De ganar la batalla, el TSE estaría obligado a exigir a los partidos, que cedan el primer lugar, en al menos tres provincias para las mujeres en la elección del 2018.
La Sala Constitucional acogió recientemente, un reclamo presentado por varias diputadas, para obligar al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), a respetar la equidad en todos los partidos.
Las mujeres exigen encabezar las listas de elección popular, en igualdad de condiciones con los hombres.
La decisión de llevar el asunto al máximo tribunal, se debe a que el TSE ya les había rechazado un reclamo presentado en el 2010 por este tema.
De este modo, no les quedó a otra salida a las legisladoras, porque los partidos insistieron en las últimas elecciones, en privilegiar a los hombres en la escogencia que se hizo.
Esta situación, las puso claramente en desventaja a la hora de competir, e hizo que el número de féminas en la Asamblea, se redujera en tres puestos en comparación con el último parlamento.
De ganar la batalla, el TSE estaría obligado a exigir a los partidos, que cedan el primer lugar, en al menos tres provincias para las mujeres en la elección del 2018.
Así las cosas, la escogencia “a dedo” se eliminaría.
“Los espacios en la política hay que ganárselos a pulso, porque en este caso el órgano electoral no quiso respetar la equidad y porque los partidos tienen dos facetas en este tema”, explicó Maureen Clarke, diputada por Liberación Nacional.
La interpretación que hacen las mujeres de la ley, es considerada errónea para el TSE.
La paridad horizontal que hoy exigen las diputadas, no fue contemplada por los diputados en el 2010 cuando se reformó el Código Electoral.
“No le corresponde diseñarle a las agrupaciones políticas, mecanismos para lograr encabezamientos paritarios de las nóminas de candidaturas, dado que el legislador rechazó incluir una exigencia de ese tipo en el Código Electoral”, indicó Juan Luis Rivera, letrado del TSE.
Aparte del reclamo ante la Sala IV, las legisladoras del anterior Congreso y también las actuales, han tratado de impulsar una reforma a ley para garantizar el derecho político que exigen.
Sin embargo, hasta el momento no han podido aprobar el proyecto en el Plenario, lo que las hace pensar que no existe viabilidad política.
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