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La proporción de personas de 65 años o mayores aumenta a un ritmo más acelerado, con mujeres que superan en número a los hombres a edades más avanzadas debido a su mayor esperanza de vida
El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero, la demanda de bienes y servicios, como la vivienda, el transporte y la protección social, así como la estructura familiar y los vínculos intergeneracionales.
Las personas mayores son vistas cada vez más como agentes que contribuyen al desarrollo, cuya capacidad para actuar en su propio beneficio y en el de sus sociedades debe integrarse en las políticas y programas a todos los niveles. En las próximas décadas, es muy probable que muchos países se enfrenten a presiones fiscales y políticas en relación con los sistemas públicos de asistencia sanitaria, pensiones y protección social para una población de edad cada vez más avanzada.
Últimas tendencias en el envejecimiento de la población
Según las Perspectivas de la Población Mundial 2022, la población mayor de 65 años crece más rápidamente que la población por debajo de esa edad.
La proporción de personas de 65 años o mayores aumenta a un ritmo más acelerado que la de los que tienen menos de esa edad. Esto significa que se prevé que el porcentaje de la población mundial mayor de 65 años aumente del 10% (2022) al 16% en 2050. Se estima que en 2050 el número de personas de 65 años o más en todo el mundo será el doble del número de niños menores de 5 años y casi equivalente al número de niños menores de 12 años.
Datos
Las últimas estimaciones de las Naciones Unidas apuntan a que la población mundial podría crecer hasta unos 8.500 millones en 2030, 9.700 millones en 2050 y 10.400 millones en 2100.
• A nivel mundial, la esperanza de vida al nacer de las mujeres superó a la de los hombres en 5,4 años en 2019. La ventaja de la supervivencia femenina está presente en todos los países y regiones, con una diferencia que oscila entre 2,9 y 7 años.
• El rápido crecimiento de la población y la alta fertilidad plantean desafíos para el desarrollo sostenible. Educar a más niños, niñas y jóvenes supone desviar recursos destinados a mejorar la calidad de la educación.
• Para los países con unos niveles de fecundidad que siguen siendo elevados, es probable que la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular los relacionados con la salud, la educación y el género, acelere la transición hacia una menor fecundidad y un crecimiento más lento de la población.
• Se prevé que la población de muchos de los 46 países menos adelantados se duplique entre 2022 y 2050, lo que supondrá un reto para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
• Para muchos países y territorios, incluidos algunos pequeños Estados insulares en desarrollo, los retos que plantea el crecimiento acelerado se ven agravados por su vulnerabilidad al cambio climático y a la subida del nivel del mar.
• La esperanza de vida en los países menos desarrollados en 2021 era 7 años inferior a la media mundial, debido en gran parte a los altos niveles de mortalidad infantil y materna, la violencia, los conflictos y el impacto de la epidemia del VIH.
• En 2021, alrededor de 13,3 millones de bebés, aproximadamente el 10 % del total mundial de nacimientos, nacieron de madres menores de 20 años. Esto puede perjudicar tanto la salud como el bienestar de las madres jóvenes y de sus hijos, especialmente en el África subsahariana, América Latina y el Caribe.
• Las mujeres superan en número a los hombres a edades más avanzadas debido a su mayor esperanza de vida. En 2022, las mujeres representaban el 55,7% de las personas de 65 años o más en todo el mundo. Se prevé que este porcentaje disminuya ligeramente hasta el 54,5% en 2050.
Foto: Vlada Karpovich
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