La Cámara de Comercio de Costa Rica presentó un documento de medidas para dinamizar el consumo, la inversión y reactivar la economía, que de implementarse puede mejorar muchas mipymes dirigidas por mujeres.
El comercio es uno de los sectores más dinámicos de la economía costarricense. Representa un 9% de la producción nacional y es el mayor generador de empleo del país, con aproximadamente 260 mil trabajadores formales. Además, agrupa el 26% de las empresas que conforman el parque empresarial, lo que equivale a más de 18 mil comercios, siendo en su gran mayoría pequeñas y medianas empresas.
Dentro de este universo de personas económicamente activas las mujeres representan aproximadamente un 36% de la fuerza trabajadora.
A junio del 2016 el 94% de las empresas de Costa Rica son micros y pequeñas empresas, según datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) que incluye a las empresas que reportan sus planillas.
Según la Encuesta Nacional de Microempresas de los Hogares (Enameh) del 2017, del total de personas autónomas, el 63,3 % son hombres y 36,7 % son mujeres. Esta distribución por sexo no se aleja mucho de la distribución de personas ocupadas en el país, por lo anterior, las medidas que apoyen el desarrollo y fortalecimiento de las mipymes, tienen un efecto de alto impacto en las mujeres.
Mientras la actividad económica en Costa Rica, medida por el Producto Interno Bruto (PIB), registró un crecimiento de 2,7% en términos reales durante el 2018, y se proyecta un 3,2% y 3,0% para el 2019 y 2020, respectivamente, por debajo del potencial estimado por el Banco Central de Costa Rica (3,5%), por su parte, el sector comercio registró a febrero del presente año, 26 meses continuos de desaceleración, creciendo en promedio 1,87% desde el año 2017, medido por el índice Mensual de Actividad Comercial (IMAC).
Debido a la contracción económica por la que atraviesa el país, y en especial el sector comercial, la Cámara de Comercio de Costa Rica, no se conforma con señalar las debilidades y criticar al Gobierno, sino que presentó a la opinión pública un documento con medidas para dinamizar el consumo, la inversión y reactivar la economía costarricense, que de implementarse impactará positivamente a toda la población y en especial a las mujeres. Entre estas medidas se encuentran las siguientes:
Disminuir la base mínima contributiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS)
Actualmente el Reglamento de Salud de la CCSS, establece una base mínima contributiva (ingreso mínimo de referencia). Dicho término, es el salario mínimo que la institución acepta como ingreso mensual devengado por un trabajador, sin considerar cifras menores aun cuando el patrono reporte verazmente y con sustento legal un salario menor.
El monto del salario que se anota en la planilla no podrá ser inferior al ingreso de referencia mínimo, que es de aproximadamente ¢231.000, imponiendo una carga adicional a los patrones y trabajadores que devengan menores ingresos por el tipo de actividad que realizan y promoviendo la informalidad.
Esta cifra puede ser modificada por acuerdo de la Junta Directiva de la institución, tal como se aprobó para las empleadas domésticas a partir de mayo del 2018.
Reducir el Encaje Mínimo Legal (EML)
Disminuir temporalmente el Encaje Mínimo Legal, permitiría mayor disponibilidad de recursos por parte de la Banca Comercial para prestar al público y con ello, mejorar la colocación de los créditos y disminuir los márgenes de intermediación. El EML en Costa Rica actualmente es del 15%, mientras que en otros países se ubica en rangos entre el 8%-12%.
Para reducir el EML solo se requiere un acuerdo de la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica.
Depreciación fiscal acelerada de activos fijos
Permitir la depreciación fiscal acelerada de activos fijos como mecanismo destinado a estimular la inversión y el crecimiento de la actividad productiva. Varios países han adoptado esta medida que le permite a las empresas disponer de recursos financieros para aplicar a cualquier otro aspecto del negocio como por ejemplo incrementar inventario, adquirir otros activos, aumentar personal, entre otros. Para modificarlo, se requiere de una Directriz por parte Dirección General de Tributación del Ministerio de Hacienda.
Reducir las Comisiones que cobran los bancos a los comercios por pagos con tarjetas de crédito y débito
Experiencias internacionales demuestran que las comisiones que pagan los comercios en Costa Rica por pagos con tarjetas de crédito y débito son muy elevadas en comparación con algunos países de la región, siendo que en promedio un pequeño comercio paga un 5,5% sobre sus ventas, en deterioro de sus ingreso y de su competitividad.
La Cámara de Comercio estima en aproximadamente $175.000.000 (ciento setenta y cinco millones de dólares) la transferencia de riqueza de los comercios y los consumidores costarricenses hacia las entidades bancarias, dinero que se podría utilizar en mayores inversiones y contratación de personal.
Se requiere aprobar el Proyecto de Ley 21.177 “Ley para determinar las comisiones de intercambio y adquirencia por las transacciones de compra con tarjetas de crédito y débito”
Estas medidas para reactivar la economía impactarán significativamente y en forma positiva a las mipymes, tanto formales como informales, tomando en cuenta que el año pasado el Instituto Nacional de Estadística y Censos reveló en los resultados de la Enameh, efectuada para el periodo de 2018, la disminución de 13.5% en la cantidad de pequeños comercios informales con respecto a 2017. De cada 10 dueños de estos comercios, 4 son mujeres.