La escritora mexicana Beatriz Gutiérrez, esposa del centroizquierdista presidente de México, Andrés Manuel López Obrador –popularmente conocido como AMLO, por sus iniciales- ha generado reacciones mayoritariamente de crítica al haber pasado de apoyar el paro de mujeres programado para el mes próximo en el país, a respaldar la oposición a la programada protesta contra la espiral ascendente de femicidios a nivel nacional.

El apoyo inicial de Gutiérrez, al paro, generó reacciones mixtas de felicitación y de crítica, en el segundo caso porque la medida también respalda la protesta generalizada de la población por lo que considera la ausencia de acción eficaz gubernamental contra la violencia en general y los femicidios en particular.

El posterior respaldo de la esposa de AMLO –quien, al inicio del mandato presidencial de su esposo (2019-2025), rechazó el título de “primera dama de México” y se desempeña al frente de la nueva Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México-, a la contramedida también fue motivo de crítica, en este caso, de los sectores que promueven el paro de género.

En las redes sociales Facebook e Instagram,  Gutiérrez publicó, la tarde del 20 de este mes, una invitación, a las mexicanas, a participar en el paro, programado para llevarse a cabo el 9 de marzo, un día después de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Esa invitación plantea: “un día sin mujeres”, y agrega: “¡que un día antes nos vean a todas y al día siguiente no!”.

También señala: “¿no nos cuidan? ¿les da igual si existimos o no? Pues miren cómo sería ¡si no existiéramos más!”.

Y, a continuación, detalla: “No niñas a las escuelas. No maestras. No mujeres en la calle. No vayas a tu trabajo. No vayas al super. No salgas ni a la esquina”.

Gutiérrez agregó un comentario personal indicando “#undiasinmujeres ¿Qué harían sin nosotras?”.

Entre los comentarios a la publicación de Gutiérrez, uno planteó: “Estás consciente de que es una protesta contra el Presidente AMLO? La derecha está promoviendo eso”.

El comentario reafirmó, con el último señalamiento, expresiones del mandatario en similar sentido.

Días antes, las organizaciones promotoras de la medida difundieron, también en redes sociales, la primera invitación.

“¡El nueve ninguna se mueve!”, indica la convocatoria inicial, y agrega “#undiasinnosotras”, además de anunciar “paro nacional”, lo que implica “ni una mujer en las calles, ni una mujer en los trabajos, ni una niña en las escuelas, ni una joven en las universidades, ni una mujer comprando”.

Y aquellas quienes no puedan incorporarse al paro, están invitadas a desplazarse, ese día, vistiendo alguna prenda morada, o llevando un pañuelo, de ese color, amarrado alrededor de una de sus muñecas.

Horas después de haber reproducido la convocatoria al paro, Gutiérrez modificó marcadamente su posición, y, en Instagram, publicó invitación a no participar en la medida.

Diagramada virtualmente igual que la primera convocatoria al paro, y con un texto casi idéntico –excepto por los cambios estrictamente necesarios-, la invitación a la apoyar la contramedida, indica: “¡el nueve me mueve!”, y agrega: “#UnDíaMasConNosotras”.

A continuación, expresa “#no al paro nacional”, y, debajo, indica: “mujeres y hombres con pañuelo blanco, apoyamos a amlo y también queremos erradicar la violencia, trabajemos para el crecimiento de nuestro país”.

Esta invitación –que hace referencia a la violencia en general, in mencionar la de género- incluye, en su ángulo inferior derecho, una reproducción, en pequeña escala, de la convocatoria al paro, tachada con una equis roja.

En esta publicación, Gutiérrez comento: “#Undiamasconnosotras está mejor”, y recibió comentarios tales como “Claro, ya le dieron instrucciones”, “Señora, tenga congruencia”, “Trabajemos x México, la mayoría de los mexicanos hacemos lo correcto el Gobierno no hace su trabajo la inseguridad va a la Sra”, “Yo estaba súper emocionada por tener a una primera dama como usted, pero parece que me equivoqué”.

El apoyo a una u otra iniciativa se enmarca en la tendencia al ascenso que presenta la violencia contra las mujeres, en México, en particular los femicidios.

Dos de los más recientes femicidios, ocurridos este mes, en el lapso de aproximadamente dos días, conmocionaron a la sociedad mexicana, ya que, en el primer caso, la víctima, identificada como Ingrid Escamilla, de 26 años, fue asesinada, a puñaladas, por su pareja, de 46, con particular brutalidad, y, en el segundo, se trata de una niña de siete años, identificada como Fátima.

El femicidio de Escamilla ocurrió el 9 de febrero, en el marco de una discusión durante la cual el agresor no solamente apuñaló a la víctima sino que, luego, la desmembró, la evisceró, y la desolló, echando partes del cuerpo en el inodoro de la vivienda y en una cloaca pública, de acuerdo con versiones periodísticas locales e internacionales.

El victimario cometió el crimen en presencia de su hijo, un adolescente de 14 años, quien padece autismo, según las mismas fuentes.

En el caso de Fátima, la menor fue retirada, el 11 de febrero, por una mujer, de la escuela donde estudiaba, en una localidad del oriental sector capitalino de Xochimilco.

Al parecer, la secuestradora se valió del hecho de que la madre de la niña llegó, al centro educativo, por su hija, con atraso de veinte minutos, de acuerdo con medios locales.

El cuerpo de Fátima fue hallado, el 16 de febrero, dentro de una bolsa, en una localidad cercana. Ambos crímenes fueron seguidos por otros dos femicidios, registrados –respectivamente, el 17 y el 18 de febrero- en el sudoccidental estado costero de Guerrero.