Siguen existiendo brechas de pobreza persistentes en todo el mundo, y las mujeres soportan una carga cada vez más pesada: una de cada diez mujeres del mundo vive en la pobreza extrema
Si los gobiernos priorizaran la inversión en lograr la igualdad de género, más de cien millones de mujeres y niñas, a nivel mundial, lograría salir de la situación de pobreza.
Frente a ello, la oposición a la equidad cuenta con abundantes recursos, lo que implica el retroceso que logros a favor de la población femenina están presentando.
Por otra parte, los numerosos conflictos bélicos que tienen desarrollo a nivel mundial, afectan, principalmente a ese sector.
Al presentar el dramático cuadro de situación, la directora ejecutiva de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), la jordana Sima Bahous, aseguró que no obstante el hecho de que la igualdad de género aporta a la paz, el armamentismo es una tendencia ascendente.
“Para cada mujer y cada niña, pedimos que hagamos, por fin, la mejor inversión que podamos: financiar la igualdad de género”, planteó Bahous, al participar en la conmemoración central, en Naciones Unidas, del Día Internacional de la Mujer.
“Más de 100 millones de mujeres y niñas podrían salir de la pobreza, si los gobiernos dieran prioridad a la educación, la atención sanitaria, unos salarios justos e iguales, y la ampliación de las prestaciones sociales”, agregó, a manera de ejemplo.
Sin embargo, “siguen existiendo brechas de pobreza persistentes en todo el mundo, y las mujeres soportan una carga cada vez más pesada: una de cada diez mujeres del mundo vive en la pobreza extrema”, siguió ilustrado.
Sumado a ello, “los hombres poseen ciento cinco billones de dólares más de riqueza que las mujeres”, denunció, para precisar que “dominan los pasillos del poder”.
Oposición a igualdad de género
“La oposición a la igualdad de género está bien dotada de recursos, y es poderosa, alimentada por movimientos antigénero, de democratización, restricción del espacio cívico, ruptura de la confianza entre las personas y el Estado, y políticas y legislación regresivas”, puntualizó.
“Todos sentimos este retroceso, de forma aguda”, aseguró, a continuación, para formular la advertencia de que “nuestros valores y principios nunca han estado tan en entredicho, como ahora”.
Al respecto, se refirió a los enfrentamientos armados que tienen lugar en diferentes regiones a nivel mundial.
En ese sentido, dedicó una mención específica a “todas las mujeres y niñas muertas en guerras y conflictos que no son obra suya”.
“Las guerras y los conflictos están erosionando los logros de décadas de inversiones en igualdad de género y empoderamiento de las mujeres”, denunció, de inmediato.
“Desde Oriente Medio hasta Haití -pasando por Sudán, Myanmar, el Sahel, Ucrania, Afganistán y otros lugares del mundo-, las mujeres pagan el precio más alto de los conflictos”, subrayó.
“Los conflictos son intrínsecamente violentos, pero para las mujeres y las niñas lo son aún más, incluso por motivos sexuales y de género”, reafirmo, además de expresar que “esto es intolerable”.
Bahous hizo, además, énfasis, en plantear que “ninguna mujer o niña, en ningún lugar, jamás, debe sufrir violencia sexual o cualquier forma de violencia”.
En la visión de la experta internacional, “la necesidad de paz nunca ha sido tan urgente”.
Por ello, “saludamos a las mujeres de todo el mundo quienes se esfuerzan por lograr la paz cada día, que son activistas de los derechos humanos, que son defensoras de los derechos humanos, que lideran y luchan por el cambio”, aseguró.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Al reafirmar el llamado, “a todos, a invertir en las mujeres y las niñas, y a acelerar el progreso”, la directora de ONU Mujeres planteó que “sólo invirtiendo en las mujeres y las niñas, podremos superar los retos a los que nos enfrentamos, ya sean económicos, relacionados con los conflictos o con el clima”.
Se trata de, “indiscutiblemente, el mejor camino para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la paz, y la seguridad”, dijo.
La funcionaria internacional se refirió, así, a los objetivos cuyo origen está en la conferencia global que tuvo lugar del 4 al 15 de setiembre de 1995, en la capital de la República Popular China, cuando fueron aprobadas la Plataforma de Acción de Beijing, y la Declaración de Beijing -que tomaron, de esa ciudad, sus respectivos nombres-.
La plataforma, consistente en seis capítulos, contenidos en 138 páginas, se define, en el primero de sus 361 artículos, como “un programa encaminado a crear condiciones necesarias para la potenciación del papel de la mujer en la sociedad”.
También señala que su propósito central consiste en “acelerar la aplicación” de estrategias “orientadas hacia el futuro para el adelanto de la mujer1y eliminar todos los obstáculos que dificultan la participación activa de la mujer en todas las esferas de la vida pública y privada”.
Ello, “mediante una participación plena y en pie de igualdad en el proceso de adopción de decisiones en las esferas económica, social, cultural y política”, lo que “también supone el establecimiento del principio de que mujeres y hombres deben compartir el poder y las responsabilidades en el hogar, en el lugar de trabajo y, a nivel más amplio, en la comunidad nacional e internacional”, agrega.
La plataforma es complementada, desde 2015, por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que, aprobada ese año por la Asamblea General de las Naciones Unidas, contiene los ODS, que son 17 metas establecidas para cumplirse, a más tardar, para 2030.
El quinto de los objetivos se refiere, específicamente, a “Igualdad de Género”, y apunta a poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas”, señalando, entre otros planteamientos, que ello no solamente constituye un derecho humano básico, sino que es crucial para el desarrollo sostenible.
En la visión de Bahous, el empoderamiento de ese sector poblacional significa beneficios generales para las sociedades.
“Cuando hay más mujeres económicamente capacitadas, las economías crecen, cuando las mujeres están representadas equitativamente en el gobierno, la gobernanza prospera”, empezó a explicar.
“Cuando las mujeres son libres de vivir sus vidas sin la amenaza perpetua de la violencia, las familias florecen y las empresas se benefician”, y “cuando las mujeres tienen más voz en los procesos de paz, la paz se alcanza antes, y es más duradera”, siguió planteando.
“Pero, a pesar de estos hechos evidentes, seguimos invirtiendo obstinadamente en armas, más de lo que invertimos en mujeres y niñas, seguimos diciendo que la igualdad de género puede posponerse para ‘más adelante’, mientras vemos cómo el mundo se aleja, cada vez más del camino correcto”, agregó, en modo de fuerte crítica.
No obstante, Bahous expresó la esperanza de que “el trigésimo aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing -que se celebrará el año que viene-, puede ser un momento decisivo para aumentar y acelerar las medidas que hagan realidad las promesas hechas hace 29 años”.
Foto: Anna Tarazevich