Una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Costa Rica en el 2016, demuestra que los hombres son quienes tienen una mayor participación dentro de las Juntas Directivas de las empresas privadas.

Durante mucho tiempo la contribución de las mujeres al crecimiento económico ha estado silenciado. Sin embargo, es indudable que el mundo está cambiando y las mismas mujeres hemos levantado la voz y asumido el liderazgo para empezar a visibilizar el importante rol que tenemos en el desarrollo de nuestros países.

Hoy, las mujeres representamos alrededor del 70% de la demanda mundial de los consumidores. El bienestar y el crecimiento de las empresas dependen de que sus juntas directivas, gerencias y jefaturas reflejen la diversidad de su base de consumidores.

Cuando las empresas saben integrar a las mujeres capacitadas, justas y motivadas, pueden comprender mejor a sus clientes y actores interesados, y aportar multiplicidad de ideas al grupo director; convirtiéndolo en una ventaja competitiva.

Ya es evidente, que el sistema financiero costarricenses está reconociendo a las mujeres como sujetos de crédito, para que puedan hacer crecer sus propios negocios y llevar mayor prosperidad a sus familias. Además, nos estamos constituyendo en una fuerza laboral de mayor importancia y continuamos siendo en más de un 80% las decisoras de compra en nuestros hogares.

Por ello tiene sentido que las empresas inviertan en el desarrollo de las mujeres como trabajadoras, ocupando puestos de dirección y liderazgo. Sin embargo, y aún conociendo su aporte en el crecimiento de las economías, el avance de la mujer es poco en lo que a igualdad salarial y de beneficios empresariales se refiere.

En Costa Rica la mujer ha empezado a ascender en puestos claves, tanto en la empresa pública como en la privada, sin embargo, aún falta mucho más para lograr una paridad de género y que sean tomadas en cuenta y así ocupar puestos de alto nivel, en condiciones de igualdad.

En la empresa privada los hombres tienen los cargos más altos, ya que el 83% de los presidentes y vicepresidentes son caballeros. Asimismo, en el 68% de los casos el gerente general tiene rostro masculino.

Esta es la realidad. Y es por ello que en las empresas tenemos una gran responsabilidad para generar espacios y oportunidades, con el propósito de que las mujeres puedan ascender y consolidarse en el ámbito laboral.

Con esta visión de incorporar más mujeres en puestos de liderazgo, en Grupo Mutual ponemos en practica su empoderamiento como líderes en diversos campos del quehacer económico y social. Para ello contamos con un Programa de Igualdad de Oportunidades, con el que se ha impulsado la paridad de género entre los colaboradores.

Actualmente, nuestro equipo está conformado por 49,60% de mujeres y 50,40% de hombres, lo que confirma la creencia de la empresa en la equidad e igualdad de oportunidades para todos.  La paridad de género no solo es importante en términos generales sino también en los puestos de liderazgo; en la actualidad las gerencias, direcciones y jefaturas de Grupo Mutual, están lideradas un 44% por mujeres y un 56% por hombres.

Además, para enmarcar todos estos esfuerzos, la empresa firmó el compromiso público del movimiento He for She de la Organización de las Naciones Unidas (ONU-Panamá), al mismo tiempo, ratificó el Convenio sobre acciones positivas con el Instituto Nacional de la Mujer (INAMU); con ambos hechos, se evidencia el compromiso con la igualdad y equidad de género a nivel empresarial y con el  Objetivo 5 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas que aboga por lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.

Desde Grupo Mutual estamos aportando nuestra cuota para encaminarnos hacia lograr esa igualdad entre los géneros, y deseamos que más empresas también realicen esfuerzos por mejorar la condición de las mujeres en sus puestos laborales y fortalecerlas para conseguir de ellas lo mejor y lograr un balance apropiado para el fortalecimiento de una mejor sociedad para todos.