuchamos”.
Rotunno afirmó, asimismo, que “creo que el juez cedió (a esa presión), tal como creo que el jurado cedió”.
Un jurado de la Corte Suprema de Nueva York declaró, el 24 de febrero, al acusado, culpable de los dos cargos, y el juez fijó para el 11 de marzo, la emisión de la condena.
Las acusadoras lograron el enjuiciamiento, y la declaración de culpable, en dos de cinco cargos por violencia sexual, contra Weinstein, quien, durante décadas se mantuvo impune, haciendo, a las víctimas, sentir el poder que tenía.
Sus casos son tan sólo una muestra de los aproximadamente cien en los que, de acuerdo con medios de comunicación locales, Weinstein estuvo involucrado.
Las seis denunciantes quienes declararon en el juicio son actrices o profesionales en diversas actividades de la industria del espectáculo.
Se trata de las actrices Annabella Sciorra y Dawn Dunning, la asistente de producción Miriam Haley, la aspirante a actriz Jessica Mann, la modelo Tarale Wulff, la guionista Lauren Young.
Las acciones de Weinstein fueron múltiples, cubriendo desde manoseo hasta violación, pasando por masturbación, de acuerdo con los testimonios que las seis acusadoras presentaron, durante aproximadamente tres semanas, ante un juez y un jurado compuesto por siete hombres y cinco mujeres.
En un comunicado que emitió el día en que Weinstein fue declarado culpable, Vance Jr. aseguró que “violación es violación, sea cometida por un extraño en un callejón oscuro o por una pareja íntima en una relación.
“Es violación ya sea cometida por una persona indigente o por un hombre de inmenso poder, prestigio y privilegio”, siguió planteando, y agregó que “violación es violación aunque la sobreviviente la denuncie en la siguiente hora, en un año, o absolutamente nunca”.
Por su parte, en una declaración que formuló el 11 de marzo, a la corte, durante la audiencia en la que el juez dio a conocer la condena, Mann precisó la magnitud de una acción tan brutalmente violenta como esa.
La actriz aseguró que “la violación no es ese solo momento de penetración: es para siempre”.