De figura humilde, huérfana judía, su posición cambió radicalmente hasta alcanzar el estatus social más alto
Se convierte en reina de una potencia mundial. Al llegar a este cargo logra vivir sabiamente. De todas las jóvenes reunidas en Susa, sólo ella no adoraba a los ídolos de Persia, ya que fue criada por Mardoqueo, quien la formó bajo la cultura hebrea y conoció la verdad de Dios y lo amó.