Aunque por muchos años la dirección teatral se ha visto dirigida por hombres, existe un repunte en participación femenina en los últimos años y Mara Toruño es ejemplo de ello.
Graduada de la escuela de artes dramáticas de la Universidad de Costa Rica, en el año 1997 Maritza Toruño inició su carrera en dirección teatral, aunque ha ido sin pausa pero sin prisa, esta directora ha logrado obtener una amplia trayectoria como actriz, docente, directora radial y en el teatro.
Entre sus obras están: No se paga no se paga, presentada en el año 1997, para el año 2000 la Mandrágora realizada en Puntarenas, en el 2013 direccionó la obra Medusa primer montaje grande con 16 actores y en este año su reciente dirección Orinoco, estas dos últimas de Emilio Carballido.
Además de sus reconocidos trabajos, Mara ha tenido participación en el Festival Internacional de las Artes (FIA) y tuvo la oportunidad de presentarse en el extranjero.
Aunque asegura que el medio no es fácil debido a que siempre ha predominado la participación masculina en dirección de teatro, considera que gracias a María Bonilla, directora y creadora de un programa para jóvenes directoras, se ha conseguido un mayor interés de las mujeres con el paso de los años.
Las directoras en los años 80 fueron muy maltratadas, hacia el 2000 es que se empiezan a generar más direcciones femeninas y una forma distinta de ver el teatro, dijo Toruño, quien considera que el hecho de que antes predominaran tanto los hombres en este medio, se debe a un asunto cultural.
Como cualquier director o directora ha tenido dificultades en su carrera, para Maritza, el primer problema es el lenguaje, el cómo transmitir al elenco o a los actores las ideas y como construirlas con ellos, sin imponerles, “es un trabajo en conjunto, escucharse mucho, discutir, incluir ideas y estar abierto al trabajo en equipo” dijo como clave para su éxito.
Pese a sus triunfos, la directora posee gran humildad y asegura que aún le falta madurez escénica, sin embargo comenta que cuando está montando una obra ya está pensando en la que sigue como sus mayores retos.
A las jóvenes que tienen inquietudes en dirección teatral, recomienda que no tengan miedo a lanzarse ni a equivocarse, que aunque deben trabajar duro y honestamente, deben confiar en el talento que tienen y trabajar para que sea cada vez mejor.
ORINOCO su reciente obra dirigida, se estará presentando en el Teatro Vargas Calvo hasta el próximo 17 de Junio y aunque está rodeada por hombres, considera que ha sido un gran aprendizaje y una oportunidad maravillosa.
La obra es una comedia que trata de dos vedets y habla de la forma de mirar la vida, del cómo salir de los problemas y de cómo mirar el futuro con esperanza y sin temor.
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