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La conservación y la utilización sostenible de un manglar, en el litoral oeste de Costa Rica, es una tarea llevada a cabo, sostenidamente, por casi medio centenar de mujeres, organizadas en una red promotora de protección ambiental y pesca responsable.

Las emprendedoras son extractoras de moluscos, radicadas en la zona de la localidad de Chomes, en la occidental y costera provincia de Puntarenas, precisó CoopeSoliDar RL, una cooperativa autogestionaria especializada en conservación marina continental, así como en derechos humanos, al dar a conocer la información, en un comunicado que emitió el 13 de diciembre.

Citada en el texto, Aracelly Jiménez, la presidenta de CoopeMolusChomes RL -la organización que reúne a las molusqueras-, dijo que, en siete años, la integrantes del grupo han sembrado, en el manglar local, decenas de miles de unidades de dos variantes de mangle -especie de arbusto y árbol existente en ese tipo de ecosistema-.

Por su parte, la presidenta de CoopeSoliDar, Ivannia Ayales, destacó el trabajo que desempeñan esas ambientalistas.

De acuerdo con lo que se informó en el comunicado, los manglares costarricenses figuran entre los de mayor biodiversidad, a nivel de América Latina -cubriendo un 0.7 por ciento del territorio nacional, área de aproximadamente cuatro mil hectáreas-, un 99 por ciento de los cuales se ubica en el occidental litoral Pacífico.

Esta extensión comprende 80 manglares, mientras 1.0 por ciento, está localizado en la oriental costa caribeña, según la misma fuente.

“Un grupo de 47 mujeres afiliadas a la organización, CoopeMolusChomes R.L., quienes forman parte de la Red de Áreas Marinas de Pesca Responsable y Territorios Marinos de Vida, desarrollan esfuerzos orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible del manglar en Chomes”, indicó.

Se trata de un “recurso marino que constituye una de las principales fuentes generadoras de empleo en esa comunidad del Pacífico Central de Costa Rica”, puntualizó.

La organización, integrada por 52 personas, en total, fue creada en 2014, para “aglutinar a los trabajadores de la industria local de extracción de moluscos que se encuentra sumamente arraigada en la economía local”, expresó, además de informar que, en la zona de Chomes -cuya población es de alrededor de seis mil habitantes- “la actividad molusquera se complementa con la pesca artesanal”.

 

En coordinación con una agrupación afín, denominada CoopeSoliDar RL, “se desarrolla un Plan Participativo de Manejo de los Moluscos de la zona, con el fin de formalizar la actividad y mejorar la calidad de vida”, se explicó en el comunicado, señalándose, asimismo, que “esta iniciativa es la primera en su tipo que se realiza en el país”.

Respecto a la actividad ambientalista que llevan a cabo las mujeres de CoopeMolusChomes, Jiménez subrayó que, durante los pasados siete años, las trabajadoras dedicadas a la extracción de moluscos -lo que incluye almejas, choras, mejillones, pianguas- han sembrado alrededor de 20 mil árboles de las variedades mangle rojo y mangle colorado.

Ello, para permitir la reproducción de la fauna local, puntualizó, para agregar que, “de ahí, sale una buen parte de los ingresos para nuestras familias”.

Jiménez relató, asimismo, que el trabajo es particularmente arduo, a causa de la contaminación, principalmente consistente en desechos sólidos, que el manglar recibe, desde zonas tan lejanas como la central Gran Área Metropolitana (GAM) -en el Valle Central, donde se ubican las principales ciudades costarricenses, incluida San José, la capital nacional-.

“Cada quince días, visitamos el lugar, para mantenerlo lo más limpio posible de este tipo de desechos que nos llegan”, señaló, además de relatar, a manera de ilustración, que “hemos encontrado de todo: plásticos, botellas, sillones, bolsas, zapatos, etc, etc”.

“Una vez que recogemos ese material contaminante, se dispone en un relleno municipal, para su debido tratamiento”, siguió explicando.

La presidenta de la cooperativa explicó que, “para nosotras, es importante que el manglar se conserve en muy buen estado, desde el punto de vista ambiental, porque representa el sitio de trabajo más importante”.

Sin embargo, el trabajo ecológico que realizan las molusqueras, no cuenta con reconocimiento institucional, según manifestó.

“A pesar de todo este esfuerzo, ha sido muy difícil avanzar, pues las instituciones del Estado no reconocen que, también desde la sociedad civil, los y las pescadores, apoyamos estos territorios de vida marina, mediante la conservación”, denunció.

En el comunicado se informó, asimismo, que, “junto con CoopeSoliDar RL se desarrolla un Plan Participativo de Manejo de los Moluscos de la zona con el fin de formalizar la actividad y mejorar la calidad de vida”.

“Esta iniciativa, es la primera, en su tipo, que se realiza en el país”, aclaró.

También citada en el comunicado, Ayales destacó el esfuerzo ambientalista que mantienen las mujeres de Chomes.

Se trata de un “caso de éxito -casi único-, en Latinoamérica”, aseguró.

A continuación, explicó que “permitió demostrar el poder de la acción comunal en favor de un uso sostenible de esta fuente de ingresos”.

Al respecto, en el comunicado, se citó una investigación llevada a cabo por CoopeSoliDar, y publicado con el título “Las mujeres en la cadena de valor de las pesquerías de pequeña escala”.

En ese análisis se indica que la acción llevada a cabo por las molusqueras de Chomes, ha permitido que “se empoderen en un espacio de trabajo que es de vital importancia para mejorar la calidad de vida de las familias”, según la misma fuente.

También se informó que, incluido en esa investigación, el “Caso de Estudio: Hacia un reconocimiento nacional de las voces de las mujeres de ríos, mares, costas y humedales en Costa Rica” destaca que “las mujeres de Chomes han ido tomando conciencia de la importancia de la pesca responsable, respetando vedas, artes permitidas y avanzando en planes de aprovechamiento del manglar”.

En el comunicado se precisó, igualmente, que la Red de Áreas Marinas de Pesca Responsable y Territorios Marinos de Vida, es un conglomerado de organizaciones de diversa índole.

Son agrupaciones pesqueras de diversa naturaleza, comunidades de áreas marinas de manejo, pueblos afrodescendientes e indígenas, comunidades molusqueras, entre otras, según lo señalado en el texto.

También se precisó que “se trata de un grupo amplio, abierto y heterogéneo, que cuenta con una robusta participación de los distintos grupos que componen al sector pesquero artesanal de pequeña escala en Costa Rica”.