Rompiendo las barreras de género en un deporte predominantemente masculino, asumió convertirse en la primera mujer entrenadora de un equipo de baloncesto en Costa Rica.  

Fue impulsada por sus padres, ellos fueron los que sembraron la espinita del deporte en su corazón, su papá colocó un aro de baloncesto en la cochera de la casa y ese fue el inicio de una gran historia que hoy tiene a Mariela Iglesias como la primera mujer en ser entrenadora en Primera División y campeona.

Jugó a nivel de colegio y Juegos Nacionales, su posición era alero, mide 1.54, estatura poco común para alguien que practica esta disciplina, sin embargo una lesión en la rodilla la hizo alejarse de las canchas, por ello optó por la dirección técnica.

Iglesias combina el basketball con la docencia, estudió Educación Física en la Universidad Nacional (UNA) y una especialización hecha en Barcelona, España; además es la entrenadora del quinteto de Santo Domingo división Juegos Nacionales y de los equipos de los colegios Saint Joseph y Blue Valley.

Llegada a Primera División

De su mano, el equipo masculino de la Universidad Latina logró el ascenso a la Primera división, luego Brenes Barva le dio la oportunidad de ser asistente del entrenador puertorriqueño William Colón, sin embargo por razones personales él tuvo que renunciar casi terminando la temporada y ella quedó a cargo de la escuadra, convirtiéndose así en la primera fémina en comandar en la máxima categoría.

“La dirigencia confió en mis capacidades, tuve la oportunidad de guiar al equipo, además de todo el apoyo de mi familia, el profesor Colón y yo tenemos filosofías de trabajo distintas, pero los muchachos lograron entenderla, algunos ya venían conmigo de la Latina y eso nos llevó a ganar el campeonato”, expresó Iglesias.

Su forma de trabajo es un juego más intenso, defensivo, además de desempeñarse con rectitud, disciplina y orden táctico tanto dentro como fuera de la cancha.

Como educadora cree en el desarrollo integral del jugador, porque aunque el nivel físico es importante, también lo es la actitud que se tenga a la hora de enfrentar los retos.

Mariela señaló que nunca se ha sentido discriminada, ser entrenadora de un equipo de varones no es nuevo para ella, sí admite que al quedar al frente de Brenes Barva hubo personas que no confiaban en sus capacidades.

Con sus muchachos tampoco ha tenido problemas: “siento que al ser mujer me respetan más, por supuesto siempre hay momentos de euforia propios del deporte, pero nunca han sido groseros, ni tampoco los aficionados”, aseguró Iglesias.

Declaró que este deporte en particular bajó mucho su nivel en el país, espera que el Gobierno apoye a las divisiones menores, es necesario llevar un proceso, pocos jugadores se van becados al extranjero, continuó, y es imperante tener un proyecto país para que el baloncesto vuelva a ocupar un lugar de privilegio.

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Amante del hogar

Se declara aficionada a los libros de Harry Potter, le gusta cocinar y ver películas relacionadas con biografías o temas de la Segunda Guerra Mundial.

Además de su hermana gemela, que no es tan idéntica porque sí se pueden diferenciar, Mariela tiene una hermana mayor, dos sobrinos que son como sus hijos, esta vecina de San Pablo de Heredia y  de 34 años disfruta al máximo su soltería, el poco tiempo libre que tiene lo pasa con sus papás, su jugador favorito de la NBA es Kevin Durán y su equipo los Spurts de San Antonio.

Considera que el baloncesto le ha dado herramientas para la vida: “te hace tener un compromiso con una meta, te enseña que puede haber revanchas y que siempre hay que dar lo mejor de uno”.

Aunque el baloncesto no es el deporte favorito de los ticos, pero sí tiene seguidores, considera que su éxito puede abrirles puertas a otras mujeres que quieran ser entrenadoras.

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