Las mujeres destacan en las opciones del presidente electo de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, para el desempeño de posiciones clave en el gabinete de su inminente administración.
Biden ha lanzado candudaturas femeninas para los principales cargos en el área de comunicación de la Casa Blanca, promueve la presencia de una mujer en la titularidad del Departamento del Tesoro, lo mismo que en algunas posiciones en el área de seguridad.
El primer caso marca el hecho sin precedente de que un mandatario electo haya seleccionado solamente mujeres, para integrar la conducción del equipo de comunicación.
Algunas candidaturas requieren confirmación por parte del senado, cuya integración completa se desconoce aún, ya que la votación -del 3 de noviembre- en el sureño estado de Georgia requiere segunda vuelta -el 5 de enero-, para definir los dos escaños en disputa, que son determinantes.
En el caso de que el Partido Demócrata los obtenga, se daría un empate entre sus senadores y los republicanos, pero la justada diferencia para votaciones sería determinada por Kamala Harris, quien, por su condición de vicepresidenta de Estados Unidos, encabeza la cámara alta, por lo que su voto es decisivo.
Si el Partido Republicano los gana, Biden estará frente a un Senado de ajustada mayoría opositora, lo que haría peligrar algunas de estas candidaturas -además de la legislación que el futuro presidente quiera impulsar-.
Entretanto, la Cámara de Representantes seguirá, como actualmente, con mayoría demócrata.
En materia de comunicación, citado en un comunicado de Build Back Better (Reconstruir Mejor) -el sitio web oficial del equipo de transición gubernamental del mandatario electo-, Biden expresó que “comunicar directamente y verazmente al pueblo estadounidense es una de las más importantes obligaciones de un presidente”.
“Y, a este equipo, se le confiará la tremenda responsabilidad de conectar al pueblo estadounidense con la Casa Blanca”, señaló, a continuación.
“Tengo el orgullo de anunciar hoy el primer equipo de comunicación de alto de nivel de la Casa Blanca compuesto enteramente por mujeres”, agregó.
Citada en el extenso texto, Harris subrayó que “nuestro país está enfrentando desafíos sin precedente -desde la pandemia del coronavirus hasta la crisis económica, la crisis climática, y una largamente postergada rendición de cuentas sobre injusticia racial-“.
“Para superar esos desafíos, tenemos que comunicarnos claramente, honestamente, y transparentemente con el pueblo estadounidense, y este equipo experimentado, talentoso, rompedor de barreras nos ayudará a hacerlo”, subrayó.
“Estas profesionales en comunicación expresan nuestro compromiso con la construcción de una Casa Blanca que refleje lo mejor de nuestra nación”, agregó.
Entre esas designaciones figura la de Jen Psaki, como secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
Nacida en la ciudad de Stamford, en el nororiental estado de Connecticut, Psaki es, actualmente, integrante del equipo de transición gubernamental de Biden.
Previamente, fue vicepresidenta para Comunicación y Estrategia de la Carnegie Endowment for International Peace (Fundación Carnegie para la Paz Internacional), además de colaboradora en la red de televisión informativa Cable News Network (CNN).
Su experiencia en el campo de la comunicación incluye su desempeño como directora de Comunicación de la Casa Blanca, durante la administración del ex presidente Barack Obama (2009-2013, 2013-2019).
Además, participó en tres campañas presidenciales demócrata consecutivas -2004, 2008, 2012-.
En la primera, fue subsecretaria de Prensa del demócrata John Kerry, y en las otras dos se desempeñó como secretaria viajante de Prensa de Obama -cuyo compañero de fórmula, en ambos procesos, fue Biden-.
Psaki reside en el oriental estado de Virginia, con su esposo y dos hijos.
Entretanto, Kate Bedignfield fue nominada para desempeñarse como directora de Comunicación de la Casa Blanca.
Oriunda del sureño estado de Georgia, en el reciente esfuerzo electoral de Biden, fue subadministradora de Campaña, así como directora de comunicación.
En la administración de Obama-Biden, ocupó el cargo de directora de Comunicación vicepresidencial.
Previamente, se desempeñó, entre otros cargos, en equipos de comunicación del Partido Demócrata en procesos electorales parlamentarios, y como portavoz jefa y vicepresidenta de Comunicación corporativa de la Motion Picture Association of America (Asociación de Cine de Estados Unidos).
Bedignfield reside en la capital estadounidense, con su esposo, hija, e hijo.
Pili Tobar está designada para desempeñarse como su subalterna inmediata, en el cargo de subdirectora de Comunicación de la Casa Blanca.
Oriunda del sudoriental estado de Florida, criada en Guatemala, y poseedora de doble nacionalidad -.estadounidense y guatemalteca-, Tobar fue directora de Comunicación para coaliciones en la campaña de Biden.
Con anterioridad, fue subdirectora de la organización no gubernamental de derechos humanos America’s Voice (Voz de Estados Unidos), defendió las garantías fundamentales de los migrantes.
