Fue prostituta, convertida en una mujer con un temor reverente por el Dios de los Israelitas
En la biblia aparece como una prostituta que vivía en la ciudad Canaa de Jericó, que ayudó a dos espías enviados por Josué y como recompensa, fue la única sobreviviente junto con su familia. Rahab se casó y tuvo hijos, incluyendo a Booz, quien por ser bisabuelo del Rey David, es parte de la descendencia de la cual nacería Jesús de Nazaret.