La actriz y activista Meryl Streep presentó el pionero proyecto “Writers Lab,” (Laboratorio de escritoras). Este proyecto pretende incrementar las oportunidades laborales de las mujeres en el sétimo arte, una industria, que por su peso en la construcción social de la cultura de los países, puede replicar y hasta aumentar patrones de discriminación contra las mujeres o bien positivamente disminuirlos y de ahí la relevancia de esta lucha.

La situación actual es preocupante y altamente reveladora según muestran el reporte del Women´s Media Center (2014), un observatorio en Estados Unidos sobre la situación de las mujeres en la televisión, en las noticias y la industria cinematográfica. Comparto algunos hallazgos:

Discriminación salarial: Angelina Jolie, la mujer mejor pagada en el cine percibe lo mismo que las dos estrellas masculinas, entre los mejor pagados, de menor remuneración. Aunque es una suma millonaria, los $33 millones de Jolie, palidecen frente a los $75 millones de Robert Downey Jr, ese año.

Estancamiento de las mujeres en los noticiarios: El porcentaje de participación de las mujeres en los noticiarios se ha mantenido en un 36%, cifra que data desde 1999. Y ni qué decir de áreas “tradicionalmente masculinas” como el periodismo deportivo, en el que hay una nula representación, 2 mujeres en 189 programas radiales..

Mujeres como fuente: En el 2013 tan sólo un 19% de las fuentes fueron mujeres, lo que se agrava dependiendo del tema. Así, en el New York Times se encontró que hay 5.4 más posibilidades de que en política internacional la fuente sea un hombre.

Decreciente presencia de mujeres en papeles principales. En el 2012 la presencia de mujeres en papeles principales era la menor desde el 2007, llevando la peor parte las mujeres caucásicas (28.8%) y la mejor las afroamericanas (34.6%). Las latinas están en la media (33.9%), pero con un alarmante sesgo sexual.

En esta misma línea, en otro estudio realizado por el Geena Davis Institute (2006-2009) se determinó que tan sólo un 29.2% de los personajes con diálogo eran ocupados por mujeres y que éstos en contraste con el de los hombres, tenían un especial énfasis en la apariencia física (jóvenes, atractivas, con poca vestimenta) lo que tristemente refuerza el estereotipo de presentar a las mujeres como objeto sexual.

Columnistas de opinión. La relación de columnistas masculinos vis a vis las mujeres es de cuatro a uno. Es un rol predominantemente masculino, caucásico y de 60 años. En importantes periódicos la relación puede ser mucho más baja, como en New York Times (2 de 10).

En el caso de las escritoras, las mujeres igualmente se desempeñan en desigualdad. Su situación ha empeorado desde el 2008 y su participación como escritoras, directoras, productoras, editoras o productoras ejecutivas es de tan sólo un 16%, de ahí la relevancia de la iniciativa promovida por Meryl Streep.

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