También fue directora de Medios Hispanos del senador demócrata Charles Schummer
-líder de la minoría en la cámara alta-, así como directora nacional para Medios Hispanos y secretaria de Prensa Regional para el Oeste del Democratic National Committee (Comité Nacional Demócrata).
Tobar reside en la capital estadounidense, con su esposa y su hija.
Otra delicada responsabilidad que Biden está encomendando a una mujer, es la titularidad del Departamento del Tesoro.
Esta dependencia -creada el 2 de setiembre de 1789, hace 231 años- es clave en materia de finanzas, ya que, entre otras áreas de responsabilidad, se encarga de la emisión de dinero -billetes y monedas-, de la recolección de impuestos, de ,os instrumentos de deuda del gobierno, y de autorizar y supervisar el funcionamiento de instituciones bancarias.
Además, aconseja a los poderes Ejecutivo y Legislativo en materia de política fiscal.
En el momento en que Estados Unidos enfrenta una de sus más dramáticas crisis económicas, resultante de la pandemia mundial del coronavirus -emergencia sanitaria en cuyo contexto el país es el más golpeado a nivel global-, Biden eligió a la economista Janet Yellen, para encabezar esa institución.
Considerada, por colegas -según el diario estadounidense The Washington Post-, como “firme pero bondadosa, increíblemente inteligente y siempre preparada”, la economista, nacida hace 74 años en el populoso sector neoyorquino de Brooklyn, se desempeñó, desde 2010 hasta 2014, como vicepresidenta del Sistema de la Reserva Federal -, más conocido como la Reserva federal (el banco central estadounidense)-, y, desde 2014 hasta 2018, en calidad de presidenta de esa institución.
La entidad fue creada el 23 de diciembre de 1913 -hace casi 107 años-, para cumplir tres objetivos centrales en materia de política monetaria -maximizar el empleo, estabilizar los precios, y moderar las tasas de interés a largo plazo-, los que actualmente cubren, además, la supervisión y la regulación de los bancos, el mantenimiento de la estabilidad del sistema financiero estadounidense, investigación en temas de economía, entre otras.
Si el Senado la confirma en la titularidad del Departamento del Tesoro, Yellen se convertirá en la primera mujer en el desempleo de ese cargo, después de haberlo sido al frente de la Reserva Federal.
Mientras dirigió esa entidad, y contrariamente al pensamiento de sus colegas conservadores, Yellen logró, lentamente, asentar su visión de que el desempleo puede reducirse sin disparar la inflación, y el enfoque fue exitoso, ya que, en los cuatro años de su mandato, el desempleo nacional bajó de 6.7 a 4.1 por ciento.
En materia de diplomacia y seguridad, tres hombres y dos mujeres figuran entre los seleccionados para desempeñar las principales responsabilidades.
Estas designaciones son, respectivamente, las de Anthony Blinken, como secretario de Estado, Linda Thomas-Greenfield, para representar al país en Naciones Unidas, así como Alejandro Mayorkas al frente del Department of Homeland Security (Departamento de Seguridad Interna, DHS), Jake Sullivan, como asesor de Seguridad Nacional, Avril Haines, en calidad de directora de Inteligencia Nacional.
“No tenemos tiempo que perder, cuando se trata de nuestra seguridad nacional y política exterior”, indicó Biden, en una declaración en la anunció las opciones.
“Este es el centro de ese equipo”, aseguró, para agregar que “estas personas son tan experimentadas y probadas en crisis como son motivadas e imaginativas”.
“Sus logros (…) son inigualados, pero también reflejan la idea de que no podemos enfrentar los profundos desafíos de este nuevo momento con pensamiento viejo y hábitos sin cambiar -o sin diversidad de antecedentes y perspectiva”, señaló.
Al respecto, Harris señaló, en una declaración, que “el presidente electo Biden y yo sabemos que, en el momento en que entremos a la Casa Blanca, heredaremos una serie de desafíos sin precedente”.
“Estos líderes de seguridad nacional y política exterior, probados en crisis, tienen el conocimiento y la experiencia para mantener seguro, a nuestro país, y restaurar e impulsar el liderazgo de Estados Unidos, en el mundo”, expresó.
“Representan lo mejor de Estados Unidos”, aseguró.
Respecto a las dos designaciones femeninas, la afroestadounidense Thomas-Greenfield cuenta con más de tres décadas de experiencia en el Servicio Exterior, la que culminó al retirarse cuando Trump asumió la presidencia.
“Mi madre me enseñó a dirigir con el poder de la bondad y la compasión, para hacer que el mundo sea un lugar mejor”, tuiteó, luego de su nominación.
“He llevado conmigo, esa lección, a lo largo de mis carrera en el Servicio exterior, y, si soy confirmada, haré lo mismo como embajadora en Naciones Unidas”, aseguró.
Por su parte, Haines ha sido subdirectora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), además de principal asesora adjunta presidencial en seguridad nacional, durante el gobierno de Obama.
Si obtuviese la confirmación en el nuevo cargo, la experta se convertiría en la primera mujer en ocupar esa posición.