Más de cien organizaciones de derechos humanos a nivel internacional están exhortando al gobierno de Honduras a que ratifique un convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que garantizaría, de ese modo, los derechos de miles de trabajadoras domésticas en el país centroamericano, los que suelen no reconocerse.

Se trata del Convenio 189 (C189) de la OIT, denominado “Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos” que, no obstante su aprobación hace casi una década -el 16 de junio de 2011- está pendiente de recibir la ratificación hondureña, señalaron las organizaciones, en dos comunicados.

En el primer texto, emitido al cumplirse nueve años de la aprobación del instrumento internacional, tres de las agrupaciones -la Red de Trabajadoras Domésticas de Honduras (RTD), el Centro de Estudios de la Mujer Honduras (CEM-H), y el también local Bufete Jurídico Justicia para los Pueblos (BJP)-, anunciaron que impulsarán “una serie de acciones legales y sociales para que se reconozca y garantice los derechos humanos y laborales” de ese sector que se desempeña, mayoritariamente, en la economía informal hondureña.

Las entidades aludieron así al hecho de que, de acuerdo con diversos cálculos, en Honduras -país con algo más de 9.2 millones de habitantes-, las 139,000 trabajadoras domésticas representan un 70 por ciento de la informalidad laboral.

“A medida que las sociedades progresan, también lo hace su visión e interpretación de los derechos humanos y la dignidad humana, por eso las normas jurídicas y sociales que una vez fueron aceptadas evolucionan y se adaptan para ser más inclusivas”, explicaron.

“Para las trabajadoras domésticas en Honduras, esto significa que artículos discriminatorios, clasistas y sexistas del Código de Trabajo que regulan el trabajo doméstico tienen que ser derogadas”, plantearon.

“Estas normas anticuadas, creadas hace más de 65 años, fueron concebidas para explotar a las mujeres y niñas trabajadoras domésticas”, denunciaron, en el texto de cinco párrafos.

Además, “sentaron la base sobre la forma en que se ha tratado a este sector laboral al excluirse de las jornadas de ocho horas, del pago de horas extras, del salario mínimo, de la seguridad social, del décimo tercero y décimo cuarto mes de salario, entre otros derechos”, agregaron, en alusión a los dos aguinaldos anuales que los trabajadores formales reciben en Honduras.

También denunciaron que la precaria situación de ese sector laboral -carente de respaldo legal, y objeto de exclusión social- conduce a frecuentes situaciones de abuso, trato inhumano, y violación general de derechos, por parte de empleadores.

En ese sentido, indicaron, a manera de ejemplo, que el contexto de explotación en el cual se desempeña, en Honduras, la mayoría de las trabajadoras domésticas, priva, a ese sector, de los derechos que rigen para otros integrantes de la fuerza laboral del país, tales como acceso al sistema de seguridad social, indemnización en caso de despido, trabajo digno.

“Estos derechos deberían de formar parte de una ley especial para satisfacer las exigencias singulares de protección para quienes realizan el trabajo doméstico remunerado”, sugirieron.

“Como garantía de inclusión y cambio positivo, el Estado hondureño debería unirse a otros países mesoamericanos y ratificar el Convenio 189 de la OIT”, ya que “solo con medidas contundentes Honduras pondrá fin a la discriminación y sexismo sistemático”.

También plantearon que “urge el reconocimiento, dignificación y respeto del sector de trabajo doméstico en Honduras”.

En el segundo comunicado, emitido un día después, más de 125 organizaciones de derechos humanos -69 de ellas, hondureñas- de una docena de países -ocho, latinoamericanos, incluida Honduras-, formularon igual llamado.

“En conmemoración de los avances internacionales para reconocer la importancia del trabajo doméstico, más que 125 organizaciones nacionales e internacionales abajo firmantes, instamos al Estado hondureño – principalmente a la Secretaría de Trabajo y al Consejo Económico y Social – a que ratifique inmediatamente el Convenio 189 de la OIT”, expresaron.

Al indicar que entidades internacionales, incluidas instancias de Naciones Unidas, exhortaron, en respectivas visitas, en 2016 y 2018, a Honduras, “al Estado a ratificar el tratado”, las organizaciones firmantes precisaron que los llamados han sido, hasta ahora, ignorados, y el instrumento sigue sin contar con la ratificación hondureña.

“En un país como Honduras donde hay históricamente escasa oportunidad de empleo formal, las trabajadoras domésticas constituyen una proporción importante de la mano de obra y dan aportes económicos y sociales que merecen ser reconocidos”, expresaron, en el documento de nueve párrafos.

“Según la OIT, esto incluye el aumento de las posibilidades de empleo remunerado para personas con responsabilidades familiares, el incremento de la capacidad de cuidado de las personas de edad avanzada, los niños y niñas y las personas con discapacidad, lo que representa un aporte sustancial a las transferencias de ingreso dentro y entre países”, indicaron.

“Lamentablemente, a pesar de su indispensable trabajo y su enorme contribución económica y social, el trabajo doméstico sigue siendo infravalorado e invisible”, denunciaron.

“Ello se debe principalmente a que las trabajadoras domésticas proceden en su mayoría de zonas marginadas de todo el país, tanto de comunidades rurales como indígenas que han sido históricamente oprimidas y despojadas de sus tierras y de las oportunidades de generar sus medios de vida según sus costumbres, así como de barrios urbanos marginales, desfavorecidos y abandonados”, explicaron.

“En ambos casos, el racismo y la opresión de género y clase hacen que se subestime el trabajo doméstico”, indicaron, a continuación, para agregar que, “como consecuencia, las mujeres y niñas trabajadoras domésticas son particularmente vulnerables a la discriminación con respecto a las condiciones de empleo y de trabajo, así como a otros abusos de los derechos humanos”.

También aseguraron, a manera de exhortación, que, en el marco de la emergencia sanitaria causada en Honduras, la pandemia mundial de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19), “nunca ha sido más urgente ratificar el convenio y proteger los derechos de las trabajadoras domésticas”.

En ese sentido, hicieron referencia directa al hecho de que, a nivel mundial, las mujeres constituyen la mayoría de la fuerza de trabajo en la primera línea contra la pandemia -en particular en las áreas de la salud-.

Estados Unidos encabeza la lista global, con poco más de 2.2 millones de casos, seguido por Brasil -el país latinoamericano más golpeado por la pandemia-, con casi 1.2 millones, mientras, a nivel centroamericano, Honduras se ubica en el tercer lugar, con12,306, después de Guatemala (13,145) y antes de El Salvador (4,626).

Las organizaciones firmantes del segundo comunicado, plantearon que “es responsabilidad del Estado hondureño poner fin a la histórica exclusión legal y social del trabajo doméstico”, y señalaron que, “ a medida que las sociedades progresan, existe la obligación de responder tanto en las prácticas discriminatorias legales como en las sociales.”.

En ese contexto, “la ratificación del Convenio 189 de la OIT es un paso importante y necesario hacia la equidad de género y de clase, el derecho al trabajo decente y crecimiento económico, reducción de las desigualdades y derecho a la educación”, reflexionaron.