A nivel mundial, la población femenina es la más golpeada por los fenómenos de sequía y desertificación, pero carecen del reconocimiento y el respaldo para implementar prácticas agrícolas sostenibles
La erosión del suelo, principalmente a causa de tradicionales prácticas agrícolas insostenibles, afecta a casi la mitad de la tierra apta para esas actividades, lo que, entre otras amenazas, plantea, por ejemplo, riesgo para la producción de alimentos.
En una reciente exposición del cuadro de situación, el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, denunció que, no obstante el hecho de que las mujeres y las niñas son el sector poblacional más afectado por la degradación del suelo, al igual que en otras situaciones, no se les permite aportar a la solución.
“Las prácticas agrícolas insostenibles están erosionando los suelos 100 veces más rápido de lo que la naturaleza puede restaurarlos”, advirtió Guterres, al participar, el 17 de junio, en la actividad llevada a cabo en la sede de la organización mundial, en la nororiental ciudad estadounidense de Nueva York, para marcar el anual Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
“Hasta el 40 por ciento de las tierras nuestro planeta está ya degradadas, lo que pone en peligro la producción de alimentos, amenaza la biodiversidad, y agrava la crisis climática”, precisó el funcionario.
Se trata de “una situación que afecta, sobre todo, a las mujeres y las niñas”, precisó.
Ellas “sufren, de forma desproporcionada, la falta de alimentos, la escasez de agua, y la migración forzosa que provoca el maltrato de la tierra”, planteó.
Pero, “a pesar de ello, son las que menos control tienen sobre la situación”, dijo, a continuación.
Por ello, es necesario contar con “ayuda para que las mujeres y las niñas desempeñen su papel en la protección de nuestro recurso más preciado, para acabar con la degradación de la tierra, para 2030”, señaló, en calidad de exhortación.
Lo expresado por Guterres se enmarcó en el lanzamiento de la campana #SuTierra (#HerLand), por parte de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los Países Afectados por Sequía Grave o Desertificación (United Nations Convention to Combat Desertification, Unccd).
Según lo indicado en la resolución de la organización mundial que creó, el 17 de junio de 1994, la convención, el objetivo central de la iniciativa consiste en “luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en Africa”.
El texto aludió, así, a una treintena países ubicados en la norteña zona africana de Sahel -contigua al desierto de Sahara-, afectados, hace décadas, por sequía y la consecuentes desertificación.
Esas naciones recibieron, en la segunda mitad del siglo 20, de Naciones Unidas, ayuda alimentaria de emergencia y, posteriormente, asistencia técnica para recuperar la agricultura y la ganadería.
Uno de los países más severamente afectados por el fenómeno, es Mauritania, en la costa noroccidental del continente.
La convención apunta a la “adopción de medidas eficaces en todos los niveles, apoyadas por acuerdos de cooperación y asociación internacionales, en el marco de un enfoque integrado (…) para contribuir al logro del desarrollo sostenible en las zonas afectadas”, de acuerdo con lo señalado en el segundo de los cuarenta artículos del texto, contenido en sesenta páginas.
Respecto a #SuTierra, al informar sobre la actividad en la que Guterres tuvo participación, Noticias ONU -la agencia informativa de Naciones Unidas-, indicó que el objetivo central de la campaña consiste en “promover ejemplos exitosos de contribuciones de mujeres y niñas a la gestión sostenible de la tierra y movilizar apoyo para promover los derechos a la tierra para mujeres y niñas en todo el mundo”.
En ese sentido, respecto a la desigualdad que, también en esa materia enfrenta la población femenina, el medio de comunicación internacional citó datos de la Unccd para denunciar la existencia de “prácticas discriminatorias relacionadas con la tenencia de la tierra, el acceso al crédito, la igualdad salarial y la toma de decisiones impiden a menudo su participación en el cuidado de la tierra”.
También precisó que “menos de uno de cada cinco propietarios de tierras en el mundo son mujeres”.
Igualmente, planteó que, “si se les da igualdad de acceso, las mujeres y las niñas pueden aumentar la productividad agrícola, restaurar la tierra, y aumentar la resiliencia ante la sequía”.
La descripción oficial de los objetivos de #SuTierra, en el sitio de la convención, en Internet, indica que “todos podemos hacer nuestra parte”.
“Los gobiernos pueden promover leyes, políticas y prácticas que pongan fin a la discriminación y aseguren los derechos de las mujeres a la tierra y los recursos”, además de que “las empresas pueden dar prioridad a las mujeres y las niñas en sus inversiones y facilitar el acceso a la financiación y la tecnología”, según la misma fuente.
Por su parte, “las personas pueden apoyar iniciativas lideradas por mujeres que están restaurando tierras y ayudar a difundir el mensaje usando el hashtag #HerLand”, agrega.
La Unccd también explica que los objetivos de la campaña incluyen el de “crear conciencia sobre el impacto desproporcionado de la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía en las mujeres y las niñas, y las barreras que enfrentan en la toma de decisiones sobre cuestiones relacionadas con la tierra”.
Igualmente, “mostrar, a través de las voces de las mujeres y las niñas, los impactos causados por la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía en una miríada de formas”, lo mismo que “destacar ejemplos exitosos de contribución de mujeres y niñas a la gestión sostenible de la tierra”.
Además, formular un “llamado a la acción para fortalecer el liderazgo y el poder de decisión de las mujeres, para abogar por los problemas que afectan a las mujeres en el contexto de la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía”.
En ese sentido, al participar en la actividad del 17 de junio, la ex presidenta (2000-2006, 2006-2012) finlandesa, la socialdemócrata Tarja Halonen, planteó, a manera de exhortación a la comunidad internacional, que “solucionar las desigualdades de género no es sólo lo correcto».
En opinión de Halonen, “si garantizamos que las mujeres son plenamente capaces de utilizar sus capacidades, conocimientos, talentos, y potencial de liderazgo, nuestras sociedades serán mejores”.
Foto: Kelly