La asexualidad ha existido siempre, pero este concepto se torna desconocido para muchas personas. Hay quienes la viven sin darse cuenta, y las razones por las cuales sucede son diversas.

Alejandra – así llamaremos a nuestra entrevistada – es una mujer joven de tres décadas, quien hace tres años descubrió que no sentía deseos de tener relaciones sexuales con otra persona.

Según lo explica ella misma, “se debe entender que una persona es asexual porque no experimenta el deseo sexual.” No es que Alejandra haya tenido siempre esa orientación o que no le guste el sexo o le parezca asqueroso. Simplemente su cuerpo no siente ese deseo, por alguna causa. Tampoco descarta volver a sentirlo.

Aunque algunas personas pueden confundir la asexualidad con el celibato, se trata de condiciones diferentes. Una persona célibe se abstiene de tener relaciones sexuales porque su religión no se lo permite. Las personas asexuales sí perciben el impulso sexual y pueden llegar a masturbarse, pero no sienten esa atracción por alguna persona que pueda satisfacer ese impulso.

De acuerdo con información de la página de internet elmundo.es, el uno por ciento de la población mundial es asexual.

Alejandra atribuye la condición de su asexualidad a problemas hormonales, pero manifiesta que puede obedecer a motivos diversos.

Para la licenciada en psicología, Érika Ávila Chaves: “La asexualidad no es un trastorno sexual, no es un rechazo ni una aversión al sexo, ni tiene que ver con traumas o fobias, es la preferencia de una persona y es claro que la persona tiene mucha presión social, sin embargo, es su derecho el no desear tener relaciones sexuales. Se da con mayor frecuencia en las mujeres, y las personas pueden desarrollar una vida normal pueden enamorarse y sentir intimidad sin poca o ninguna actividad sexual.”

Ser asexual no le impide llevar una vida normal. Incluso puede llegar a casarse, ya que, una vez enamorada, posiblemente en algún momento llegaría a sentir deseo sexual. Considera que, al fin y al cabo, es un asunto de sinceridad y comunicación con la pareja.

Por otra parte, ser madre es otra opción, por cuanto se puede tener un hijo con alguna técnica sin necesidad de llegar al coito.

Si bien no conoce de alguna organización en Costa Rica que agrupe a las personas asexuales, tiene conocimiento de otras fuera de estas fronteras, con las cuales se puede establecer un enlace por medio de la tecnología.

En opinión de Alejandra, existen otras formas de intimidad aparte del coito, como por ejemplo establecer relaciones de amistad y comprender los sentimientos de las personas. Para ella esto es muy valioso, y es capaz de conocer a otra persona sin pensar en tener una relación sexual.

En su caso, la condición es transitoria y desearía volver a sentir deseo sexual. Sin embargo, tiene amigas cuya pérdida de ese deseo es definitiva.

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